Apuntes filosóficos para una educación ambiental
Philosophycal notes for an ambiental
Recibido: 10/03/2022 | Aceptado: 25/05/2022 | Publicado: 19/09/2022
Yudelmis Borrero
Santisteban.1*
Imirsy
Valdivia Martínez.2
Eliecer Vladimir Portal Caro.3
1*Licenciada en Filosofía Marxista Leninista. Maestrando
Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas. yudelmisbs@infomed.sld.cu . * https://orcid.org/0000-0002-8473-1331.
2*Doctora en Ciencias Pedagógicas. Universidad Central
“Marta Abreu” de Las Villas. ivaldivia@uclv.cu https://orcid.org/0000-0002-7092-2524
3*Licenciado en enfermería. Profesor en el Hospital Docente
Universitario Arnaldo Milián Castro. eliecerpc@infomed.sld.cu.
https://orcid.org/0000-0002-7776-6288
Resumen:
El artículo presenta algunos apuntes filosóficos entorno
a la educación ambiental y su
importancia en la Educación Médica Superior. Se aborda el papel de la filosofía como instrumento metodológico para
interpretar, analizar y transformar la práctica humana. En la actualidad, la
necesidad de desarrollar un proceso de formación continua de los profesionales
de la medicina para transformar los modos de actuación ciudadana desde un
enfoque cultural mediado por los valores morales, encaminar su accionar hacia
el cuidado protección y conservación del medio ambiente, constituyen prioridades de trabajo en Cuba. El objetivo está en fundamentar desde una concepción filosófica el
proceso de educación ambiental humanista en
la Educación Médica Superior. La investigación asume el método
dialéctico-materialista que conlleva a un análisis de las concepciones
filosóficas sobre la educación ambiental en el proceso de enseñanza
aprendizaje. Finalmente, se sostiene la
tesis de que el profesional de la medicina debe estar preparado con
conocimientos científicos y valores éticos para regular la relación consigo
mismo, con los demás, y con la naturaleza. La formación, en este sentido
aportará la pregunta sobre el profesional de medicina que se desea formar y de
manera crítica analizará los cambios, las permanencias, los elementos
inesperados para lograr un aprendizaje constante del entorno, desde una cultura
de la naturaleza.
Palabras
clave: filosofía, educación ambiental, medicina, valores
éticos.
Abstract:
The article presents some
philosophical notes on environmental education and its importance in higher
medical education. The role of philosophy as a methodological instrument to
interpret, analyze and transform human theory and practice is addressed. At
present, the need to develop a process of continuous training of medical
professionals to transform the modes of citizen action from a cultural approach
mediated by moral values, and direct their actions towards an integrative
reflection of protection and conservation of the environment, constitute work
priorities in Cuba. The objective is to base from a philosophical conception
the process of humanistic environmental education at the Higher Medical
University. The research assumes the dialectical-materialist method that leads
to an analysis of the philosophical conceptions about environmental education
in the teaching-learning process. Finally, the thesis is maintained that the
medical professional must be prepared with scientific knowledge and ethical
values to regulate the relationship with themself, with others, and with
nature itself. The training, in this sense, will provide the question about the
medical professional to be trained and critically analyze the changes, the
permanence and the unexpected elements to achieve constant learning from the
environment from a culture of nature.
Key words: philosophy, environmental education,
medicine, ethical values,
.
Introducción
La filosofía es la ciencia que encarna en sí la
aspiración humana a la constante búsqueda, al conocimiento de lo infinito, al
conocimiento de principios y causas de todo lo existente, a la duda de lo
alcanzado. Como actividad teórica permite al hombre entender el mundo y así
orientar su comportamiento en él, en este sentido, guarda afinidad con todas
las demás ciencias, pero difiere de estas por la manera de enfocar el estudio
del mundo compuesto por argumentos racionales acerca del conocimiento, sobre lo
que es o lo que debe ser y acerca del sujeto, es decir, “…un cuestionar lo
existente y dar razón de todo lo que cuestiona”. (Sánchez, 2004, p.12)
Ello equivale a suponer que el saber filosófico
exige la elaboración de un aparato crítico y racional que posibilite someter a
un análisis profundo todas las demás formas y actividades del saber humano,
para propiciar el desarrollo de la conciencia de la época en que se genera y de
otras posteriores.
De un modo u otro, en cada momento de desarrollo de
la filosofía se han buscado respuestas a sus problemas internos y a los
problemas en torno a la naturaleza del saber. Su función gnoseológica permite que actúe como estudio sobre el
conocimiento y movimiento del hombre hacia la verdad, con lo que ayuda a tener
una conciencia del objeto de estudio. Las ideas de corte filosófico presentes
en el hombre indica que ha llegado a un grado de maduración intelectual que le
posibilita hacer análisis más acabadas sobre los constantes problemas de su realidad, por ser considerada una
ciencia que contribuye a la concepción científica del mundo, que prepara al
hombre para la vida desde diferentes ángulos.
