Mirada al funcionamiento de un grupo de quinto grado, su caracterización

Look at the functioning of a fifth grade group, its characterization

 

Recibido: 30/10/2023 | Aceptado: 19/12/2023 | Publicado: 23/12/2023

Yoan Grass Arzola 1

Neris Imbert Stable 2

 

1*  Dirección General de Educación Playa. yoangrass93@gmail.com.  ID ORCID: https://orcid.org/0000-0003-0481-651X

2 Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona. nerisis@ucpejv.edu.cu.  ID ORCID: https://orcid.org/0000000326746065

 


Resumen:

El presente artículo está relacionado con el funcionamiento del grupo en el ámbito escolar, por su valor como contexto de influencia en la personalidad y tiene como objetivo proponer indicadores que favorezcan la caracterización del grupo escolar, como fenómeno sociopsicológico. Se aplicaron métodos del nivel teórico (Analítico-sintético, inductivo-deductivo) y del nivel empírico (la encuesta y la observación), en un grupo de quinto grado de la Educación Primaria, que permitieron conocer  las expectativas de los educandos respecto a su grupo escolar y sus criterios acerca del comportamiento de los integrantes del grupo en las actividades que realizan. Los datos fueron procesados mediante el análisis porcentual y complementados con el análisis cualitativo que permitieron establecer nexos entre los principales datos e identificar insuficiencias asociadas a las relaciones interpersonales, a las normas y valores y valorar la cohesión grupal como baja. Estos resultados evidencian la necesidad de realizar la caracterización del funcionamiento del grupo, como herramienta imprescindible para movilizar a los integrantes del grupo en el cumplimiento de los objetivos socioeducativos previstos.

Palabras clave: grupo escolar; funcionamiento grupal; caracterización

Abstract:

This article deals with the functioning of the group in the school environment, due to its value as a context of influence on the personality and aims at proposing a set of indicators favoring the characterization of school group as a socio psychological phenomenon. Theoretical methods such as analysis and synthesis and inductive deductive were used as well as the survey and observation in order to  know about the expectations of the fifth grade students regarding their school group and the behavior of the group members in the activities they carried out. The data was processed through percentage analysis and complemented with qualitative analysis that allowed establishing links between the main data, in the form of methodological triangulation, and identifying insufficiencies and potentialities associated with interpersonal relationships, norms and values, which allowed assessing the group cohesion as low. These results show the need to carry out the characterization and a dynamic diagnosis of the group's functioning, in order to implement pedagogical alternatives that increase its potential to mobilize its members in the fulfillment of the planned socio-educational objectives, while developing their personality.

Keywords: school group; group functioning; characterization


 

 

Introducción

 

La escuela como institución social organiza sus actividades considerando los objetivos del sistema educacional y responden al tipo de ser humano que demanda la sociedad, por eso presta atención a una estructura grupal que favorezca el cumplimiento del fin educativo, dado el valor que se atribuye a las potencialidades de los grupos como organización psicosocial en el cumplimiento de los objetivos y metas educativas planteadas.

Para el sistema educacional cubano adquiere cada vez mayor significación la atención a la estructura grupal de cada institución y a la dinámica interna de cada uno de los grupos, si se tiene en cuenta que gran parte de su actividad cotidiana las realizan en los distintos grupos que se organizan en la escuela y la influencia que ejercen en la personalidad de sus miembros.

En las instituciones educativas el grupo adquiere matices peculiares. Desde esta perspectiva, (Menéndez, et al, 2016) valoran la repercusión del funcionamiento de este en la implementación de acciones educativas dirigidas al fortalecimiento de la autovaloración de los estudiantes de la carrera Pedagogía Psicología; por su parte, (Batista y Torralbas, 2019) revelan las potencialidades del grupo en el proceso de inclusión-exclusión educativa, si se combina la responsabilidad de las instituciones escolares; el papel del personal docente en el diseño de la actividad escolar y el funcionamiento de los grupos escolares como posible contexto transformador.

