La Edad de Oro: una propuesta axiológica para la educación en valores en la escuela primaria

La Edad de Oro: an axiological proposalfor values education in primary school

Recibido: 19/06/2023 | Aceptado: 11/08/2023 | Publicado: 28/08/2023

Lic. Ivette Iznaga Zerquera 1⃰ 

Lic. Maritza López Baez 2 

Alba Lidia Versón González 3

 

1* Escuela Primaria Luis Alfonso Silva Tablada, 10 de Octubre La Habana, Cuba, ivetteiznaga2@gmail.com  ID ORCID http://orcid.org/0009-0004-5276-3883  

2. Escuela Primaria Vo Thi Thang, Playa, La Habana. Cuba. maritzalopez4@gmail.com  ID ORCID http://orcid.org/0009-0004-0530-908X  

3 Profesora Titular Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, La Habana. Cuba. albalverson1@gmail.com ID ORCID http://orcid.org/0000-0003-1803-8528   

 


Resumen:

La ética martiana sirve de guía en la vinculación establecida entre los objetivos de la organización pioneril primario  y los del modelo estructurado para dicho nivel educacional siendo el texto martiano “La Edad de Oro” una herramienta que el maestro debe conocer en sus potencialidades axiológicas pues sus contenidos y trabajados le brindarán amplias posibilidades para que la educación en valores resulte más eficiente, siendo el objetivo de este trabajo analizar el potencial axiológico de La Edad de Oro para la educación en valores en la escuela primaria cubana. Para desarrollar la investigación analizamos el uso del texto La Edad de Oro, el sistema de medios de enseñanza, la revisión de la bibliografía, así como otras vías para la preparación teórico- metodológica. Fue aplicado el método general Dialéctico Materialista con enfoque cualitativo, del método teórico: el histórico, lógico y sistémico, determinándose las regularidades del proceso de enseñanza aprendizaje de La Edad de Oro. Se aplicó un sistema de métodos empíricos basados en la observación, estudio de documentos, las encuestas, entrevistas, entre otros. Los resultados arrojan que se aborda de manera insuficiente la axiología desde el modo de razonar histórico social y sus definiciones asociadas. La ética martiana es guía en lo que a la educación en valores se refiere y La Edad de Oro adquiere especial significación como una forja de valores modelados por el fuego de la sensibilidad por lo que el docente, encuentra en La Edad de Oro un rico e insustituible venero axiológico para la educación en valores.

Palabras clave: La Edad de Oro. Axiología. Educación. Valores. Historia. Primaria.

 

Abstract:

Martí's ethics serves as a guide in the link established between the objectives of the primary pioneer organization and those of the structured model for said educational level, with Martí's text “The Golden Age” being a tool that the teacher must know in its axiological potentialities because its contents and work will provide ample possibilities for education in values ​​to be more efficient, the objective of this work being to analyze the axiological potential of The Golden Age for education in values ​​in Cuban primary schools. To develop the research we analyzed the use of the text The Golden Age, the teaching media system, the review of the bibliography, as well as other ways for theoretical-methodological preparation. The general Dialectical Materialist method was applied with a qualitative approach, the theoretical method: historical, logical and systemic, determining the regularities of the teaching-learning process of The Golden Age. A system of empirical methods based on observation, study of documents, surveys, interviews, among others. The results show that axiology is insufficiently addressed from the social-historical way of reasoning and its associated definitions. Martí's ethics are a guide when it comes to education in values ​​and The Golden Age acquires special significance as a forging of values ​​modeled by the fire of sensitivity, so the teacher finds in The Golden Age a rich e irreplaceable axiological source for education in values.

Keywords: The Golden Age. Axiology. Education. Values. History. Primary.


 

Introducción

Cuando se habla en Cuba de educación en valores es imprescindible considerar  la tradición heroica de lucha del pueblo cubano para lograr y mantener su independencia y soberanía, lo cual, sin obviar por supuesto los factores objetivos,   es el resultado de la labor educativa desplegada por grandes filósofos y maestros como José A. Caballero, Félix Varela, José de la Luz y Caballero, Rafael María de Mendive, José Martí y Enrique José Varona, entre otros, los cuales fueron capaces de educar a varias generaciones  en el significado mismo  de la democracia, el patriotismo, la libertad y la intransigencia ante lo mal hecho.

La importancia de que los niños reciban una adecuada educación, rica en valores, que los forme como hombres íntegros, capaces de asumir los retos de la época que les tocó vivir, está presente en las siguientes palabras de Martí (Martí, 1875, p. 261): “El fin de la educación no es hacer, al hombre nulo por el desdén o el acomodo imposible al país en que ha de vivir, sino prepararlo para vivir bueno y útil en él.”

