Introducción
El proceso de enseñanza – aprendizaje (PEA) en la
educación superior está en constante renovación, en aras de cumplir con las
exigencias que se plantean para la formación de los profesionales.
La clase, como forma de organización del PEA, constituye
un espacio donde confluyen estudiantes y profesores, lo que permite un proceso
de comunicación, que a la vez que se lleva a cabo el aprendizaje de los
contenidos de la enseñanza, se realiza una labor educativa para incidir en la
formación de la personalidad de los estudiantes, elementos estos que deben
estar interconectados.
En los cursos por encuentro, la clase encuentro,
como forma fundamental del PEA; permite detectar diferentes problemáticas en
los estudiantes que interfieren en la formación como profesionales. Se puede
detectar inseguridad en los estudiantes, desmotivación por algunas asignaturas,
poca independencia cognoscitiva, barreas en la comunicación entre el profesor y
los estudiantes y entre los propios estudiantes, tendencia a la ejecución en la
realización de las tareas de aprendizaje; entre otras (Alfonso y Serra, 2016; Rodríguez,
2018; UAH, 2020; González, 2022).
Todas estas problemáticas son susceptibles de
atención por los profesores para revertirlas y cumplir con su rol profesional. Se
hace necesario, conocer las particularidades de la orientación educativa que se
brinda a los estudiantes en el PEA para ajustar de manera individualizada y
colectiva la labor educativa con los jóvenes en formación.
Desde este punto de vista, constituye una
necesidad conocer las particularidades que tiene este proceso lo que lo
convierte en una prioridad en el quehacer pedagógico y didáctico de los
profesores en las aulas de los cursos por encuentro.
Han sido varios los estudios en el tema de la
orientación educativa que dejan ver su relación con el proceso de formación
profesional. Se han abierto nuevos caminos a la reconceptualización de los
fundamentos y la práctica de la orientación educativa en la educación superior.
Entre estos estudios se encuentran autores como González y Alfonso (2018)
quienes abordan la necesidad de la orientación educativa en el proceso de
enseñanza-aprendizaje y la realización de acciones orientadoras como parte del
rol profesional del docente.
Asimismo, González-Benito (2018); González et al
(2019) y Comisión Europea et al, 2019) coinciden en plantear que la orientación
educativa debe propiciar la vinculación activa de los estudiantes ante la
solución de las necesidades de orientación en el proceso educativo.
Estas investigaciones han dejado una brecha
importante para el estudio de la orientación educativa en el PEA, partiendo de
sus fundamentos. Persiste la orientación educativa empírica y fragmentada en
las aulas que no se sustenta sobre la base de una caracterización que mida
realmente indicadores relacionados con la orientación educativa en el PEA.
El objetivo del presente estudio es determinar las
particularidades de la orientación educativa en la clase encuentro, tomando
como base un sistema de indicadores para su caracterización en el segundo año
de la Licenciatura en Educación
Primaria en la Universidad Agraria de La Habana.
Materiales y métodos
Se aplicaron como métodos teóricos el histórico-lógico
que permitió realizar un análisis lógico de los acontecimientos y sucesos que
condicionan la orientación educativa en la clase encuentro. El método
analítico-sintético hizo posible la interpretación de la información obtenida y
la elaboración de síntesis conclusivas, en el plano teórico. Se utilizó además
el método inductivo-deductivo para llegar a conclusiones generales a partir del
estudio del objeto en casos particulares.
En el plano empírico se aplicaron técnicas
de recogida de información a profesores y estudiantes, como la encuesta a estudiantes y profesores,
entrevista a profesores y observación a la clase encuentro.
El análisis de los resultados de la aplicación de los
instrumentos se realizó de manera triangulada, teniendo en cuenta el
comportamiento de los indicadores en los diferentes métodos y fuentes
utilizadas para la caracterización de la orientación educativa en el PEA de segundo año de la Licenciatura
en Educación Primaria del Curso por encuentro en la Universidad Agraria de La
Habana.
Los indicadores fueron evaluados en los siguientes niveles: bajo (1),
medio (2) y alto (3). Se utilizó la estadística descriptiva (mediana) para el
análisis de la información recogida. Los datos obtenidos fueron valorados desde el punto de vista cualitativo.