En los grupos se configuran relaciones interpersonales diversas y se generan modos de comportamiento muy peculiares, que repercuten en la personalidad de los educandos y en el cumplimiento de los objetivos socioeducativos, de ahí el valor de concebir la atención psicopedagógica, con énfasis en la organización de las actividades curriculares.

La actividad constituye una condición de la génesis y desarrollo del grupo. En la realización de una actividad grupal los miembros del grupo establecen comunicación entre sí, e indica como se articula lo individual y lo grupal y cómo repercute en el aprendizaje de conocimientos, actitudes, valores, entre otros contenidos que enriquecen su cultura. Estas actividades requieren una adecuada modelación para que se entretejan con el sistema de normas y valores que conduce a modos de convivencia favorable al aprendizaje al mejoramiento personal. Al respecto, (Mendoza, et al, 2018), hacen énfasis en el respeto, la solidaridad y la cooperación, como condición que propicia que lo educandos dirijan sus orientaciones valorativas a favor de la socialización y del trabajo con el otro.

El valor de la norma es reafirmado por (Rodríguez, 2018) al referir su construcción y la participación de los miembros en este proceso como una necesidad que les permita tomar decisiones en lo relacionado con la convivencia, del desarrollo educativo y de las prácticas escolares y afirma:

Nos enfrentamos a la necesidad de introducir mecanismos de cambio, ya que la adecuada construcción de normas de comportamiento y su influencia en el clima de aula requiere de un involucramiento de docentes y estudiantes a partir de sus propias realidades. En consonancia, para involucrarse en una norma hace falta conocerla, es necesario analizarla, preguntarla y comprenderla. (p.15)

La importancia que poseen las relaciones afectivas durante el proceso de interacción de los educandos, radica según (Torres, et al, 2019) en que constituyen una garantía para que se geste un clima sociopsicológico positivo; mientras (Cedeño, et al, 2022) destacan el nexo que existen entre el desarrollo socioemocional y las relaciones interpersonales, pues las relaciones armoniosas y el respeto mutuo propician el equilibrio socioemocional y mayor disposición para interactuar. Se reconoce también la importancia del funcionamiento de los grupos en el ambiente o clima sociopsicológico de la institución educativa y su dependencia de múltiples factores, entre estos, la organización educativa y la dirección del proceso pedagógico. Al respecto (Bonozo, et al., 2023), al referirse a la posibilidad de conseguir un ambiente favorable en la institución escolar señalan que:

Está íntimamente relacionado con un conjunto de acciones a realizar tanto en la escuela como en el salón de clases; los procesos y normas de disciplina, orden y control se deben de sustentar en una organización educativa sustentada en su realidad y que promueva un clima escolar democrático y de aula proactiva. (p.168)

El modo en que se cumplen los objetivos y metas de grupo y en que se realizan las actividades implican la estructura grupal, las normas y valores, las relaciones interpersonales y, en general, el funcionamiento del grupo escolar, que no siempre ocurre en el sentido deseado y pueden aparecer valoraciones mutuas negativas, apatía, desconfianza y fenómenos como la presión de pares, el acoso escolar, lo que afecta el bienestar general de los educandos, aspectos que deben ser tenidos en cuenta en la conformación de los grupos. En la Educación Primaria, aumenta la cantidad y significatividad de las actividades del currículo escolar y, en especial en los grados quinto y sexto, por lo que se han de propiciar actitudes prosociales como cimientos del comportamiento que necesitarían en un período superior del desarrollo, en el que el grupo ocupa un lugar primordial.

Desde el ingreso de los educandos a la Educación Primaria, cada uno de los educandos tiene notable significación para los otros, en especial por la diversidad de relaciones que establecen, no obstante, el vínculo con su maestro es trascendental, tanto por ser figura de apoyo cognitivo y afectivo, como por su papel mediador de las relaciones que establecen cuando comparten tareas o cuando surgen conflictos. A partir del quinto grado la aprobación del maestro compite con la necesidad de los educandos de ser aceptados por el grupo y encontrar en él un lugar, situación que lo ubica en una posición en la que han de asumir una actitud amigable y de respeto en el grupo.

