Turismo educativo, académico y cultural. Acercamiento al debate
científico pedagógico
Educational, academic and cultural
tourism. Approach to the pedagogical scientific
debate
Recibido: 21/03/2022 | Aceptado: 13/05/2022 | Publicado: 19/06/2022
Lis Cuesta
Peraza
1⃰
1⃰ Coordinadora de Eventos y
Cultura-Turismo. MINCULT. Licenciada en
Español y Literatura. Máster en Ciencias Pedagógicas. culturaeventos2020@gmail.com. ID ORCID: https://orcid.org/0000-0002-6689-4137
Resumen:
Larga es la nómina de lexías que nos conducen hasta la
conceptualización del turismo y dentro de ellas emerge la variante que se
relaciona con el presente artículo que sustenta algunas unidades de análisis de
la investigación doctoral “Modelo pedagógico para favorecer la exportación de
servicios académicos mediante la agencia Paradiso, atendiendo a la visión del
turismo académico. El trabajo da significado a la idea que este debe ser
reconocido como un tipo de turismo especializado donde el viaje tiene un alto
contenido didáctico, ya que no todo se aprende en las aulas, sino también en
los espacios no áulicos, es una oportunidad que sirve para explorar los sitios
previamente elegidos, para experimentar espacios desconocidos a través de la
interacción con un instructor (o tutor), pero sin el apremio de tareas y/o
exámenes de la formación tradicional.
Palabras clave: turismo educativo, turismo académico y turismo
cultural.
Abstract:
Long
is the list of lexicons that lead us to the conceptualization of tourism and
within them emerges the variant that is related to this article that supports
some units of analysis of the doctoral research "Pedagogical model to
favor the export of academic services through the Paradiso agency, according to
the vision of educational tourism. The work gives meaning to the idea that this
should be recognized as a type of specialized tourism where the trip has a high
educational content, since not everything is learned in the classroom, but also
in non-classroom spaces, it is an opportunity that serves to explore previously
chosen sites to experience unknown spaces through interaction with an
instructor (or tutor), but without the pressure of homework and/or exams of
traditional training.
Keywords:
educational
tourism, academic tourism and cultural tourism.
Introducción
Cuando se presta atención a los
debates que enfrenta el mundo contemporáneo este es uno que no se torna a
menos. El turismo es un fenómeno de carácter económico, social y cultural ya
que se fundamenta en el traslado voluntario y temporal de forma individual y/o
grupal, desde el lugar de residencia habitual hacia otro, con motivaciones de
salud, recreación, estudios, descanso, deportes, cultura, negocios. Pocas
industrias se han desarrollado tan rápido como esta. A medida que diferentes
países y culturas descubrieron sus posibilidades económicas la referida
industria condujo hasta la revisión de potenciales posibles, transformándose en
fuente creciente de negocios.
Según la literatura consultada,
estamos frente a un sector de la economía internacional, una megaindustria
global que en breve tiempo empezó a generar tan sólo un poco menos dinero que
el petróleo; pronto se puso a la par con él y en otro margen corto lo superó,
para convertirse en la mayor industria mundial del presente. A la vez, su
impresionante desarrollo impulsó la creación de un cuerpo doctrinal
interdisciplinario que se proponía hacerlo inteligible y guiar su planificación
y desarrollo en todas sus fases y esferas tanto locales como regionales e
internacionales.
En el acercamiento teórico que se
hace en este trabajo se pretende establecer una valoración necesaria entre el
turismo cultural y el turismo educativo, también reconocido como académico. Se
favorece la descripción, la explicación y de cierta manera, algún juicio de la
autora sobre estas formas organizativas para desarrollar una nueva mirada, para
defender el criterio de favorecer la exportación de servicios académicos
mediante la agencia Paradiso, como ente dinamizador de los procesos de
internacionalización que se deben potenciar en cualquier servicio educativo en
Cuba, en la actualidad.
Materiales y métodos
Se asume la concepción
dialéctico materialista como método general de la ciencia, desde una investigación
macro social sobre la educación, activa, participativa, mixta o combinada
concurrente, con énfasis en lo cualitativo
El empleo de métodos
teóricos propios de la investigación educativa: el analítico-sintético,
inductivo-deductivo, la modelación, el enfoque de sistema y la sistematización.