La investigación se llevó a cabo con un grupo de estudio
formado por 9 estudiantes y 6 profesores del 2do año de la Carrera de
Licenciatura en Educación Primaria en el curso 2021-2022, perteneciente al
Curso por encuentro en la Universidad Agraria de La Habana
Resultados y discusión
La clase
encuentro, marco para la orientación educativa a los estudiantes
La clase
encuentro como forma de organización para lograr una mayor efectividad y
eficacia en el trabajo independiente de los estudiantes, constituye la forma
básica para desarrollar los programas de la educación superior en los cursos
por encuentro (MES, 2018). A través de ella se concretan los objetivos
planteados en los planes y programas de estudio.
Esta forma de
organización del PEA según Hedesa (2000); Alfonso, et al (2011) y Marín et al (2018)
es la forma de organización de las actividades docentes, básicamente utilizada
en la educación superior, en función de los objetivos del programa de una
asignatura, que posibilita orientar y controlar el aprendizaje de los
contenidos teórico-práctico de los estudiantes, desarrollando habilidades de
estudio independiente y autodidactismo a la vez que contribuye a la formación
de la conciencia del valor social de su profesión.
La clase
encuentro es el tipo de clase que tiene como objetivos aclarar las dudas
correspondientes a los contenidos y actividades previamente estudiados por los
alumnos; debatir y ejercitar dichos contenidos y evaluar su cumplimiento; así
como explicar los aspectos esenciales del nuevo contenido y orientar con
claridad y precisión el trabajo independiente que los estudiantes deben
realizar para alcanzar un adecuado dominio de éstos.
La misión más
importante que tiene el profesor en la clase encuentro es contribuir al
desarrollo de la independencia cognoscitiva de los estudiantes y, a su vez,
favorecer el desarrollo de valores que lo potencien. (MES, 2018).
En este
sentido se puede afirmar que el encuentro constituye un espacio puntual,
temporal, de interacción directa entre los estudiantes y profesores, es lo que
le da la posibilidad al intercambio de problemáticas tanto de saberes como
aspectos personales que estén incidiendo en el aprendizaje de los estudiantes y
no permitan el desarrollo profesional e integral de los mismos.
El profesor
universitario, aún en los modelos pedagógicos más humanistas; constituye la
figura directora del PEA. El accionar del docente, garantiza el accionar de los
estudiantes. En este sentido la orientación educativa juega un papel
fundamental para el crecimiento personal de los alumnos y su adaptación a las
exigencias de la clase encuentro y de su formación profesional.
Esto no se
limita solamente a ayudar al estudiante a resolver sus conflictos, sino que
busca el crecimiento personal de ese individuo. El propósito de contribuir a su
realización como profesional involucra la orientación educativa como un proceso
importante dentro del PEA (González y Alfonso, 2018).
En este
sentido “la clase
se convierte en un espacio socio psicológico y pedagógico especial para la
orientación educativa” (Paz, Gámez y Vinent, 2016, p. 9), y mucho más en la
actualidad, donde los enfoques de la orientación la revelan como eje
transversal del currículo, presente en los actos que emprende el docente en el
contexto escolar y extraescolar (Molina y De Luca, 2009). De esta manera se
contribuye al logro de las exigencias que plantea la educación superior al PEA,
destacando la determinación de las necesidades como un paso importante dentro
del proceso.
Sobre la base
del estudio de los referentes teóricos se define la orientación educativa en el
PEA como relación de ayuda entre el profesor y los estudiantes que permite
dinamizar el diagnóstico, la intervención y el seguimiento en la clase En este
proceso se manifiestan tres dimensiones importantes: vínculo interpersonal,
diagnóstico interventivo y despliegue de los estudiantes en la clase para su seguimiento.
Para el estudio de la orientación educativa en el PEA y sus dimensiones se
asume el sistema de indicadores propuesto por González et al (2019) para
caracterizar la orientación educativa en el PEA, que se exponen a continuación:
I. Vínculo interpersonal:
1. Empatía:
ponerse en el lugar del otropara lograr la compresión mutua.
2. Aceptación:
estimación incondicional del profesor a los estudiantes.
3. Autenticidad:
legitimidad y naturalidad en la relación profesor- estudiantes.
II. Diagnóstico interventivo.
4. Diagnóstico del desarrollo actual:
determinación conjunta entre el profesor y el estudiante del nivel de
desarrollo alcanzado por estudiante.
5. Diagnóstico del desarrollo potencial:
determinación conjunta de la zona de desarrollo próximo.
6. Cooperación para la actualización de los
recursos personales: participación del profesor y el estudiante en la
activación de las herramientas necesarias para la realización de la tarea
docente.
7. Mediación: apoyos que utiliza el
profesor para la autorregulación del estudiante en la tarea docente.