Complementando lo anterior, dice Enrique José Varona:

Hacer de un niño un hombre, es tomar un organismo en vías de crecimiento, y vigilarlo y conducirlo hasta su perfecto desarrollo; sorprender los primeros destellos de una perfección rudimentaria, y dirigirla y llevarla hasta la cabal y hermosa florescencia de un entendimiento cultivado; asistir a los primeros vagidos del deseo, y no abandonarlos hasta formar de él una voluntad recta y enamorada de lo justo y de lo bello. Tomar, en fin, un ser imperfecto, dañado tal vez por vicios de conformación, inficionado del virus de funestas predisposiciones, y con ciencia de perito y esmero de artista y amor de madre, hacer de él un ser, si no perfecto, tal que debidamente armonizado, encuentre en el juego normal de sus funciones el equilibrio necesario para obtener plenitud de vida dentro de su especie, y poderla trasmitir con creces a una nueva y más fuerte y bella e inteligente y virtuosa generación.(Varona, 1963, p18)

Para Luz, Varela, Mendive, Martí y Varona, cuando de educación se trata, y de educación en valores en particular, más que predicar o decir, es necesario obrar. “Evangelio vivo” especifica Luz y Caballero que ha de ser el maestro. Es pues la educación una labor dinámica, que, sin desconocer sus raíces histórico sociales en un ámbito específico, valora las circunstancias y requerimientos del presente y se proyecta hacia el futuro, siempre con miras al bienestar y mejoramiento del ser humano, tanto individual como colectivamente.

La nación cubana ha contado siempre con destacados hombres de pensamiento y acción, cuyos principios y ejemplos, aún vigentes, han contribuido de manera significativa a la eficacia de la labor educativa. Así, uno de los criterios fundamentales del pueblo cubano para hacer avanzar su proyecto social democrático radica en la afirmación martiana de “ser cultos es la única forma de ser libres”. Y para la práctica internacionalista, ¿puede haber fundamento más sólido que este otro postulado del Apóstol: “patria es humanidad”? Igualmente, en La historia me absolverá (1953), el Comandante en Jefe Fidel Castro expresó:

Pero hay una razón que nos asiste más poderosa que todas las demás: somos cubanos, y ser cubano implica un deber, no cumplirlo es crimen y traición. Vivimos orgullosos de la historia de nuestra patria; la aprendimos en la escuela y hemos crecido oyendo hablar de libertad, justicia y de derechos. Se nos enseñó a venerar desde temprano el ejemplo glorioso de nuestros héroes y de nuestros mártires. Céspedes, Agramonte, Máximo Gómez y Martí fueron los primeros nombres que se grabaron en nuestro cerebro. (Castro, 1969, p 93)

Después del triunfo de la Revolución, y cumpliendo lo planteado por Fidel Castro en La historia me absolverá, se arremetió en Cuba contra las lacras y vicios que atentaban contra los valores que deben regir en la conciencia y conducta de todo ser humano digno, íntegro y cabal. Se han realizado grandes esfuerzos para perfeccionar el Sistema Nacional de Educación lo que nos sitúa en una posición privilegiada con respecto a otros países de América Latina; de modo que se convierte en reto para los pedagogos la búsqueda de nuevas concepciones y enfoques para elevar la calidad del proceso de enseñanza-aprendizaje y fomentar los valores por los cuales se luchó en las guerras independentistas (Bombino y Jiménez, 2019).

Pero en el mundo de hoy, sumergido en la globalización neoliberal, prevalece una sociedad en la que muchos valores tradicionales han caído en crisis, formándose a su vez nuevos referentes valorativos. Con la globalización neoliberal, indica la Dr. C. Lissette Mendoza (2000, p 2), “se potencia la cultura de consumo y se consume la cultura”; esto provoca una agresión a la identidad nacional y a su vez produce el desmontaje de los valores que se consideraban eternos, trayendo consigo la denominada crisis de valores.

Cuba no está exenta de estos problemas: como consecuencia del hostigamiento que por más de 60 años ha sufrido de parte de los Estados Unidos y las nefastas consecuencias del neoliberalismo en los más diversos órdenes de la vida, que con mayor o menor intensidad han repercutido en todo el orbe, se dan también en este país contradicciones en la esfera espiritual. De aquí que la Revolución en general, y los ministerios de educación en particular, han elevado a un primer plano todo lo referente a la formación integral de niños y jóvenes como continuadores del proceso revolucionario, y para lograrlo la educación en valores se ha convertido en componente, esencia y finalidad de la educación cubana, por esto el fin de la Escuela Primaria de nuestro país, expresa:

Contribuir a la formación integral de la personalidad del escolar, fomentando, desde los primeros grados, la interiorización de conocimientos y orientaciones valorativas que se reflejan gradualmente en sus sentimientos, formas de pensar y comportamiento, acorde con el sistema de valores e ideales de la Revolución Socialista. (MINED, 2004, p7)

Ahora bien, entre los diversos elementos (familiares, sociales) que inciden en la educación en valores, nos interesa destacar el que desempeña el sistema escolar cubano; y dentro de este sistema, el nivel primario. Pero no se trata solamente de estar conscientes del papel fundamental que juega la institución en general, y la primaria en particular, en la educación en valores, sino que, precisados los valores cuya educación nos proponemos (dignidad, humanismo, patriotismo, solidaridad, honestidad, honradez, responsabilidad, laboriosidad…), es imprescindible garantizar los factores, actividades, métodos y procedimientos que coadyuven al mejor resultado del trabajo educativo.