En el marco del III perfeccionamiento educacional en Cuba las demandas que plantea el currículo a los escolares de quinto grado, de ser más independientes al fundamentar juicios, exponer ideas, ser críticos y autocríticos, son válidas, no solo para el aprendizaje de los contenidos de los programas de las asignaturas, sino también  para la convivencia en el grupo, por eso,  al elaborar el proyecto educativo del grupo escolar es imprescindible tomar en consideración las acciones que fomenten un clima sociopsicológico favorable, sobre la base de la relación entre dirección y autodirección, expresión del lugar que corresponde a los protagonistas del proceso educativo.

El logro de mayor protagonismo sitúa a los educandos en una posición social trascendente que le exige aprender a autorregular su comportamiento y ajustarlo consciente y críticamente a las exigencias del grupo, en contraposición de ser objeto de la presión grupal en el que se convierte en víctima de la manipulación y de la violencia o de ser los que asuman actitudes negativas hacia los otros. Implica la identificación de manifestaciones de comportamientos individuales o colectivos tales como: agresividad física y verbal, burlas, las indisciplinas, las acciones de presión grupal, falta de respeto, manipulación, fabulación, apatía por las tareas colectivas, entre otras.

Como parte del objetivo de garantizar una educación de calidad para todos, es indispensable crear las condiciones educativas y socio-ambientales propicias, desde el nivel de la Educación Primaria, de modo que desde los primeros grados los educandos aprendan a hacer valoraciones más objetivas de las actitudes prosociales y, consecuentemente, desarrollar habilidades comunicativas que los preparen para una convivencia pacífica en el grupo y sortear los riesgos que puedan aparecer.

El reconocimiento de la importancia que tienen los grupos en las instituciones educativas, dado el carácter de las influencias que ejercen en la personalidad de sus miembros y en el clima sociopsicológico de la institución en general, indica la pertinencia del diagnóstico del proceso grupal para determinar el nivel de desarrollo y las características que tipifican cada grupo.  La caracterización de cada grupo escolar en las instituciones educativas tiene que anteceder a la aparición de  fenómenos  negativos que lastren el desarrollo integral de los educandos e impacten de un modo u otro, no solo a la institución educativa, sino también a la sociedad  en general, teniendo en cuenta la relación dialéctica que existe entre la sociedad, el grupo y los individuos. Estos problemas deben ser prevenidos, por tanto, la caracterización sociopsicológica del grupo debe hacerse desde los primeros grados.

La caracterización del funcionamiento del grupo constituye una herramienta psicopedagógica imprescindible en la función preventiva de la educación que garantiza: delimitar el nivel de progreso del grupo en diferentes momentos de su desarrollo; identificar los factores que favorecen u obstaculizan el proceso grupal; descubrir las potencialidades e insuficiencias del grupo y de las particularidades de sus miembros para la interacción social; así como modelar las alternativas pedagógicas más apropiadas (Sierra e Imbert, 2020) y reajustarla sistemáticamente.

El proceso de caracterización del grupo, implica poner la mirada en los elementos que los educadores deben tomar en consideración, de modo que trascienda la suma de las particularidades individuales de su membrecía, que no se limite a determinar los progresos del aprendizaje, el rendimiento académico, las enfermedades que padece cada educando, para penetrar en el estado de cada una de las propiedades que lo definen.

Al respecto, se sugiere reflexionar en la diversidad de información que puede obtenerse mediante la aplicación de métodos que ayuden a profundizar en la dinámica interna del funcionamiento grupal y ayudará a  la comprensión de los fenómenos sociopsicológicos que surgen en el grupo y los educandos que más están involucrados en este, desentrañando los aspectos esenciales del nexo existente entre lo individual y lo grupal para convertirlos en una herramienta operativa imprescindible en la labor preventiva.