8. Coordinación grupal: vías que utiliza
el profesor para que los estudiantes se centren en la tarea docente.
III. Despliegue de los estudiantes en la clase para su
seguimiento
9. Interacción con el profesor para la
determinación de las estrategias que utilizará el estudiante en la tarea
docente
10. Confrontación de la ejecución con lo
planeado
11. Reajustes y correcciones de la tarea docente.
Determinación de
la necesidadde
orientación educativa en la clase encuentro.
Después de
aplicados los instrumentos y triangulados sus resultados, se
corroboran las dificultades y potencialidades para la orientación educativa en
la clase encuentro del grupo tomado como muestra.
El análisis
de los indicadores arrojó que:
La empatía como primer indicador a valorar, tiene una
manifestación evidente en las clases del segundo año de la Licenciatura en
Primaria. Los profesores saben mantener una comprensión mutua con los
estudiantes y viceversa.
Por lo antes planteado este indicador puede apreciarse en la capacidad
del profesor para mantener el vínculo interpersonal con el estudiante.
Este indicador se encuentra en el nivel medio (2) porque los profesores
establecen esa relación empática con pocos estudiantes, no se observa ese
comportamiento en todos los casos que lo necesitan para poder comprender las
necesidades de orientación.
La aceptación es uno de los indicadores más deprimidos, se encuentra en
un nivel bajo (1). No se aprecia la aceptación de las características del
estudiante, como una manifestación de la diversidad en el contexto del aula. Es
significativo señalar que ese indicador fue valorado por los propios profesores,
sin presencia en su quehacer.
El indicador autenticidad aparece en un nivel medio (2). Los profesores
se muestran con autoridad, como el profesional que dirige el proceso, lo que
limita la relación con el estudiante. Existen espacios en la clase donde el
profesor se muestra legítimo y entonces mejora el vínculo.
Por las
características de la enseñanza primaria, teniendo en cuenta que en la muestra
todos los profesores de este grupo trabajan también en esa enseñanza, se
aprecia una relación de paternalismo con los estudiantes, lo que puede
impresionar como una falsa empatía y aceptación, además de un comportamiento
sobreactuado en el proceso de enseñanza aprendizaje.
Este particular
está relacionado con la cultura de la profesión de maestro, siempre tratan con
amor a sus niños y justifican sus acciones.
En relación con el indicador diagnóstico del desarrollo actual se destaca
como el 100% de los profesores de la muestra, tienen conocimiento de las particularidades
de sus estudiantes, incluyendo las necesidades de orientación educativa.
Los profesores plantean
que el diagnóstico no es planificado, pero son conscientes de las debilidades y
fortalezas en los estudiantes a partir de las observaciones sistemáticas en la
clase encuentro, pues este es un espacio donde el estudiante demuestra lo que
sabe, lo que no y las dificultades que ha tenido para aprender debido a sus
estrategias de aprendizaje, entonces, eso revela muchos aspectos de su
personalidad.
La orientación educativa se hace fuera de la clase, de acuerdo a lo que
se observó en esta. No se aprovechan los diferentes momentos de la clase
encuentro para hacer orientación educativa, no se actúa inmediatamente que
aparece la problemática del estudiante. El diagnóstico no es potenciador. Por
estas manifestaciones el indicador alcanza el nivel medio (2).
En cuanto al indicador diagnóstico del desarrollo potencial
necesario destacar que está en el nivel bajo (1). La determinación de la zona
de desarrollo próximo tiene dificultades. Los profesores conocen el concepto,
pero no saben llevarlo a la práctica.
Por su parte el indicador cooperación para la actualización de los
recursos personales, no
cuenta con la interacción profesor-estudiante. En la primera parte de la clase
encuentro el profesor señala las dificultades del estudiante para que las erradique,
pero no potencia al estudiante ni al grupo para solucionarlas en la clase. Este
indicador aparece en el nivel bajo (1).
La mediación como indicador que se concreta en la utilización de procedimientos educativos individualizados
en la clase mediante los niveles de ayuda, se encuentra en el nivel
medio (2). El apoyo al estudiante se realiza sin tener en cuenta el grado de
independencia que debe ir alcanzando el estudiante.
Priman en este grupo los niveles de ayuda de correcciones, estímulos y castigos,
por lo que no se interviene para potenciar al estudiante.