Además de los métodos, la
investigadora utiliza las técnicas del fichado; la bibliografía encontrada
tiene que ser analizada externamente (heurística), lo que hoy se llama gestión
de la información, para después someter el material obtenido al análisis
interno (hermenéutica), para entender el verdadero sentido a lo leído y poder
construir el conocimiento. No olvidar que las ciencias se fundamentan a partir
de la gestión de la información y del conocimiento en sus relaciones internas.
Para la sistematización de
resultados de la investigación educativa se asumirán los fundamentos de la
ciencias de la educación que parten de la concepción de la Pedagogía como
ciencia social que se ocupa de la formación del hombre, su sistema de
conocimientos, como una forma especial de actividad social y en su práctica es
escenario de logros científicos que deciden un papel esencial en la
transformación de la vida social.
Resultados y discusión
Una de las conceptualizaciones
más importantes es la del estudioso Richards (2001), uno de los investigadores
más agudo en el tema, señala que las necesidades culturales incluyen no solo el
consumo de productos culturales del pasado, sino también de la cultura
contemporánea o el estilo de vida de una comunidad o región.
Puede hablarse de tres
elementos básicos que caracterizan al turismo cultural:
1. Un deseo por parte de los
visitantes de conocer y comprender los lugares, los objetos, muebles y las
obras materiales, las tradiciones y prácticas culturales, y a la población
local.
2. El consumo de uno o más
productos turísticos que contengan un significado cultural (ciudades y
conjuntos históricos, monumentos, obras de arte, festividades y tradiciones
inmateriales, intercambio de ideas, gastronomía, artesanía).
3. La intervención de un
mediador, que tenga la función de subrayar el valor del producto cultural, su
presentación y explicación, propiciando una interpretación efectiva y auténtica
de lo que se conoce.
Así visto, queda revelado como
el turismo cultural tiene un fuerte vínculo con las comunidades locales, ya que
los habitantes y sus modos de vida son un atractivo fundamental. Otro factor
distintivo es la diversidad cultural que aparece con un énfasis productivo/
económico: la diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza
y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, subrayando lo cultural como eje
para realzar elementos económicos productivos pertinentes a la cultura de una
localidad. Los elementos culturales propios de una comunidad, la diversidad
cultural y la participación de la comunidad local como actores, son esenciales
en este tipo de turismo. De este modo, el turismo cultural debe ser realizado
con la comunidad y para el desarrollo de ella, siendo fundamental que los
habitantes de las zonas turísticas participen de manera activa en el proceso de
investigación, planificación y ejecución (Ballart y Tresserras, 2001).
El turismo cultural abarca
diversos subtipos de turismo, los cuales no cuentan con definiciones plenamente
consensuadas. De todos modos, es posible proponer una tipología básica, puesto
que en la práctica es viable que estos subtipos de turismo se crucen o mezclen,
dependiendo de los atractivos culturales presentes en la localidad, así como de
los diversos intereses de los visitantes.
El auge del turismo académico
contribuye a la participación en eventos educativos y a tener experiencias
locales que acrecientan la gestión del conocimiento. Por medio de él se puede
estimular el interés por manifestaciones del arte como la arquitectura, la
plástica, la música, la cultura popular tradicional, la cocina, el
medioambiente, entre otros.
En el despliegue de su
conceptualización existen autores que indican que debe tenerse presente un
aspecto como el patrimonio turístico. Este último no es más que el conjunto de
elementos tanto del tipo físico-natural como edificados; así como otros
espacios culturales cuya atracción representa la primera materia potencial
sobre la que habrá que realizar una intervención por parte de los responsables
del desarrollo turístico para convertirlos en recursos turísticos, teniendo
estos relación con la naturaleza, con la historia, o con la cultura viva del
destino turístico.
Múltiple e interdisciplinar, en
el II Congreso Virtual Internacional de Turismo Cultural realizado en el 2003
se le cita “como aquella actividad desarrollada por contingentes humanos que
conforman un grupo de diez o más integrantes que se alojan, visitan y realizan
actividades educativas en una localidad determinada” (p. 1) Otros autores lo
identifican como el segmento especializado del turismo en el cual los viajes
tienen un alto componente educativo.
El turismo educativo tiene un
precedente y es posible afirmar que los desplazamientos motivados por el
aprendizaje se remontan a tiempos antiguos. En Europa, un fenómeno conocido
como peregrinato académico, hace referencia a los traslados que realizaron
estudiantes universitarios, peregrinos y profesores desde el siglo XI hasta
aproximadamente el siglo XV, motivados por obtener nuevos conocimientos en las
ciudades cosmopolitas. Estos viajantes visitaban los lugares santos y las
universidades de aquella época, lo cual les permitía vivir nuevas experiencias,
conocer otros idiomas, establecer relaciones sociales y adquirir una visión
otra de la realidad (Pawlowska, 2011).