La función lógico-metodológica
de la filosofía permite al hombre humanizar la naturaleza según sus necesidades
sociales, vivir en sociedad y el control sobre las actividades que realiza.
Esta función cobra vital importancia y utilidad en la selección del método de
conocimiento a emplear en la actividad práctica, además incluye el estudio
general sobre métodos y formas de conocimiento de la realidad y de la
dialéctica, como método general del conocimiento, en su sentido más estrecho.
La función práctica de la filosofía se puede
apreciar a través del conocimiento científico en vinculación constante con las
otras formas de la práctica social a fin de demostrar también su utilidad,
apreciada por sus practicantes como instrumento efectivo de valoración. Desde
este punto de vista se puede plantear que toda filosofía cumple una función
axiológica y ella misma ejercita en el hábito permanente y necesario de la
apreciación que siempre posee un carácter histórico condicionado por múltiples
factores. "No hay valores porque hay valoración, sino al revés hay
valoración porque hay valores". (Fabelo, 1979,
p. 192)
De lo que se infiere que el hombre es un ser
preparado por el desarrollo social para ejercer la valoración y en tal
desarrollo, la filosofía cada vez más ha desempeñado una creciente función de
preparar al hombre para cumplimentar con mayor efectividad las tareas de
enjuiciar y apreciar su entorno y su propio yo.
Lo antes planteado conduce
inevitablemente a la transformación en los modos de concebir la relación del
hombre con la naturaleza, que demanda de un enfoque cultural para encaminarse
hacia una reflexión integradora. La
degradación del medio ambiente en estos momentos es tal que, pone en peligro la
propia existencia del hombre en su condición de ser bío- psico- social. Esto ha
puesto en un plano importante la educación ambiental por una sustentabilidad y
la problemática ética cobra una importancia mayor.
En el desarrollo del proceso de formación de los
profesionales de medicina, se potencia el trabajo basado en el desarrollo de
una ética ambiental desde una conciencia crítica e integral sobre la necesaria
transformación de las relaciones del hombre consigo mismo, con los demás y con
la naturaleza, teniendo como eje fundamental para ello la educación ambiental
centrada en la formación de valores con el fin de alcanzar una cultura de la
naturaleza.
El objetivo de la investigación
consiste en fundamentar desde una concepción filosófica el proceso de educación
ambiental humanista en la Universidad
Médica Superior como parte
de la ética del futuro profesional de la medicina como sujeto social e
individual. Se sostiene la tesis de que la naturaleza por sí misma no es un
sujeto ético, sino que es el hombre el que debe estar preparado con
conocimientos científicos y valores éticos para regular su relación consigo
mismo, con los demás, en tanto seres bio-psico-sociales y por tanto parte de la
naturaleza y con la naturaleza misma.
Las concepciones en cuanto a la relación del hombre
con la naturaleza han ido evolucionando a lo largo del tiempo. La mitología de
las diferentes civilizaciones antiguas se basaba en el respeto y adoración a
los diferentes elementos de la naturaleza consagrados como dioses. El grado de
unidad cultural y la diversidad extraordinaria de estos panoramas, fueron factores
para el culto a la Madre Naturaleza. De manera general en el pasado, la
naturaleza se percibía como una fuerza poderosa, impresionante e impredecible a
la cual el hombre tenía que someterse para sobrevivir. Sin embargo, las
capacidades de razonamiento le permitieron a este acopiar experiencia,
descubrir los secretos de ella, desarrollar habilidades particulares, crear su
cultura.
La gran “conquista” de la Naturaleza por el hombre
comenzó con la Revolución Industrial que introdujo cambios trascendentes en el
proceso productivo de la humanidad, en pocos años con su tecnología
avasalladora se arrasó con los bosques, se contaminaron las aguas, el aire y el
mar. Al mismo tiempo se desata un incontrolado consumismo en las sociedades
altamente desarrolladas, lo que produce el agotamiento de valiosos e
irrecuperables recursos naturales. Esta posición antropocéntrica condujo a
llamar a la naturaleza nuestro “medio ambiente”, es decir, la naturaleza como
una pasiva palestra general de nuestras acciones.
A partir de la segunda mitad del siglo XX, se ha
tomado conciencia de que el planeta Tierra, se daña por días y que es
imprescindible defenderlo, de ahí que las reflexiones que se realizan de
acuerdo a la relación del hombre con la naturaleza adquieran auge ante la evidencia
de la destrucción de los valores naturales y su gran contaminación.