Este resultado puede lograrse si la educación político - ideológica está bien concebida, dirigida y ejecutada; si el maestro está convencido de que debe constituir para sus alumnos un ejemplo a imitar; si se propicia el protagonismo estudiantil; si la organización escolar es la adecuada; si en la clase, piedra angular de las actividades educativas, no se descuida el aspecto axiológico en el contenido de las distintas asignaturas; si los métodos y procedimientos seleccionados según los objetivos propuestos, permiten al maestro influir, no solo en el plano cognitivo, sino también en los aspectos afectivos y conductuales de sus alumnos; si las organizaciones políticas y de masas de la escuela funcionan correctamente; si la institución no pierde el vínculo con la familia y la comunidad; si el proceso docente educativo está concebido, en fin, según anhelaba Martí: como una fragua de seres humanos dignos e integrales.

En la escuela primaria cubana, la ética martiana sirve de guía en la vinculación establecida entre los objetivos de la organización pioneril y los previstos en el modelo estructurado para dicho nivel educacional. De ahí la insoslayable necesidad de que el maestro se prepare debidamente para una eficaz labor educativa a partir del legado martiano, fuente inagotable de valores, no solo profundizando en el pensamiento, obra y significación axiológica del desempeño vital del Apóstol, sino también estudiando y seleccionando los métodos y procedimientos idóneos para desarrollar satisfactoriamente la educación en valores fundamentada en la ética martiana en el escolar primario, de modo que los aprenda, concientice y practique en su esfera vital, la que con el devenir del tiempo será cada vez más amplia, compleja y diversa.

Un texto martiano que el maestro debe conocer en sus potencialidades axiológicas lo constituye La Edad de Oro, cuyos distintos contenidos, adecuadamente escogidos y trabajados, le brindan amplias posibilidades para que su labor en cuanto a la educación en valores resulte más eficiente. De ahí que se proponga como objetivo de este trabajo: analizar el potencial axiológico de La Edad de Oro para la educación en valores en la escuela primaria cubana.

Materiales y métodos

La metodología de la investigación empleada se sustentó en el método Dialéctico Materialista con un enfoque cualitativo, cuyas características permitieron realizar un proceso secuencial, deductivo, probatorio y un análisis de la realidad objetiva, generalizando los resultados.

El proceso de investigación se realizó con una población de 20 profesores del nivel educativo primario que posibilita implementar el sistema de métodos empíricos. Se analizó y estudió profundamente los programas rectores, el programa de la disciplina Historia de Cuba y La Edad de Oro, el sistema de medios de enseñanza, la bibliografía impresa y digital, así como las vías para la preparación teórico - metodológica.

Se utilizan un sistema de métodos teóricos como el histórico y lógico para la explicación de los valores del desarrollo del proceso objeto de estudio y la revelación de su esencia, necesidades y regularidades en su devenir histórico así como en la formulación de conclusiones, la determinación de regularidades y tendencias del proceso de enseñanza aprendizaje del estudio de La Edad de Oro, el sistémico para establecer la relación de sistema entre todos los componentes y relaciones de la investigación. El análisis y la síntesis, la inducción y deducción, la abstracción y generalización, que permiten instrumentar un sistema de métodos empíricos basados en la observación, la revisión y estudio de documentos, las encuestas y entrevistas.

Como resultado de los métodos teóricos y empíricos se obtuvo como resultados que existe insuficiencias en la axiología desde el modo de razonar histórico social y sus definiciones asociadas tales como: valores, juicio de valor, ética, estética, relativismo moral entre otros. Se evidencia en la narrativa histórica una perspectiva más humana al mostrar su evolución a lo largo del tiempo, cómo han influido en las decisiones y acciones de individuos y sociedades.

Como resultado de los instrumentos aplicados se encuentran puntos coincidentes sobre las dimensiones e indicadores más afectados. Se registran como regularidades que el 70% de los diez indicadores se evaluaron en su mayoría de inadecuados.

Como tendencias se precisa el insuficiente conocimiento del objeto de estudio en cuanto a definiciones en torno a la axiología como: ciencia, conducta humana, valores, principios, cultura histórica, términos que son poco abordados en las actividades de trabajo metodológico, en documentos rectores, en la encuesta a profesores, en las observaciones a clases. Se muestra poco dominio de publicaciones e investigaciones realizadas sobre el tema, poco aprovechamiento de las potencialidades de la Historia de Cuba para tratar este objeto de investigación. Esto evidencia la necesidad de la preparación teórica.

En la dimensión procedimental se resalta que en todos los instrumentos aplicados, los indicadores están representados como inadecuados en mayor porcentaje. En la dimensión actitudinal se aprecia de inadecuado la preparación de estos en jornadas científicas, porque presentan temas relativos a contenidos históricos, pero no vinculados al tema que se investiga. Si es meritorio destacar la disposición de ellos para recibir la propuesta científica. Todo ello reclama la necesidad de una concepción teórico – metodológica para el tratamiento de la axiología desde el modo de razonar histórico social en la preparación de los docentes en el nivel educativo primario.

Para la realización de la propuesta se realizaron dos procederes: el criterio de especialistas y de usuarios, así como la comparación cuantitativa y cualitativa de los resultados de la variable principal de la investigación después de desarrollada la concepción que se propone.

Resultados y discusión

  1. Consideraciones generales acerca de los valores.

Al tratar La Edad de Oro como una propuesta axiológica para la educación en valores en la escuela primaria, es oportuno hacer previamente algunas consideraciones acerca de la categoría valores.