El 100% de los profesores refirió realizar acciones de orientación
educativa en sus clases, aludiendo a conversatorios grupales que se realizan
antes de comenzar la clase encuentro, pero estas no constituyen acciones de
orientación educativa en el PEA, pues no están vinculadas a la actividad de
aprendizaje del estudiante,
El 30% refirió utilizar procedimientos educativos de orientación
individual en el PEA para mediar en la autorregulación del estudiante en las situaciones
de aprendizaje, como alertas acerca de la independencia como rasgo de la
personalidad, apoyo en la comunicación ante el grupo y exhortaciones al
protagonismo estudiantil.
En las observaciones a clases se evidencia la carencia del uso de técnicas
de orientación educativa por los profesores. En este sentido no existe aún un
contenido en la preparación metodológica de los profesores que los instruya en
la utilización de procedimientos que permitan atender las necesidades de
orientación de los estudiantes.
El indicador coordinación grupal se encuentra en el nivel medio (2). Esta tiene un carácter
espontáneo y poco sistemático por parte del profesor, no se hacen llamados, no
se lanzan hipótesis al grupo para que los estudiantes se centren en la tarea de
aprendizaje, esto se corrobora en la primera parte de la clase encuentro donde
el estudiante demuestra lo que ha aprendido en su autopreparación.
La interacción para la determinación de las estrategias que utilizará
el estudiante en la tarea docente, apareció en el nivel bajo (1). No se observó la mediación del profesor para
que se establezcan interrelaciones entre los estudiantes para la discusión,
este aspecto se trabaja de forma individual.
El indicador confrontación de la ejecución con lo planeado se
encuentra en el nivel bajo (1), no se
planifican momentos en la clase encuentro para que los estudiantes confronten
lo que han hecho con lo planeado. El profesor no propicia esta
retroalimentación.
El indicador reajustes y correcciones de la tarea docente, se
ubicó en el nivel medio (2). Se pudo
constatar que los profesores son reiterativos en orientar a los estudiantes
acerca de la necesidad de ir constatando la corrección de su tarea con la de
otros compañeros, pero falta la interacción profesor-estudiante para lograrlo
con calidad. Las oportunidades que se brindan al estudiante para ser
independientes son bajo la mirada crítica del profesor, no se permite la
creatividad.
Es significativo señalar, que no se aprovechan todas las potencialidades
de la clase encuentro para establecer la relación de ayuda con el estudiante,
ni para facilitar su autodeterminación. Se trabaja de manera espontánea, el
profesor no tiene injerencia consciente en el crecimiento personal del
estudiante. El 50% de los estudiantes declara que le han permitido
autoevaluarse en la clase, el resto de los estudiantes considera que eso es
tarea del profesor.
La orientación del estudio independiente en la clase encuentro se realiza
mediante las guías de estudio que ya están pre elaboradas por el profesor. Las
orientaciones son generales, solo se permite que los estudiantes pregunten si
no entendieron alguna actividad de la guía.
En el gráfico siguiente se aprecia la irregularidad en la manifestación
de los indicadores entre el nivel 1 (bajo) y dos (medio), sin que ninguno
llegue al nivel 3 (alto). Esa representación y el análisis cualitativo
realizado indican la necesidad de la transformación de la orientación educativa
en el PEA.
Figura 1. Manifestación
de los indicadores de la orientación educativa en el PEA. (Elaboración propia)
La orientación educativa en el PEA se realiza con dificultades,
atendiendo a que la relación de ayuda no permite que se potencie el desarrollo
independiente y el crecimiento personal de los estudiantes desde las
actividades docentes. El tratamiento de este eje transversal en el PEA no se
realiza de acuerdo a los fundamentos que las Ciencias de la Educación han
concebido como ciencia constituida.
Conclusiones
La clase encuentro en la educación
superior, tiene potencialidades para favorecer el autoaprendizaje, la
autoevaluación, la independencia cognoscitiva y el crecimiento personal en los
estudiantes en la medida que se determinen las necesidades de orientación
educativa de los estudiantes.
El sistema de indicadores propuestos permitió determinar la necesidad de
orientación educativa en la clase
encuentro en el segundo año de la Licenciatura
en Educación Primaria, detectando potencialidades y dificultades para transformar
su tratamiento en el proceso de enseñanza
aprendizaje.
Las transformaciones más apremiantes que determinan
la necesidad de orientación educativa en la clase encuentro se refieren a mantener
una comunicación empática, auténtica y de aceptación con todos los alumnos, problematizar
el diagnóstico del estudiante y que se genere cooperación entre el profesor y
el estudiante para actualizar los recursos personales de cada uno, así como la utilización de procedimientos educativos que permitan la
autorregulación del estudiante en el PEA.
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