El siglo XVI está considerado
la edad de oro de los viajes estudiantiles, debido a la intención de los
humanistas de la época de que los estudiantes viajasen para insertarse en
diferentes universidades con el propósito de adquirir créditos en el ámbito
profesional. Esa tendencia que se mantuvo durante los dos siglos siguientes ha
sido reconocida como la época del Grand Tour.
Años más tarde, a finales de la
centuria decimonónica e inicios del siglo XX, se creó en España la Junta para
Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), cuya misión era
facilitar la formación académica de estudiantes y profesores a quienes les eran
concedidas becas para estudiar en las mejores universidades de Europa. Esta institución
entregó aproximadamente 1700 pensiones antes de cerrarse en 1939. Lo
argumentado justifica por qué la JAE ha sido un símbolo de los viajes
académicos entre España y el resto de Europa
Sobre el recorrido tanto
sincrónico como diacrónico del término en cuestión, algunos autores afirman que
este ha ido progresando a través de los años y por ello es evolutivo y
dinámico. En períodos actuales se le refiere como Study Travel, Study Abroad Vacations y Learning Vacations, siendo
uno de los más populares el denominado Educational
Travel, el cual hace referencia a aquellos programas que se basan en las
experiencias vivenciales como la principal fuente de aprendizaje.
Por su parte, el turismo académico
se refiere a los programas educativos en los que participan los estudiantes y
profesores de diferentes niveles de enseñanza; dichos programas pueden ser de
diferentes tipos, procurando cumplir los objetivos por los que fueron
planteados y se convierten en propuestas factibles para el nivel educativo de
los participantes.
El turismo de educación
continua está dirigido a personas que ya han terminado sus estudios pero
deciden seguir capacitándose, ya sea en programas relacionados a su carrera o
en programas generales (García, Cabada, & Bonilla, 2005).
Alrededor del mundo, existen
variados programas que fomentan el intercambio cultural y académico entre
estudiantes de diferentes nacionalidades y edades. Entre los más conocidos a
nivel de Europa, se encuentra el programa Erasmus, cuyo origen se remonta al
año 1987. El Erasmus, creado, según se plantea, con el objetivo de contribuir
al intercambio entre estudiantes y profesores de las universidades europeas,
tiene como encargos principales:
• Permitir que los estudiantes se beneficien educativa,
lingüística y culturalmente de la experiencia del aprendizaje en otros países
europeos.
• Contribuir a la creación de una comunidad de jóvenes y
futuros profesionales bien cualificados, con mentes abiertas y experiencia
internacional.
En países como Estados Unidos,
Francia e Inglaterra es posible encontrar programas especializados de viajes
educativos como los ofrecidos por la Agencia de Viajes ACIS (American Council for International Studies).
Desde 1978 ha sido considerado un líder en viajes educativos de calidad, tanto
para estudiantes como para sus profesores. Ofrece también la oportunidad de que
los docentes personalicen los viajes de acuerdo a los objetivos de su clase. En
su sitio oficial en internet se presentan los principales objetivos que sus
viajes educativos persiguen. Entre ellos: enriquecer el conocimiento de los
estudiantes sobre lugares y temas que han aprendido en clases, obtener un mejor
entendimiento de la historia y cultura de lo que se puede lograr a través de un
libro, tener la oportunidad de practicar los idiomas estudiados con gente
nativa y finalmente, adquirir independencia a la vez que se exploran nuevos
lugares y costumbres.
Un programa similar ofrece la
empresa EF (Education First), con
sede en Estados Unidos y oficinas en más de 50 países. Esta compañía tiene como
filosofía contribuir a que los estudiantes adquieran y/o mejoren sus
habilidades a través del aprendizaje experiencial (First, 2015). En su sitio
oficial, se hace énfasis de los tres pilares en los que se basa su actividad:
programas de experiencias netamente culturales para jóvenes y adultos,
programas para aprender y practicar idiomas, y finalmente, programas académicos
para estudiantes universitarios.