Específicamente, en cuanto a la categoría valores, el presente trabajo se adhiere a la definición de la Dra. Lissette Mendoza (2008): “Los valores son el significado que adquieren los objetos y procesos de la realidad para los individuos, grupos, clases, naciones…en el contexto de la realidad”. (p. 8)

Además, los valores:

Los elementos antes planteados sirven de apoyo metodológico y guía en la educación en valores, cuya definición de la Dr.C Lissette Mendoza (2007), se adopta en esta investigación por ser el más explícito en opinión de la autora:

“La educación en valores es el proceso complejo y contradictorio de transmisión y asimilación creadora de valores, como parte de la educación de la personalidad, que se desarrolla en condiciones histórico sociales determinadas y en el que intervienen diversos factores socializadores”.  (p.2)

  1. Aspectos esenciales del código ético martiano.

Cabe destacar un concepto básico: la coherencia y consecuencia entre la vida, el pensamiento y la obra de nuestro Héroe Nacional. Asimismo, es necesario considerar que el pensamiento martiano es expresión de una vasta y profunda cultura integral, de lo que resultan nexos que entrelazan las diversas esferas del conocimiento y el quehacer humano de los que se ocupa el Maestro. Por ejemplo, el humanismo, punto de partida de las concepciones éticas de Martí, no puede obviarse al estudiar su ideario político o sus criterios pedagógicos.

De la vida, pensamiento y obra de José Martí brotan como de manantial los valores en que ha de educarse al hombre desde la más temprana edad, si lo concebimos como un ser íntegro.

Así, por su relevancia axiológica, consideramos conceptos martianos como los que a continuación indicamos:

En esta cita “La persona con una educación moral, patriótica y revolucionaria, cuyos valores lo hagan estar acorde a las exigencias sociales como ciudadano cubano(Pérez, 2017, p 7), se demuestra que estas ideas pueden servir metodológicamente de punto de partida para un trabajo orientado a la búsqueda de las
claves martianas para la educabilidad moral del escolar primario.

Patriotismo y solidaridad internacional aparecen, pues, estrechamente vinculados en el pensamiento martiano. A finales del siglo XIX estos conceptos adquieren para Martí una nueva dimensión, un nuevo contenido: ser patriota e internacionalmente solidario es también ser antimperialista.

El Apóstol no solo teorizó sobre cuestiones como las antes expuestas, sino que trató de llevarlas a vías de hecho cuando la posibilidad se le presentaba (por ejemplo, en las Bases del Partido Revolucionario Cubano se aspira también a fomentar y auxiliar la independencia de Puerto Rico); y con su caída en Dos Ríos, culminó una trayectoria gloriosa en la que los principios se plasmaron en acción cotidiana.

  1. La Edad de Oro: obra literaria dedicada a los niños de América.

 En lo que específicamente a la educación concierne, en la obra martiana constatamos la presencia de ideas reiteradas que establecen vínculos, dependencias generales, esenciales, duraderas, que se repiten entre los fenómenos de la realidad objetiva.

Dichas ideas, de las cuales el Maestro derivó determinadas pautas a seguir referidas a cómo educar, son consideradas como regularidades que por su vigencia y el carácter desarrollador que poseen son aplicables a la educación en el país.

Las regularidades presentes en la obra martiana referidas a la educación de las futuras generaciones, que insistía era necesario formar para vivir en la nueva sociedad a que aspiraba, guardan estrecha relación con el concepto o finalidad superior de la educación por él definido: formar un hombre bueno, preparado para la vida, que se proyecte en la sociedad   como un puente desarrollador, transformador. Estas regularidades, al armonizar con el fin supremo que para la educación concebía, permiten hacer una derivación de principios que dan a su teoría carácter de sistema, el cual se manifiesta con particular brillantez en la obra que aquí nos ocupa: La Edad de Oro.

En La Edad de Oro, publicación periódica creada en 1889 y dedicada a los niños de Nuestra América, los textos poseen un contenido ético de extraordinaria importancia para la formación de normas de conductas y valores humanos, ya que en cada una de sus páginas hay valiosas enseñanzas, algo que aprender y guíe al niño en su comportamiento vital. La Edad de Oro no pretende simplemente distraer o alentar la mera diversión, sino que tiene un propósito de mayor trascendencia: la de moldear el ser humano íntegro que debe ser cada niño o niña, esperanza de esa Nuestra América, del Bravo a la Patagonia. Todos los mensajes que nos trasmiten los textos de La Edad de Oro se resumen y encierran en ese cardinal fin. Y por la noble vía cordial que es esencia de la acción educadora, por la comunión afectuosa de los lectores con el gran hombre de corazón que era Martí: “Lo que queremos es que los niños sean felices, y que si alguna vez nos encuentra un niño de América por el mundo nos apriete mucho la mano, como a un amigo viejo, y diga donde todo el mundo lo oiga:” ¡Este hombre de La Edad de Oro fue mi amigo”.

Y continúa expresando: “Treinta dos páginas es de veras poco para conversar con los niños queridos, con los que han de ser mañana hábiles como Meñique, y valientes como Bolívar, poetas como Homero ya no podrán ser, porque estos tiempos no son como los de antes, y los aedas de ahora no han de cantar guerras bárbaras de pueblos para ver cuál puede más, ni peleas de hombres con hombres para ver quién es más fuerte. Lo que ha de hacer el poeta de ahora es aconsejar a los hombres que se quieran bien, y pintar todo lo hermoso del mundo. De manera que se vea en los versos como si estuviera pintado con colores y castigar con la poesía, como un látigo, a los que quieran quitar a los hombres su libertad o roben con leyes pícaras el dinero de los pueblos, o quieran que los hombres de su país lo obedezcan como ovejas y les laman la mano como perros.”