Sobre este particular, desde los clásicos del
Marxismo siempre hemos encontrado ideas reiterativas acerca de la necesidad de
la conciliación de la humanidad con la naturaleza y consigo mismo. En la obra
de Lenin se
encuentra uno de los conceptos dialécticos de la relación recíproca entre el
hombre y la naturaleza cuando afirma que:
"El problema supremo de toda la
filosofía", especialmente de la moderna" es "el problema de la
relación entre el pensar y el ser, entre el espíritu y la naturaleza". (Lenin, 1974, p. 116)
La educación ambiental como
concepto, tiene su origen en la década de los 70, debido a que fue en este
período donde con mayor fuerza empieza a ser nombrada en diversos foros a nivel
mundial. Ejemplo en Estocolmo (Suecia, 1972) donde se establece el principio
19, que señala: una educación en labores ambientales, dirigida tanto a las
generaciones jóvenes como a los adultos, inspirada en el sentido de su
responsabilidad en cuanto a la protección y mejoramiento del medio en toda su
dimensión humana. En Estocolmo se observa una advertencia sobre los efectos
que la acción humana puede tener en el entorno material. Hasta entonces no se
plantea un cambio en los estilos de desarrollo o de las relaciones
internacionales, sino más bien la corrección de los problemas ambientales que
surgen de los estilos de desarrollo actuales.
Ya en el año 1975 en Belgrado se definen las metas,
objetivos y principios de la Educación Ambiental, los objetivos hicieron
referencia a la necesidad de desarrollar la conciencia, los conocimientos, las
actitudes, las aptitudes, la participación y la capacidad de evaluación para
resolver los problemas ambientales.
La educación ambiental como proceso
educativo general, enfatiza en la concientización sobre los problemas
ecológicos y socio – culturales en la cual se promueve soluciones y acciones
con carácter preventivo. Uno de sus objetivos esenciales es la enseñanza y el
desarrollo de una conciencia ambiental y la formación de valores humanos, de
conjunto con las habilidades para el reconocimiento de los problemas
ambientales, presentes. Asumir actitudes responsables donde se armonicen las
relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la
naturaleza, para propiciar de esta forma el equilibrio entre los procesos
económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible. Este objetivo
está en correspondencia con uno de los retos de la educación ambiental la de
promover y recuperar valores de conservación, protección y respeto del
ambiente.
En tal sentido la Estrategia
Nacional de Educación Ambiental concibe la educación ambiental como modelo
teórico metodológico y práctico que trasciende el sistema educativo tradicional
y alcanza la concepción de medio ambiente y desarrollo (...) se concibe como
una educación para el desarrollo sostenible que se expresa y se planifica a
través de la introducción de la dimensión ambiental en los procesos educativos
(...) debe estar dirigida a la adquisición y generación de conocimientos, al
desarrollo de hábitos, habilidades, cambios de comportamiento y formación de
valores hacia nuevas formas de relación de los seres humanos con la naturaleza,
de estos entre sí y con el resto de la sociedad. (Colectivo de autores, 1997)
El Programa Nacional Educación
Ambiental (PNEA) hace referencia al fomento de una cultura ambiental humana
sustentable que reconozca en sus acciones la diversidad socio-natural, que
contextualice los valores y las tradiciones para un cambio de actitudes y modos
de vivir del ser humano. La esencia humana en tal sentido reconoce la forma en
que las relaciones sociales se establecen, una interacción entre un momento
objetivo determinado por las condiciones que circundan al hombre y un momento
subjetivo determinado por los intereses que lo mueven a actuar de una u otra
forma ante el medio ambiente. Es en este escenario es donde se debe establecer
un equilibro del ser humano con el medio que le rodea, que deberá responder a
las condiciones de la época y del lugar en que éste se desarrolla (Colectivo
de autores, 2020).
Materiales y métodos
Este trabajo forma parte
de un proceso de investigación derivados del proceso de enseñanza-aprendizaje
en la Educación Médica Superior. La investigación asume el método
dialéctico-materialista que conllevaron a un análisis de las
concepciones filosóficas sobre la educación ambiental en el proceso de
enseñanza aprendizaje, así como sintetizar la información en busca de
seleccionar los aspectos significativos para el logro del objetivo en la
investigación. La utilización del método histórico-lógico permite establecer la
relación entre el desenvolvimiento lógico del pensamiento y el contexto
histórico del proceso de investigación. Dentro de los métodos empíricos
resaltan el análisis documental: programas de estudio, libros de textos,
orientaciones metodológicas, programas de las disciplinas, planes de estudios,
la entrevista y la encuesta que complementan la información. La observación
permite acercarse a la realidad de modo directo y analizarla en toda su
complejidad, mediante la interacción directa con los estudiantes en el proceso
docente educativo y hacer una serie de indagaciones referentes a la
problemática, teniendo como punto de partida las investigaciones realizadas por
otros autores, los cual conllevó a efectuar el análisis preliminar de la
información, así como verificar y comprobar las concepciones teóricas
Resultados y discusión
Estudios presentados en la revista Horizonte Pedagógico
por (Dul, Campos y Veitía
2020) muestran que la educación en Cuba ha sido un instrumento eficaz para
reducir desigualdades sociales y alcanzar altos estándares de calidad en todos
sus niveles. Destaca que se trabaja por el objetivo de que la escuela debe ser
cada vez más inclusiva, de manera tal que responda a todos los
escolares como individuos reconsiderando su organización y propuesta
curricular.