Es indispensable distinguir las particularidades y logros esperables en cada período y momento del desarrollo por los que transitan los integrantes del grupo, de aquellas que constituyen alertas de posibles obstáculos y factores de riesgo en el proceso de formación y desarrollo grupal y para la formación de la personalidad.  Para lograrlo, es indispensable hacer la caracterización del grupo derivada del diagnóstico, ambos asumidos como proceso, planificado, continuo, sistemático y participativo, que permite identificar los rasgos que lo identifican, los fenómenos que surgen en la dinámica grupal, los factores que están asociados a estos para, concebir la alternativa pedagógica más viable que contribuya a la solución de los problemas que interesan al grupo y a la institución.

En correspondencia con los referentes antes expuestos se encauzó el proceso investigativo para hacer el diagnóstico del nivel de desarrollo del grupo poniendo atención a los principales indicadores a partir de los cuales es posible hacer una mirada más profunda a su funcionamiento, determinar las características que lo identifican. Por lo que se trazó como objetivo del artículo proponer indicadores que favorezcan la caracterización del grupo escolar, como fenómeno sociopsicológico.

 

Materiales y métodos

 

Se utilizó un enfoque metodológico de la investigación mixto que combina el análisis cuantitativo de los datos y una interpretación de las opiniones y valoraciones que hacen los miembros del grupo acerca del funcionamiento de mismo y de los fenómenos sociopsicológicos que ocurren en él, con un alcance descriptivo y diseño no experimental, en el que participó un grupo escolar integrado por 20 educandos de quinto grado de la Escuela Primaria Joe Westbrook Rosales del municipio Playa, cuyas edades oscilan entre 10 y 11 años de edad. Se acordó con la dirección de esta institución la realización de las acciones investigativas con la intención de garantizar la adecuada aplicación de los instrumentos para la recogida de los datos con los que se realiza la caracterización del grupo.

Se emplearon métodos del nivel teórico (inductivo-deductivo, analítico-sintético) en conjunto con métodos del nivel empírico (observación y encuesta), lo que facilitó el aseguramiento metodológico de la investigación, además de una mayor sistematización, interpretación y análisis de la información. Los métodos del nivel teórico permitieron la realización de la sistematización de la información necesaria para comprender al grupo y su proceso de desarrollo, válido en la determinación de las propiedades fundamentales: actividad común, relaciones interpersonales, estructura, normas y valores y la cohesión, que en sus manifestaciones específicas dan identidad a un grupo y lo caracterizan.

Se aplicaron dos cuestionarios a los educandos: el sondeo de expectativas, utilizado para conocer lo que esperan los educandos de su grupo y lo que el grupo puede esperar de ellos y el cuestionario de comportamiento grupal con el objetivo de buscar información relacionada con los indicadores de las propiedades esenciales que definen al grupo y tener un acercamiento a su funcionamiento. En el análisis de los resultados se establecieron relaciones entre los datos obtenidos mediante las diferentes técnicas. Para el procesamiento de los datos se empleó el análisis porcentual de la estadística descriptiva, y el análisis cuantitativo, sirvió para hacer.

 

Resultados y discusión

 

En el análisis de los resultados de la aplicación de la técnica sondeo de expectativas individuales respecto al grupo se encontraron expectativas respecto al grupo, que guardan estrecho nexo con las relaciones interpersonales, el 70% (14 educandos) y con las normas y valores, el 80% (16). En lo referido a la actividad de estudio, solo el 35% (7 educandos) dice que esperan del grupo que estudien y atiendan a las clases; y el 30% (6 educandos) dice que el grupo puede esperar de ellos que estudie. Estos por cientos son muy bajos, dada la exigencia que el currículo del grado escolar le plantea, y por la necesidad de que el grupo construya intereses comunes.

En lo referido a las relaciones interpersonales se encontró, a diferencia de lo que se espera del grupo, que solo el 45% (9 educandos) afirma que el grupo puede esperar de ellos: “que compartan, llevarse bien”, “que se aprenda a convivir”, y “ser tratado por igual”. En el caso de las normas y valores el 80% (16 educandos) coincide en lo que esperan del grupo y lo que el grupo puede esperar de ellos: “ser disciplinados”, “no discutir”, “No faltar el respeto” y “no burlarse de los demás”. Se aprecian dificultades en las relaciones interpersonales y en las normas y valores establecidos.