Del párrafo anterior se infiere, en síntesis, un proyecto educativo para la formación de ese nuevo tipo de hombre latinoamericano al que se hizo referencia al hablar del propósito fundamental de La Edad de Oro; hombre libre de los lastres del colonialismo y acorde con las nuevas circunstancias históricas del Continente. Martí concibió al ser humano que debe existir en América Latina de la siguiente forma (Urías Arboláez, 2000):

·         “Carácter entero de cada uno: Cultura de la persona.

Por su parte, Mirta Aguirre destaca los principios de libertad y dignidad (del hombre, de los pueblos, del pensamiento) como las ideas rectoras de La Edad de Oro, a partir de los cuales el Apóstol habla a los niños: “(…) de héroes hispanoamericanos, de honradez, de rebeldías justas, de libre examen, de valor civil, de igualdad  humana, de relatividad de arquetipos de belleza, de pobres y de ricos, de plebeyos y de nobles, de razas y de pueblos oprimidos, de patriotismo  y de trabajo, de bondad, de transigencia, de respeto a la vida.” (1989 p 54)

Una visión más cercana y detallada nos lleva a ver, por ejemplo, la posición anticolonialista martiana en “Tres héroes”, “Las ruinas indias”, “Un paseo por la tierra de los anamitas” y “El padre las Casas”; las desigualdades sociales en” Los dos príncipes”, “Los zapaticos de rosa”,” Bebé y el señor Don Pomposo” y “Meñique”; el racismo en “La muñeca negra”; y el egoísmo humano en “La perla mora” y “El camarón encantado”.

Hay, pues, en La Edad de Oro todo un cuerpo doctrinario constituido por aspectos de carácter ético, ideológico, revolucionario e incluso científico que Martí supo dosificar sabiamente en distintas obras, y cuyas posibilidades educativas son indiscutibles.

Martí concebía la educación como un derecho del ser humano. Tenía fe profunda en la educación, sobre todo en aquella que prepara realmente para la vida. Atribuía gran importancia a los sistemas educativos, al conjunto armónico que conlleva a la formación de un hombre nuevo (Alvarez y Estévez, 2022). Para el Apóstol, cuyo basamento pedagógico tiene una solidez ética, era imprescindible colocar en primer lugar la atención a los sentimientos del niño, elevar en él la cultura de las emociones como vía para prepararlo, como elemento que le permita estar en condiciones de analizar el mundo que le rodea, los hechos y fenómenos que en él se producen, adiestrándolo desde pequeño para encontrar respuestas a sus preguntas, soluciones a sus problemas.

La escuela cubana busca lograr, como señalara Martí, la armónica unidad entre instrucción y educación.

 El proceso educativo desarrollador, requiere como toda actividad, el control de sus progresos y resultados para comprobar la correspondencia de los mismos con los objetivos planteados. La evaluación, como función de la dirección, constituye por tanto un elemento importante en la enseñanza desarrolladora. (Shuman, 2021, p.6)

El establecimiento adecuado de la relación entre lo afectivo y lo cognitivo presupone para el alumno la presencia del deseo de conocer, la necesidad de descubrir, la posibilidad de crear, el esfuerzo, la alegría; podrá desempeñarse como un elemento activo dentro del proceso docente educativo, preparándose paulatinamente para ser útil en la vida. Grandes emociones experimentan los niños cuando aprenden descubriendo, cuando crean, cuando luego de un prolongado esfuerzo logran alcanzar la meta propuesta. En cada uno de estos actos se verifica la armónica relación que entre lo afectivo y cognitivo existente.

Para el maestro se traduce en un estudio constante por elevar cada día su nivel de preparación, uno de los objetivos fundamentales del III Perfeccionamiento, lo que le permitirá enfrentar las crecientes demandas de que será objeto por parte de sus alumnos, estar en condiciones de modelar, como arcilla, los sentimientos nobles y puros que en el niño existen, logrando con ello prepararlo para ser bueno, como planteara Martí.

 Quienes llevan adelante la enorme responsabilidad de contribuir a la formación de las futuras generaciones de cubanos, resulta altamente satisfactorio poder constatar cómo mediante su acción sistemática, logran la formación de individuos capaces de responder a las exigencias sociales, tanto desde el punto de vista instructivo como en lo referente a las convicciones y sentimientos, haciendo énfasis en este último aspecto como medio de garantizar que los conocimientos adquiridos, la inteligencia y el talento desarrollados, se reviertan en bien de la sociedad.

Por otra parte, plantea (de la Torre, 2017 p.3) la comprensión lectora conduce a la elaboración mental de conclusiones y valoraciones críticas que permiten expresar juicios sobre la obra leída y su autor, así como establecer relaciones con el contenido de otros textos del mismo o de diferentes autores y también con las propias vivencias y experiencias del lector.