En tal sentido, el estudio de la filosofía en los planes
de estudio de las universidades cubanas, no solo se debió a un imperativo
académico o científico, sino a una necesidad ideológica: formar jóvenes
profesionales revolucionarios, comprometidos con el proyecto social a construir
y al mismo tiempo dotarlos de una sólida concepción científica del mundo y un
método para la comprensión y transformación de la realidad.
A partir de 1959 se comenzó una nueva etapa en el
desarrollo de la medicina, en la que empiezan a producirse profundos cambios en
el orden político, económico y social del país. En este período se establecen
los principios sobre la salud como derecho del pueblo y la educación de la
sociedad es una responsabilidad del estado los cuales se han cumplido durante
todo el proceso revolucionario.
La modalidad de enseñar la filosofía en la Educación
Médica Superior, como en el resto de las universidades cubanas, a partir de la
declaración del carácter socialista de la Revolución se basó en sus inicios
fundamentalmente en la tendencia tradicional.
La presencia del estudio del Marxismo-Leninismo como
disciplina en los diferentes planes de estudio sirve de fundamento a las
decisiones asumidas en cada momento en el orden educativo, sin embargo no se logra presentar una concepción que desde los
fundamentos de este sistema filosófico avale la educación ambiental en los
profesionales de la medicina.
En tal sentido cconstituye un reto lograr
una formación humanista en los nuevos escenarios docentes donde la educación
ambiental se manifieste en una actitud consiente y responsable ante el medio
ambiente. Tomando en cuenta las consideraciones anteriores es comprensible que, en
los momentos actuales, donde los cambios medioambientales sacuden a la
humanidad, la pedagogía como ciencia de la formación del hombre tenga dentro de
sus propósitos esenciales: la humanización de cada generación en
correspondencia con las condiciones y necesidades de su época.
Por educación se entiende un proceso de desarrollo
socio-cultural continuo de las capacidades que las personas en sociedad deben
generar y que se realiza tanto dentro como fuera de su entorno, a lo largo de
toda la vida.
La educación implica impulsar las destrezas y las
estructuras cognitivas, que permiten que los estímulos sensoriales y la
percepción del mundo- realidad se conviertan de información significativa, en
conocimientos de su construcción y reconstrucción, así como en valores,
costumbres, que determinan nuestros comportamientos o formas de actuar.
De ahí la necesidad de profundizar en la educación
ambiental desde un enfoque humanista y responsable que debe asumir el
estudiante de medicina en la actualidad, estamos entendiendo el humanismo como
un fundamento, una comprensión del proceso de expresión y comportamiento
responsable del hombre ante el medio ambiente.
La educación ambiental tiene un carácter integrador y
globalizador, para desarrollar una nueva visión del mundo, más social, más
sensible ante el medio ambiente, la misma al ser transdisciplinaria, debe ser
aplicada desde varias disciplinas en forma conjunta con una perspectiva
científica, ecología, biología, sociología, economía, política, cultural,
ideología, valores, integradas todas en un aprendizaje que generen cambios en
la calidad de vida, en la conducta personal y en las relaciones humanas hacia
el medio ambiente.
Partiendo de este análisis, la
UNESCO a finales de la década de los sesenta realizó un esfuerzo por estudiar
las formas de incluir el tema ambiental como recurso educativo. Por lo cual
solicitó a la Oficina Internacional de Educación (OIE) un estudio comparativo
sobre la manera de abordar los temas del medio ambiente en la escuela, que
pretendía detectar cuáles eran las actividades educativas que se realizaban en
los países. Esta investigación mencionó en sus resultados la necesidad de
abordar la temática ambiental desde una perspectiva transversal.
El fin y los objetivos de la
educación ambiental fueron establecidos en la “Carta de Belgrado”, surgida en
el “Seminario Internacional de Educación Ambiental”, Belgrado 1975. En ese
momento la se orientó a lograr la concientización mundial sobre el medio
ambiente y sus problemas y que las personas contaran con conocimientos,
aptitudes, actitudes, motivaciones y deseos necesarios para trabajar individual
y colectivamente en la búsqueda de soluciones a los problemas actuales y
prevenir los que pudieran aparecer en lo sucesivo. Estos objetivos expresan la
necesidad de la toma de conciencia para ayudar a las personas a que adquieran
mayor sensibilidad y conciencia sobre el cuidado del medio ambiente.
La Educación Ambiental, según la Unión Mundial para la
Naturaleza (UICN), en un proceso que reconoce los valores y fomenta las
aptitudes y actitudes necesarias para comprender las interrelaciones entre el
hombre, su cultura y su medio físico. Esta definición tiene más de 30 años,
pero aún mantiene su vigencia. El objetivo de la educación ambiental no es sólo
comprender los distintos elementos que componen el medio ambiente y las
relaciones que se establecen entre ellos, sino también la adquisición de
valores y comportamientos necesarios para afrontar los problemas ambientales actuales,
acercándose a la idea de un desarrollo sostenible que garantice las necesidades
de las generaciones actuales y futuras.