Al turismo educativo se le
suele identificar con los términos de turismo académico y de turismo cultural;
la autora considera para esta investigación las diferencias manifiestas entre
el turismo únicamente cultural y el académico cultural, por lo tanto, no abraza
tal cual la definición generalizada fuera de Cuba. Entonces, el turismo
cultural constituye un reto debido a la complejidad inherente al concepto de
cultura. En ese debate se destaca la existencia de dos enfoques dominantes en
los estudios sobre la cultura: la cultura como proceso, que la enlaza con disciplinas
como la Antropología y la Sociología; y la cultura como producto, que la asocia
a disciplinas como la Historia del Arte y la Literatura. Metodológicamente
separados, estos dos enfoques están presentes en las diferentes aproximaciones
al turismo cultural.
El enfoque relacionado con
proceso atiende a los intereses del desplazamiento turístico, vinculado a la
búsqueda de nuevos conocimientos o el simple contacto con una realidad cultural
distinta. En tanto, la perspectiva producto se centra en las actividades
realizadas durante el viaje, sin atender a su motivación primera. De ese modo,
el turismo cultural está apoyado en el uso, disfrute y/o consumo de elementos
del entramado cultural, es decir en la ejecución de un conjunto de actividades
o prácticas culturales (visita a museos, asistencia a exposiciones, paseos por
el centro histórico) fuera del lugar de residencia habitual. El primer enfoque
representa una aproximación mucho más restringida al turismo cultural, ya que
este se limita a los desplazamientos motivados principalmente por la cultura.
El segundo, presupone un alcance mayor, ya que da la posibilidad de realizar
prácticas culturales en relación a todo tipo de motivaciones de viaje.
Resulta trascendental cómo en
el mismo hecho de reconocer al turismo cultural como factor de desarrollo,
pueden incrementarse las ofertas y las solicitudes ya que suele producirse un
crecimiento en el número de personas que se desplazan motivadas exclusivamente
por la cultura.
Con independencia del punto de
vista dominante y el nodo del flujo turístico, la caracterización de los
turistas culturales tiene en consideración variables relacionadas con el viaje
(forma de organización, duración, medio de transporte, gasto, satisfacción) así
como las propias características socioeconómicas del viajero (edad, género,
nivel de estudios, categoría profesional), a ello puede agregarse, la
implementación de la estrategia de la política turístico-cultural y un aspecto
esencial: el producto cultural. En esa disquisición son trascendentes el
patrimonio cultural local y la cultura en general como segmentos provechosos
para el desarrollo turístico de determinadas localidades.
Según estudiosos de estos temas
el concepto de turismo académico
Se refiere a todas las
estancias de corta duración o duración inferior a un año, realizadas en centros
universitarios ubicados en un lugar distinto al entorno habitual de la persona
y con el objetivo principal de realizar estudios o formaciones durante su
estancia. (Pawlowska, 2011, p 7.).
Esta definición toma en cuenta
el enfoque educativo y se detiene en el tipo de institución, la duración
temporal de la estancia, y al mismo tiempo se subordina al programa de
intercambio seleccionado por el estudiante-turista. Sin embargo, la presente
investigación no solo incluye dentro del turismo académico al estudiante
universitario sino que también incluye al de otras enseñanzas, e igualmente a
aquellos clientes que no están en edad escolar convencional, sino que deciden
viajar para aprender de nuevos saberes independientemente de sus profesiones, o
especializarse aún más en determinados contenidos.
El turismo académico presenta
una serie de rasgos que lo diferencian del turismo tradicional:
• Prolongada permanencia de los turistas académicos en su
lugar de destino.
• Mayor consumo de servicios y de bienes (Pawlowska, 2011)
• Los productos y servicios que consumen se acercan a lo
consumido por los locales y prefieren los productos y servicios autóctonos
(Pawlowska, 2011).
• Otra diferencia es el tipo de alojamiento donde se
destacan los alquileres- o pisos de alquiler (Pawlowska, 2011).
• Destaca su alta capacidad
para generar gastos adicionales a los cotidianos, principalmente mediante las visitas
a lugares próximos a sus centros de estudios y mediante las visitas de
familiares o amigos.
Una vez asumido el papel que
puede desempeñar el turismo académico dentro de las economías regionales y su
potencial de crecimiento, sería conveniente preguntarse por las formas de
potenciarlo. En este sentido, será primordial actuar tanto desde el lado de la
oferta, mejorando la promoción genérica de las instituciones académicas, como
de la demanda, aportando a estos turistas un trato adecuado en todos los
ámbitos: buen recibimiento, información clara y apoyo administrativo,
idiomático y docente.