Vinculada al principio de la unidad de lo afectivo y lo cognitivo, en La Edad de Oro se patentiza la estrategia de las opciones binarias y ternarias (o igualmente de las oposiciones electivas binarias y ternarias), según la denomina el Dr. Salvador Arias (2003 p59) en interesante y certero análisis, del cual a continuación aparecen fragmentos que revelan la esencia de la mencionada estrategia: “(…)  No habrá en La Edad de Oro atiborramiento de conocimientos ni imposición de doctrinas, sino presentación de formas de pensar, de “llaves”, para enfrentarse a la vida, ante las cuales el pequeño (o grande) lector deberá tomar sus propias decisiones, aunque el mismo Martí también ofrece elementos suficientes para que la elección sea la más correcta y justa posible. La presentación binaria de opciones, si reparamos con cierto cuidado, se manifiesta bastante reiteradamente en La Edad de Oro, inclusive ya desde los mismos títulos: “Dos milagros”, “Los dos príncipes”, “Los dos ruiseñores”. Y en otros, queda implícito tras su título, como “La muñeca negra”, que algunos han sugerido pudiera ser también “Las dos muñecas”, o “Cada uno a su oficio”, también reconocible como “La montaña y la ardilla”.

En “Bebé y el señor Don Pomposo” y “Los zapaticos de rosa” existe una contraposición binaria (y simbólica) entre sus personajes ricos y pobres. El procedimiento se hace muy explícito en “Los dos príncipes”: se presenta el dolor de padres ante la muerte de sus hijos, igualmente respetables ya sean ricos o pobres, pero aquí existe toda una intencionada expresividad para hacernos sentir más cercano y sincero el dolor de los segundos. Con “La muñeca negra” la proposición se hace algo más compleja, pues cada muñeca se ubica en un mundo diferente – el de los padres, el de Piedad-, pero más allá de la opuesta paridad “riqueza agradable/ pobreza expresiva” se presenta la casi imposibilidad de comunicación entre ambos mundos, quizás la misma que hace que Pilar y su madre en “Los zapaticos de rosa” vuelvan “calladas de noche / a su casa del jardín”…)

Es de señalar que, junto a la tendencia binaria de oposiciones electivas, existe en La Edad de Oro otra que pudiéramos llamar ternaria, que deviene también principio compositivo de algunos de los textos. Por supuesto que “Tres héroes” sería el modelo más evidente de esta línea, que el propio Martí – en “La última página” de ese número [el primero] – parece sugerir proviene de las Vidas paralelas de Plutarco. También inspirado en la práctica folklórica, pocos textos muestran una tendencia ternaria tan acusada como la adaptación martiana del cuento” Meñique”, en donde todo parece estar regido por el número tres. Dentro de esta tendencia ternaria podrían ubicarse “Un juego nuevo y otros viejos”, así como “Cuentos de elefantes”

Otro tipo de estrategia empleada por Martí en La Edad de Oro consiste en resaltar valores a partir de la presentación reiterada de antivalores. Este es el caso de “El camarón encantado”, donde las cualidades y actitudes negativas de los personajes Masicas y Loppi llevan al lector a inferir por contraste, ya que no aparecen explícitas en el cuento, cuáles son las positivas.

La anterior propuesta se vincula con el III perfeccionamiento de varias maneras; como enfoque en el desarrollo integral del estudiante porque ambos buscan promover el desarrollo incluyendo su formación en valores. Con énfasis en la formación ética porque ambos hacen hincapié en la importancia de formar a los educandos en valores éticos y reconocen que estos son fundamentales para una convivencia armoniosa y para construir una sociedad justa. Como promoción de una cultura de paz: porque ambos reconocen que es necesario fomentar actitudes y comportamientos pacíficos entre los estudiantes, así como enseñarles a resolver conflictos de manera constructiva. En resumen, comparten objetivos comunes, como el desarrollo integral de los estudiantes, la formación ética, la promoción de una cultura de paz y la participación activa de los docentes. Ambos buscan mejorar la calidad educativa y formar ciudadanos responsables y comprometidos con los valores.

Se trata, en fin, con estas estrategias de ejercitar la capacidad electiva del niño mediante el raciocinio, pero tocando su sensibilidad, de modo que se incline hacia lo positivo, siempre con una marcada intención educativa.

Al encarar el estudio de La Edad de Oro resulta imprescindible prestar muy especial atención al placer estético que suscita la lectura de los textos. Esto, más que una estrategia encomendada a lograr mayor efectividad educativa en el mensaje que se transmite, constituye una faceta medular del pensamiento martiano: la interrelación que en él se establece entre lo ético y lo estético.

Hombres honrados (la honradez como conjunto de virtudes) y cultos (“…único modo de ser libres”) anhelaba contribuir a formar José Martí con La Edad de Oro; más aún, hombres de decoro. “Si nos preguntaran por la más martianas de las palabras – observa Fina García Marruz (1995, p 207), dudaría entre responder si sería esta de “hombre” o aquella que saturó tanto de sentido como la palabra “decoro”. Decoro es quizás algo más que honradez, porque se puede ser honrado y no parecerlo, mientras que decoro es el ajuste entre lo que es y lo que se parece, es algo de naturaleza más artística, compostura interna y externa a la vez, relación indisoluble entre los dos.”