Los objetivos de la educación
ambiental fueron fijados en la Conferencia Internacional de Educación Ambiental
celebrada en Tiblisi (Georgia), en octubre de 1977. Se profundizó en la
motivación y toma de conciencia de la población respecto a los problemas
ambientales, así como en la incorporación de la educación ambiental en el
sistema educativo. De igual forma se ratificó su carácter transversal, la
importancia de su base ética, el que debe ser impartido en modalidades
escolarizadas y no escolarizadas, y a lo largo de toda la vida.
En el Programa preparatorio de
Agenda 21 se expresó que una prioridad mayor es la reorientación de la Educación
hacia el desarrollo sostenible, mediante el tratamiento de cuestiones del medio
ambiente y el desarrollo en sus programas educativos.
Cuba se ha hecho eco en el mundo y desde el informe
presentado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz
en la cumbre de Río en el año 1992, se han intensificado las acciones para
elevar la cultura de protección de la naturaleza, traducido en un término mucho
más reciente conocido como medio-ambiente: con el objetivo de pensar
globalmente para actuar localmente.
La política ambiental en Cuba
se encuentra trazada en la Ley 81 del Medio Ambiente donde quedan plasmados
todos los por cuantos y por tantos de la política ambiental en Cuba donde se
expone todo lo concerniente a los principios, conceptos básicos y objetivos a
dar cumplimiento por parte de todos los ciudadanos y las instituciones con
respecto al cuidado de la naturaleza. (Gaceta Oficial, 1997)
La Estrategia Nacional de
Educación Ambiental propicia la identificación de los principales problemas
para el desarrollo de la Educación Ambiental en Cuba y el establecimiento de
sus líneas de trabajo, contribuyen a la orientación del trabajo de educación
ambiental en el país y su contribución al cumplimiento de los objetivos
establecidos (Colectivo de autores, 1997).
El proceso docente educativo que se desarrolla en la
Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara presta una gran atención a la Educación Ambiental y la formación humanista del estudiante, valores propios de
la carrera que están en correspondencia con los modos de actuación del modelo
del profesional y forman parte del proceso de enseñanza aprendizaje. La
relación entre el humanismo y la medicina parte de una concepción filosófica y
al mismo tiempo como exigencia práctica de la profesión médica. El análisis de
esta cuestión se encuentra relacionado con la confrontación del hombre a la
realidad concreta que le toca vivir, la solución de problemas y la superación
de dificultades.
El Humanismo marxista: parte de la comprensión del hombre
concreto, donde las transformaciones de las relaciones sociales constituyen la
base para la lucha, en su posible emancipación, la cual adquiere un carácter
científico, clasista, revolucionario y práctico. Humanismo se refiere al
sistema de conceptos relativos al hombre, es decir, una filosofía que a través
de su concepción del mundo proporciona una interpretación de la naturaleza
humana y del tratamiento de los asuntos humanos. Reconoce el valor del hombre
como persona y su bienestar como criterio supremo de valor.
El humanismo como
exigencia práctica de la profesión médica se encuentra estrechamente
relacionado con la educación ambiental debido a que la Medicina es un sistema
de conocimientos científicos y una actividad práctica dirigida a la
conservación y restablecimiento de la salud del hombre, a la prevención y
tratamiento de las enfermedades. Por su contenido la profesión médica está
encaminada a elevar cualitativamente la calidad de la vida de las personas, su
mejoramiento, disfrute y capacidad de adueñarse de determinadas relaciones
sociales, las cuales deben estar en un constante equilibrio con el medio
ambiente.
La aplicación práctica del humanismo en la formación
médica está en correspondencia con lo señalado en el Programa Nacional para la
Educación Ambiental el cual tiene como uno de sus principios la interdisciplinariedad que contribuye a la
cultura integral, a la preservación de la salud y a la formación de una
concepción general del medio ambiente, al desarrollar un pensamiento humanista,
ambientalista y científico que permita al estudiante adaptarse a los cambios del contexto y
abordar los problemas de interés ambiental desde la óptica de varias
disciplinas desde la asunción de
actitudes críticas y responsables ante las políticas sociales y
ambientales.
Para el desarrollo de la
educación ambiental es necesario: perfeccionar y actualizar el tratamiento de
la dimensión ambiental, con un carácter interdisciplinario, en los planes y
programas de las diferentes educaciones. Promover la elaboración de textos y
materiales didácticos que sustenten el proceso de perfeccionamiento curricular.