Dado que los programas de
intercambio son un factor determinante en la dinamización de las estancias, se
deberían estimular los convenios e incidir de manera activa en la
internacionalización.
Por último, es obligado apuntar
como esa tarea de promoción e impulso no debe ser exclusiva de los centros
docentes, sino que debe extenderse también a los gestores de las ciudades donde
están situados los centros de enseñanza, incluidas las instituciones culturales
que alojan momentos de los intercambios, a los artistas líderes de proyectos
formativos, a los voceros oficiales de la política cultural, a las
instituciones encargadas de la política turística y el despliegue de sus
interconexiones y especialmente a todos los implicados de la agencia Paradiso.
·
Puede añadirse que es un tipo
de turismo que debe insertarse en lo que se conoce como turismo de intereses
especiales por estar basado en motivaciones específicas de los visitantes que
van más allá de los objetivos habituales de los viajes turísticos o
vacacionales. Este turismo favorece la desestacionalización de la demanda.
Conlleva un mayor consumo de bienes y servicios de origen local, lo que se
traduce en un mayor impacto económico en la región. Por último, debe apuntarse
que estamos ante un turismo que genera visitas adicionales de familiares y
amigos, actuando como un eficaz mecanismo de promoción a través del conocido boca-oreja.
Conclusiones
En la década del setenta, cuando comenzó la
reflexión sobre el turismo cultural, las definiciones elaboradas fueron
restringidas a la visita a sitios y monumentos (arqueológicos, históricos,
patrimonio inmueble); sin embargo, más tarde, quedarían añadidas las artes
escénicas, la arquitectura, la música, la plástica, la artesanía, el llamado
patrimonio inmaterial en los marcos locales y regionales así como los eventos
culturales que favorecieron un tanto el turismo académico.
Es significativo señalar que las subdivisiones que se vinculan al turismo
educativo, para la autora reconocido como académico, y su guión pedagógico son:
el turismo científico, el turismo estudiantil ramificado en los programas de
intercambio y el turismo de educación continua.
El impulso experimentado por el turismo académico ha sido de tal
magnitud, que recientemente se ha empezado a preguntar sobre sus posibles repercusiones
en las economías en las que se localizan los centros receptores de estudiantes
y el papel que pueden jugar las universidades, a través de sus procesos de
internacionalización y generando las condiciones para atraer a un número cada
vez mayor de turistas, dentro de esta tipología novedosa. La referida variante
tiene un gran potencial de crecimiento y ofrece una serie de ventajas
significativas para los destinos. La duración de la estancia es superior a la
del turismo convencional, pudiendo afirmarse que un turista académico en cuanto
al hospedaje puede equivaler a numerosos turistas tradicionales.
La propuesta de manejar en Cuba, desde un área de una agencia de viajes
especializada en Cultura, la distribución de los intercambios académicos es
algo necesario probadamente, novedoso aún y exitoso con experiencias
gratificantes. Se trata de establecer esta oportunidad desde las ciencias
pedagógicas como solución a un problema latente.
Referencias Bibliográficas
Ballart
y Tresserras. (2001). Gestión del patrimonio cultural. La Habana. Cuba.
Editorial Ariel
Congreso
Virtual Internacional de Turismo Cultural (2003). Universidad Nacional de San
Marcos. Perú.
First, E.
(2015). Education First. Obtenido de Educational Tours:
http://www.eftours.com/our-story/our-history.
García,
M., Cabada, J. L., & Bonilla, M. (Marzo de 2005). Turismo educativo. Prometedor
Segmento para la Diversificación de la Oferta Turística de Costa Rica. TECNITUR
109,6-13. Recuperado el 22 de noviembre del 2015.
Pawlowska,
E. (2011). El turismo académico, un análisis económico para el caso de Galicia.
Santiago de Compostela: Universidad de Santiago de Compostela.
Contribución de los autores:
Autor único
No. |
Roles de la contribución |
Autor |
1. |
Conceptualización |
100% |
2. |
Curación de datos |
100% |
3. |
Análisis formal |
100% |
4. |
Investigación |
100% |
5. |
Redacción – borrador original |
100% |
6. |
Redacción – revisión y edición |
100% |
Declaración de originalidad y conflictos de interés
El/los
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Autor principal
Liz Cuesta Peraza
Revista Científica Pedagógica “Horizonte Pedagógico”. Vol. 11. No. 2. 2022 enero ‒marzoArtículo de investigación |