A continuación, cita el pasaje central de “Tres héroes”: “Hay hombres que viven contentos, aunque viven sin decoro. Hay otros que padecen como en agonía cuando ven que los hombres viven sin decoro a su alrededor. En el mundo ha de haber cierta cantidad de decoro, como ha de haber cierta cantidad de luz.

Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana. Esos hombres son sagrados.”

El hombre con decoro, portador y sostén de la dignidad humana, se manifiesta en su comportamiento, en armoniosa e inseparable conjunción con lo que, en esencia, íntimamente, es. La virtud se expresa en la acción del ser humano, como en la forma el contenido del arte. Ni en lo ético ni en lo estético, el espíritu puede considerarse aisladamente de su materialización, puesto que conforman una unidad, un todo orgánico. Para el Apóstol, una idea queda informe, incompleta, si no se plasma de manera adecuada; o lo que es lo mismo, si se descuida el aspecto estético, sobre todo si se pretende inculcar valores, bellos por naturaleza.

Acerca de lo estético en La Edad de Oro afirma Urías (2000):

“Se preocupaba por la belleza de las ideas literarias, poéticas y plásticas presentes en la obra, por el lenguaje exquisito, por la calidad de las ideas éticas expresadas en formas imaginísticas y simbólicas, aspirando a formar – estimulados por el impacto emocional que recibe el lector – sentimientos de gustos estéticos y valores morales. (p. 113)

Y Salvador Arias (2003):

 Martí, por escribir para niños y jóvenes precisamente, quiso ser claro y sustancial a la vez, darles lo más abarcador y profundo en forma bella y asequible. Lo mejor de su pensamiento, lo que más se debía conocer, y   mayor vigencia pudiera tener en ese futuro inmediato que tan bien supo prever. (p. 59)

“Claro y sustancial”, “abarcador y profundo”: estas cualidades que destácale Dr. Arias adoptan frecuentemente la forma de pensamientos y aforismos realmente bellos y asequibles, cuya significación axiológica el docente cubano debe conocer. A guisa de ejemplo, he aquí alguno de ellos, seleccionados del folleto Glosando La Edad de Oro (Arias, 2003 p. 41):

El hombre debe ser bueno…

·         Se es bueno porque sí; y porque allá adentro se siente como un gusto cuando se ha hecho un bien, o se ha dicho algo útil a los demás.

Para ser bueno [el hombre] debe trabajar y aprender…

·         ¡mejor es morir abrasado por el sol que ir por el mundo, como una piedra viva, con los brazos cruzados!

·         Todo hombre tiene el deber de cultivar su inteligencia, por respeto a sí propio y al mundo.

Y ser honrado…

·         Un hombre que oculta lo que piensa, o no se atreve a decir lo que piensa, no es un hombre honrado.

Y saber defender a su patria…

·         Hasta hermosos de cuerpo se vuelven los hombres que pelean por ver libre a su patria.

 Y conocer la historia de la humanidad…

·         Donde nace el hombre salvaje, sin saber que hay ya pueblos en el mundo, empieza a vivir lo mismo que vivieron los hombres de hace miles de años.

Y apreciar la literatura y el arte…

·         …la agitación del arte es natural y sana, y el alma que la siente padece más de contenerla que de darle salida.

Los niños son buenos…

·         El niño puede hacerse hermoso, aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso.

Obsérvese que el Apóstol elude tanto de la expresión académica, doctrinaria y solemne como de ese tono aniñado que ofende la inteligencia infantil y no contribuye a su desarrollo. No es la palabra en La Edad de Oro vana retórica, sino que nace noble, sana y vigorosa – no artificialmente pulida como maña de orfebre -, como ha de ser el hombre que se enfrenta a la vida, donde coexisten la felicidad del deber cumplido, la alegría, el sufrimiento y la muerte, el bien y el mal, cosas que el Maestro no oculta ni enmascara en la revista, ya que entonces sería falsa la enseñanza. Verdad y belleza van hermanadas en el espíritu sensible y amoroso de José Martí: no puede soslayarse esta cuestión primordial cuando el docente de la escuela primaria cubana eduque en valores, puesto que el Movimiento martiano en la escuela primaria se traza como certero objetivo “… enseñar con métodos martianos a través del tesoro de la bondad, la belleza, dignidad, la sabiduría y la ciencia de vivir.”

El cuento Nene Traviesa puede vincularse con el tema tratado en el artículo “La propuesta axiológica para la Educación en valores en el nivel educativo Primario” de varias maneras:

  1. Respeto: el cuento puede enseñar a los niños la importancia de respetar a los demás y sus pertenencias.
  2. Responsabilidad: este puede enseñarles la importancia de asumir responsabilidad por sus propios actos.
  3. Empatía: esto les ayuda a comprender cómo pueden afectar a otros con sus acciones y fomentan la empatía hacia los demás.
  4. Autocontrol: esto puede enseñarles a los niños la importancia del autocontrol y cómo pueden evitar hacer cosas impulsivas que puedan lastimar o molestar a otros.
  5. Honestidad: esto puede enseñarles a los niños la importancia de ser honestos sobre sus acciones y asumir la responsabilidad cuando hacen algo malo.