Perfeccionar y actualizar el tratamiento de la dimensión ambiental, con un carácter interdisciplinario, en los currículos de las universidades,
programas y proyectos de investigación y extensión universitaria. Fomentar el perfeccionamiento de los docentes, incorporando los conceptos y
metodologías de la educación ambiental para el desarrollo sostenible en los
programas de actualización y formación permanente.
La educación ambiental ha de
integrarse a los centros universitarios a través de las diferentes disciplinas.
Los diferentes programas y estrategias de educación ambiental han de tener un
resorte muy importante en el profesorado de forma tal que los mismos consideren
desde el proceso docente educativo propuestas
que sean flexibles y que constituyan herramientas útiles para que se
fortalezca la conciencia estudiantil
sobre la problemática ambiental y la capacitación necesaria para trabajar a
favor del cuidado y la conservación del medio ambiente, más cuando en el perfil
profesional del egresado de la carrera de medicina debe estar preparado para
brindar una atención integral al paciente, la familia y la comunidad en función
de la promoción, prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación con un
enfoque biopsicosocial ambientalista.
En la Agenda 2030 se hace
referencia a una educación ambiental con un carácter interdisciplinario,
transversal capaz de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de
calidad y promover, oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para
todos. A su vez, se destaca el importante rol que desempeña la educación en
el cumplimiento de los objetivos del desarrollo sostenible, no sólo porque
atraviesa de manera transversal a cada uno de ellos, sino porque el objetivo N°4 “Garantizar una
educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de
aprendizaje durante toda la vida para todos”, explica en una de sus metas.
(UNESCO, 2020)
Durante el desarrollo del proceso de
formación inicial de los estudiantes de medicina se debe perfeccionar el
trabajo para profundizar en el tratamiento del sentimiento humano ante la
naturaleza y el medio que le rodea, este sentimiento al manifestarse en una
actitud responsable hace que se armonicen las relaciones de
ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, sólo así se logra uno de los
objetivos principales de la educación ambiental. La verdadera profesionalidad
del estudiante de medicina se muestra en la comprensión del deber profesional,
en la actitud humana y responsable ante el medio ambiente, cumpliendo el
principio de cuidar el medio natural que les dio la vida.
En tal sentido es significativo el papel que deben
desempeñar los profesores de las Ciencias Médicas en cuanto a una mayor
profundización en el enfoque humanista de las diferentes disciplinas y
asignaturas relacionados con la educación ambiental, las relaciones
interdisciplinarias que deben establecerse en su vinculación con los problemas
de la vida y el trabajo, debe proporcionar una convivencia
armónica y equilibrada con el medio ambiente.
La educación ambiental ha de
concebirse como un proceso de orientación del aprendizaje del estudiante por
parte del docente que propicia las condiciones y crea las situaciones de
aprendizaje en las que el estudiante construye sus conocimientos y valores que
le permiten una actuación humanista, responsable y de compromiso social ante el
cuidado del medio ambiente. El docente en tal sentido asume entonces una
función orientadora en la construcción de los conocimientos y valores en los
estudiantes.
Es evidente que la educación ambiental debe dirigirse a
los estudiantes de medicina en correspondencia con sus necesidades, intereses y
motivaciones, fomentando de tal manera su participación en los diferentes escenarios
formativos, de forma tal que desarrollen el sentido del humanismo y la
responsabilidad hacia el medio ambiente desde lo curricular hasta las
diferentes áreas de salud.
Ciertamente, la educación
ambiental no sólo debe llevar al conocimiento de los fenómenos ambientales, ni
la comprensión de sus causas y fuentes que condicionaron su surgimiento y
desarrollo, sino también, debe formar al individuo con una nueva conciencia y
actitud humanista hacia la vida, con patrones de conductas y un sentido de responsabilidad
acorde a las exigencias históricas de un proyecto social que posea como premisa
la conservación y protección del medio ambiente. Existen varios estudios
analizando los estilos de aprendizaje de los estudiantes de las carreras de
medicina lo más relevante relacionado con la educación ambiental es que define
la capacidad formar valores en correspondencia con su función social.
Esta concepción tiene una importancia medular en los
momentos actuales en el que Cuba ha emprendido cambios en su política
educacional, La Estrategia Ambiental del Ministerio de Educación
Superior (MES) ha propiciado avances en el tratamiento de esta problemática en
los procesos sustantivos que tienen lugar en la Educación Superior.
En cuanto a los documentos
normativos emitidos por la comisión de la carrera de Medicina de la Universidad
de Ciencias Médicas de La Habana, la estrategia de Salud Pública y Formación
Ambiental va dirigida a la asignatura Salud Pública como disciplina rectora, la
misma tiene como objetivo desarrollar la dimensión ambiental en el currículo de
la carrera de medicina con un carácter interdisciplinario con vistas a
fortalecer la Educación Ambiental en correspondencia con el papel salubrista
del profesional de la salud en su formación integral y acorde al desarrollo
sostenible que exige la humanidad en cada contexto social.