Llama la atención que el 30% (6 educandos) plantea que esperan del grupo: “que nadie sea apartado”, “que no rechacen a los demás”, “que me permitan desarrollarme con ellos”, “que no nos separen”, por otra parte, solo el 5% (1 educando) refiere que está dispuesto a contribuir a que el rechazo no ocurra. Esto queda esclarecido cuando uno de los educandos afirmó: “Puedo esperar que todo mi grupo sea disciplinado …. yo esperaría que todos trabajemos solucionando problema hablando, entendiéndose y no con críticas que lastiman …”

Se encontró cierta dispersión en las respuestas, que revela la existencia de un bajo nivel de cohesión grupal, en el sentido de la poca cantidad de aspectos en los que se encontró coincidencias aproximadas entre las respuestas a ambas preguntas del cuestionario y los aspectos en los que existen diferencias. En las preguntas ¿qué puedes esperar del grupo? y ¿qué puede esperar el grupo de ti?, solo se encontró cierta aproximación en la cantidad de educandos que se refieren a la actividad de estudio, a la disciplina y a llevarse bien, pero nótese que en lo que respecta al estudio son pocos los estudiantes que lo refieren. Aunque en los datos anteriores, aparecen respuestas que expresan desacuerdo con el estado de las relaciones interpersonales, se expresa  el deseo explícito de que el grupo mejore y mejorar ellos.

A modo de resumen, se puede considerar que los criterios de los miembros del grupo explícitos en sus expectativas revelan manifestaciones de las diferentes propiedades que caracterizan al grupo: las relaciones interpersonales, las normas y valores, los objetivos y la actividad grupal y la cohesión grupal y logran percibir manifestaciones positivas y negativas con énfasis en las relaciones interpersonales. En sus valoraciones aparecen argumentos contradictorios de cómo los problemas de las relaciones interpersonales y de la violación de las normas y valores los afecta.

El cuestionario acerca del comportamiento del grupo permitió obtener información acerca del cumplimiento de ciertos roles de los integrantes del grupo durante la actividad grupal y comprender el funcionamiento del grupo. En el análisis que sigue no se revelarán los nombres completos de los educandos a los que se alude en las respuestas del cuestionario, sino cada educando al que se alude se le reconocerá como educando, se sustituirán por tres letras del alfabeto.

Se les preguntó, ¿qué miembros de tu grupo pueden influenciar fácilmente para que los demás cambien de opinión? y se encontró que identificaron mayormente a tres: Educando1; Educando2 y Educando3. Es válido destacar que observaciones realizadas durante las distintas actividades, principalmente en las clases, realizadas por el maestro del grupo, identifican al Educando3 como líder negativo en este grupo, con comportamiento negativo para el mismo, pues en ocasiones es agresiva con algunos de sus compañeros, ejerce presión sobre algunos, altera la dinámica grupal y ha requerido la intervención del maestro, no solo para mediar, sino para frenar tales manifestaciones; sin embargo, los otros dos mantienen buenas relaciones con todos.

La pregunta opuesta fue, ¿cuáles son los que menos logran cambiar la opinión de los demás? Mayoritariamente seleccionaron otros tres: Educando4; Educando5 y Educando6, quienes tienen resultados académicos bajos y su disciplina no es la mejor, lo cual le dificulta su integración en algunas de las actividades e impide que lo acepte. En ambas preguntas se identifican a cuatro integrantes del grupo como los de mayor o menor influencia y los valoran negativamente.

Con la pregunta, ¿quiénes tienen más conflictos con los demás cuando realizan determinadas actividades?, identificaron al Educando7 y Educando8, por ser razonables, que les dan cierto grado de independencia respecto a los demás; estos en ocasiones se oponen a lo que plantea la líder negativo con gran influencia en las valoraciones del resto de los miembros del grupo; tal aparente contradicción pudiera interpretarse porque algunos prefieren aliarse, por temor, a la líder negativa para no ser rechazados, ni agredidos por ella. Aquí se identifican dos importantes factores de riesgo: el temor y la alianza a la “más fuerte” como una conducta adaptativa.