En general este cuento puede ayudar a inculcar valores importantes como el respeto, la responsabilidad, la empatía, el autocontrol y la honestidad en los niños de educación primaria. Como plantea Álvarez en su artículo:

En el contexto histórico social que vive la educación cubana en la actualidad, la necesidad de las
transformaciones que deben acontecer en el ámbito institucional para poder perfeccionar el trabajo
educativo, con vistas a cumplir los fines y objetivos propuestos en la formación de los estudiantes, debe
verse como un proceso continuo, de esclarecimiento, de demostración, de convencimiento y sin imposición,
para lograr que los diferentes agentes y agencias estén comprometidos, con sentido de pertenencia, y
comprendan la pertinencia de lo que se plantea.
.” (Alvarez, 2022 p 3)

La educación en valores es un proceso complejo, histórico y socialmente condicionado, no exento de contradicciones, en el que intervienen diversos factores sociales, entre los cuales descuella el sistema escolar cubano actual, e inserto en este, el nivel primario.

En este nivel, la ética martiana se erige en guía en lo que a la educación en valores se refiere; en tal sentido, La Edad de Oro adquiere especial significación.

Más que nadie en su tiempo tenía José Martí conciencia de que la dialéctica del devenir histórico en Nuestra América exigía hombres nuevos, y de esta necesidad insoslayable surge La Edad de Oro que, en esencia, resulta la plasmación de una concepción del ser humano y de una metodología para lograrlo.

Imbuido de sólidas convicciones éticas, fundamentadas en un humanismo raigal, el Apóstol aspira a la formación de un hombre que niegue el individualismo egoísta, que aspire al bien común, la justicia y la equidad social; un hombre que establezca, como ente activo y desarrollador, sanas relaciones de nuevo tipo con su ámbito vital, y que trascendiendo fronteras, se proyecte en una contienda de mayor envergadura: la del bienestar universal del ser humano, al concebir la humanidad como su patria.

Ese hombre nuevo ha de ser educado, en una serie de valores cuyas bases esenciales radican en el sentido del deber, el perfeccionamiento personal entendido como la genuina belleza y el ejercicio de la bondad como expresión del amor a los demás.

Martí hace de La Edad de Oro una forja de valores modelados por el fuego de la sensibilidad: no basta con que el individuo conceptualice lo justo y positivo de un valor determinado, sino que lo concientice por medio del sentimiento, y convertido en convicción profunda, rectora y guía, se integre sólidamente a su armazón espiritual.

No desdeña el Maestro en modo alguno el papel de lo cognitivo, de lo instructivo, pues mediante ello el hombre piensa, valora y decide lo que es bueno y útil para la perfección y desarrollo de sí mismo y de la especie humana, lo cual no puede estar ajeno al conocimiento del mundo y de las realidades y exigencias de la vida.

Conclusiones

La educación en valores es fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas en la etapa de la escuela primaria. La propuesta axiológica se basa en enseñar y promover valores como el respeto, la responsabilidad, la solidaridad, la honestidad entre otros, con el objetivo de formar ciudadanos éticos y comprometidos con su entorno.

Esta propuesta implica que los docentes deben ser modelos a seguir y trabajar de manera transversal los valores en todas las áreas curriculares. Se destaca la importancia de fomentar el dialogo y la participación activa de los estudiantes para que puedan reflexionar sobre sus acciones y tomar decisiones éticas.

El docente de la escuela cubana, en especial del nivel primario, encuentra en La Edad de Oro un rico e insustituible venero axiológico para la educación en valores; pero ha de estudiarla profundamente, de manera que trascendiendo lo meramente anecdótico de los contenidos de la obra, y empleando los métodos y procedimientos adecuados, los niños capten, en cada texto, la esencia de los mensajes martianos, coadyuvando así a la mejor formación ética, política e ideológica de los educandos.

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Contribución de los autores

No.

Roles de la contribución

Autor 1

Autor 2

Autor 3

  1.  

Conceptualización

50%

25%

25%

  1.  

Investigación

50%

25%

25%

  1.  

Metodología

50%

25%

25%

  1.  

Administración del proyecto

50%

50%

0%

  1.  

Supervisión

0%

50%

50%

  1.  

Validación

40%

30%

30%

  1.  

Visualización

50%

25%

25%

  1.  

Redacción – borrador original

50%

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25%

  1.  

Redacción – revisión y edición

50%

25%

25%

 

 

Declaración de originalidad y conflictos de interés

El/los autor/es declara/n que el artículo: La Edad de Oro: una propuesta axiológica para la educación en valores en la escuela primaria.

   Que el artículo es inédito, derivado de investigaciones y no está postulando para su publicación en ninguna otra revista simulneamente.

   Que se acepta tanto la revisión por pares ciegos como las posibles correcciones del artículo que deban hacerse tras comunicarle/s la oportuna disconformidad con ciertos aspectos pertinentes en su artículo.

   Que en el caso de ser aceptado el artículo, hará/n las oportunas correcciones en el tiempo que se estipule.

   No existen compromisos ni obligaciones financieras con organismos estatales ni privados que puedan afectar el contenido, resultados o conclusiones de la presente publicación.

A continuación, presento los nombres y firmas de los autores, que certifican la aprobación y conformidad con el artículo enviado.

Autor principal  

Lic. Ivette Iznaga Zerquera

Coautores

Lic. Maritza López Baez

Alba Lidia Versón González

 

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Revista Científica Pedagógica “Horizonte Pedagógico”. Vol. 12. No. 3. 2023 julio - septiembre
Artículo de investigación

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