En esta estrategia se integran
una concepción científica, una posición ideológica y un enfoque socio biológico
de la medicina que sobre la base de teorías, leyes y principios de la Salud
Pública, se promueve además, en el futuro egresado el desarrollo de
capacidades, intereses, actitudes y conductas humanistas y responsables en función de mejorar el estado de salud de
la población en un constante equilibrio con el medio ambiente, es de destacar
que la mayoría de las enfermedades que posee el ser humano son producto del
desequilibrio con la naturaleza, las relaciones irresponsables del hombre hacia
el medio ambiente ha originado en la actualidad una aumento considerables de
las enfermedades.
La estrategia curricular de
medio ambiente en la carrera de Medicina
constituye una guía de acción cuyo propósito es que los futuros profesionales
que adquieran los conocimientos y las habilidades necesarias de acuerdo con el
objeto de su profesión, para resolver los problemas profesionales con criterio
de sostenibilidad y, que a su vez, desarrollen los valores, actitudes y
comportamientos que contribuyan a generar mayor conciencia y aprecio del medio
ambiente y fomentar su compromiso de protegerlo.
Específicamente en esta estratega las acciones orientadas
en la disciplina de Marxismo Leninismo se concretan al estudiar la dialéctica
materialista como un método o una herramienta para la comprensión y la
transformación de la realidad, así como el tratamiento de la dimensión
axiológica de la filosofía marxista- leninista en el análisis de la
contemporaneidad. En este sentido, los modos de actuación que se proponen
asociados al humanismo están en correspondencia con la estrategia de medio
ambiente propuesta en la carrera de Medicina:
·
Mostrar preocupación, interés por el cuidado y protección
del medio ambiente.
·
La defensa del medio ambiente a través de una actitud
responsable y humanista en el entorno social que se desenvuelve.
·
Promover la prevención de las enfermedades emergentes y
reemergentes concientizándolos sobre la importancia que tiene el cumplimiento
de las medidas de cuidado y control del ambiente en la prevención de estas
enfermedades.
De tal manera se tiene una estrecha relación con el proceso de salud que analiza los contenidos de las asignaturas que se
imparten en la carrera de Medicina, ofrecen posibilidades y potencialidades
para desarrollar en los estudiantes un profundo sentimiento de amor a la
naturaleza, al cuidado y protección del medio ambiente. La mejor salud existente puede
explicarse por las mejores condiciones de vida, pero cuando el medio ambiente
ya no satisface la necesidad humana la salud se reciente y las personas se ven
expuestas a agentes ambientales hostiles sean microorganismos, toxinas, la
salud se reciente aún más.
El trabajo metodológico desde
los colectivos de asignatura constituye un aspecto esencial para lograr la
efectividad en la incorporación de estos modos de actuación en la estrategia de
educación ambiental de la carrera. Esto implica un trabajo interdisciplinario
derivado del carácter sistémico del proceso docente y de la necesidad de
aportar los instrumentos de razonamiento, de contenido y de acción desde las
diversas disciplinas.
Una educación ambiental que asegure
el desarrollo de una conciencia ambiental y la apropiación de las habilidades y
competencias necesarias para actuar constructivamente, favorecerá con éxito su
formación profesional y los preparará para enfrentar los cambios y desafíos que
la vida les presenta y trabajar sobre la base de un futuro sostenible.
En este contexto, algunas de
las acciones educativas válidas para la educación ambiental de los estudiantes
de la carrera de Medicina se fundamentan en:
1. Desarrollo del proceso de
educación ambiental desde un enfoque sistémico, interdisciplinario y holístico,
propiciar a los estudiantes las herramientas para el autoaprendizaje en función
del auto reconocimiento, el autodesarrollo y la auto transformación con un
enfoque ambiental.
2. Realización de estudios diagnósticos y de
caracterización del medio ambiente que rodea la universidad y observar cómo las
condiciones del medio ambiente influyen en su protección o deterioro.
3. Elaboración de informes acerca de la existencia de
factores de peligro riesgo y vulnerabilidad que puedan afectar el medio
ambiente y proposición de medidas para su restauración y protección.
4. Elaboración y puesta en práctica de proyectos de
desarrollo local comunitario acerca de aspectos relativos al medio ambiente.
Estas acciones educativas
conducen al desarrollo de actitudes consientes y responsables ante el medio
ambiente. La profundización de los conocimientos sobre los problemas
medioambientales contribuye al desarrollo una conciencia ambiental, una
conducta humanista y responsable para alcanzar el desarrollo sostenible. Ello implica que estemos en presencia ante
uno de los retos del nuevo milenio: Estimular valores ambientales y
fomentar actitudes responsables críticas y constructivas en los futuros
profesionales.
La educación ambiental debe propiciar en el estudiante de
medicina un cambio de actitudes, una participación responsable en la gestión
social del ambiente y crear acciones adecuadas con su entorno, debe estar
dirigida al cambio de actitud y de comportamiento en correspondencia con el
grado de asimilación teórica y práctica del valor humanista y responsable que
debe asumir ante el cuidado y protección del medio ambiente.
La educación ambiental desde la concepción filosófica
ante los desafíos del nuevo milenio tiene un reto: la responsabilidad social de
la formación de los futuros profesionales partiendo de valores humanistas. Por
ello, ha de informar, motivar y encauzar la educación ambiental e incorporada
de forma acertada al desempeño profesional. Formar y enseñar al hombre implica,
asumir el debate antropológico, ético, ontológico y axiológico, además de
atender responsable y científicamente el desarrollo de sus potencialidades,
entre ellas el pensamiento, la inteligencia y la creatividad, la didáctica
general es un marco explicativo interdisciplinario indispensable, en ella
confluyen los aspectos filosóficos, psicológicos y sociológicos en la
enseñanza.
Conclusiones
Es necesario profundizar desde una concepción filosófica en la educación
ambiental del estudiante de medicina donde el humanismo y la responsabilidad
como valores regulen su accionar consciente y participativo para el cuidado y
protección el medio ambiente. Se trata de tomar partido por una opción viable para el futuro de la
humanidad y la naturaleza, una opción humana, que sólo es proporcionada por la
educación ambiental, como una alternativa de desarrollo integral del estudiante
de medicina que sea compatible con las características de su medio-ambiente. La puesta en práctica de la Estrategia Curricular
de Medio Ambiente constituye una guía de acción para que los estudiantes
desarrollen un criterio de sostenibilidad y, a su vez, desarrollen los valores,
actitudes y comportamientos que contribuyan a generar mayor conciencia y
compromiso de proteger y conservar el medio ambiente, fomentando de esta manera
una cultura de amor por la naturaleza.
Referencias Bibliográficas
Colectivo
de autores. (1997). Estrategia Nacional
de Educación Ambiental. Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente
(CITMA). Ediciones GEO. La Habana.
Colectivo
de autores. (2020). Programa Nacional de Educación Ambiental para el Desarrollo
Sostenible. Ministerio de Ciencia Tecnología y Medio Ambiente. La Habana.
Dul, B. ,
Campos Maura, E. ., & Veitía Arrieta, I. (2020).
Estudio comparado de los sistemas educacionales rurales cubano y cambodiano. Horizonte Pedagógico, 9(3),
36–54. Recuperado a partir de http://www.horizontepedagogico.rimed.cu/index.php/hop/article/view/161
Fabelo Corzo, J. R.
(1979). Práctica, conocimiento y valoración,
Editorial Ciencias Sociales, La Habana.
Gaceta
Oficial (1997). Ley 81. Ley del Medio Ambiente. Nro. 7. Disponible en: https://www.gacetaoficial.gob.cu.
Lenin V.I. (1974). Materialismo
y Empiriocriticismo. Primera
Edición. Capítulo II.
Editorial Progreso, Moscú.
Sánchez Vázquez, A. (2004). A tiempo y Destiempo. Editorial Ciencias
Sociales, La Habana.
UNESCO. (2020). Agenda 2030 y Objetivos Desarrollo Sostenible. La
Habana
Contribución de los autores
No. |
Roles
de la contribución |
Autor
1 |
Autor
2 |
Autor
3 |
1.
|
Conceptualización |
40% |
30% |
30% |
2.
|
Análisis
formal |
40% |
35% |
25% |
3.
|
Investigación |
50% |
20% |
30% |
4.
|
Metodología |
45% |
30% |
25% |
5.
|
Supervisión |
60% |
40% |
|
6.
|
Visualización |
50% |
25% |
25% |
7.
|
Redacción
– borrador original |
50% |
25% |
25% |
8.
|
Redacción
– revisión y edición |
50% |
25% |
25% |
Declaración de originalidad y
conflictos de interés
El/los autor/es declara/n que
el artículo: Apuntes
filosóficos para una educación ambiental
Que el artículo es inédito, derivado de investigaciones y no está postulando para su publicación
en ninguna otra revista simultáneamente.
Que se acepta tanto la revisión por pares ciegos como las posibles correcciones del
artículo que deban hacerse tras comunicarle/s la oportuna
disconformidad con
ciertos
aspectos
pertinentes
en su
artículo.
Que en el caso de ser aceptado el artículo, hará/n las oportunas correcciones en el
tiempo que se
estipule.
No
existen compromisos ni obligaciones financieras con organismos estatales ni privados que puedan afectar el contenido, resultados o conclusiones de la presente publicación.
A continuación presento los nombres y firmas de los autores, que certifican la aprobación
y conformidad con el artículo enviado.
Autor principal
Yudelmis Borrero Santisteban.
Coautor
Imirsy Valdivia Martínez.2
Coautor
Eliecer Vladimir
Portal Caro
Revista Científica Pedagógica “Horizonte Pedagógico”. Vol. 11. No. 3. 2022 julio - septiembreArtículo de investigación |