Al preguntar, quiénes ayudan a que el grupo sea cordial, seleccionaron a varios educandos, pero los tres que se mencionan recibieron mayor cantidad de votos: Educando 1; Educando 9  y Educando2, lo cual coincide con lo observado, pues intentan que los demás reflexionen, acerca de qué es lo malo y las consecuencias que traen, además de ser ejemplo en disciplina. Estas son niñas percibidas como las más dispuestas para ayudar y defender a los demás. La Educando1 es también reconocida como influyente en los demás.

Para la caracterización del estado de las actividades que realiza el grupo, se prestó atención a la pregunta, ¿quiénes son las que muestran mayores deseos de realizar algo con los demás y a favor de ellos? y resulta que seleccionaron a las mismas integrantes del grupo mencionadas anteriormente y las observaciones realizadas lo confirman: se destacan en el estudio, siempre cumplen con sus tareas, además de ayudar en clases a los demás.

Con relación a si se sienten contentos de ser miembros del grupo se encontró que el 50% planteó sentirse bien (10) y argumentan: “nos divertimos muchos”, “nos alentamos para ser mejores educandos”, “si porque así puedo desarrollar mis ideas”, “porque a pesar de todo, en este grupo tengo amigo”. Llama la atención que una escolar revela sentirse bien en el grupo, aunque en su argumento refleja ser víctima del acoso escolar. Entre estos, cuatro refieren al maestro como factor que favorece el sentirse bien en el grupo. Los que dijeron sentirse regular, el 40%, argumentan: “porque me ayudan pocas veces”, “porque algunos me caen bien y otros me caen mal”, “porque son pesados”. Esto ratifica que las relaciones interpersonales están afectadas. Los que plantean sentirse mal, el 10%, argumentan: “porque nadie me cae bien y todos me hacen sentir mal” y “porque algunas personas me critican en el aula”. En estas razones, se confirman insuficiencias en las relaciones interpersonales expresados, también, por los que dicen sentirse bien y regular.

El estudio realizado en el grupo de quinto grado, apoyado en técnicas de investigación que permiten indagar en las manifestaciones del proceso grupal pone al descubierto su funcionamiento y nivel de desarrollo y demuestra la necesidad de no limitar la caracterización del grupo a las características más generales relacionadas con las particularidades individuales de sus miembros, estado de salud, desempeño cognitivo  y de los contextos en los que se insertan.

Teniendo en cuenta los aspectos  hasta aquí tratados se proponen como indicadores que permiten caracterizar al grupo los siguientes: el estado de los objetivos, metas y las actividades, las relaciones interpersonales, la estructura del grupo, las normas y valores que en su integridad revelan el nivel de cohesión grupal,  condición que constituye una aspiración a alcanzar; vistas en sus diferencias e interrelación: objetivos, metas y actividades comunes, las relaciones interpersonales, las normas y valores y la estructura  sociopsicológica. (Fuentes, 2001)

El acercamiento al funcionamiento del grupo y su caracterización demanda de los maestros del aprendizaje de algunas técnicas de investigación que les ayude a develar la grupalidad, como proceso que muestra la dialéctica entre lo individual y lo grupal, y que ayudan a que los sujetos puedan expresar con mayor facilidad y confianza información más real de lo que acontece en el grupo así podrán identificar: la percepción que tienen los educandos de las contradicciones y problemas que surgen en el grupo y sus criterios de por qué ocurren; quiénes son los que con frecuencia exhiben ciertos comportamientos favorables o no al buen funcionamiento del grupo y los factores internos o externo que hacen  que se sostengan tales comportamientos; las cualidades y comportamientos  del grupo que más  se rechazan; el estado de satisfacción de los miembros por el cumplimiento y logro de algunos de los miembros y del grupo; entre otros.

El análisis cuantitativo y cualitativo de los datos revela que  los educandos hacen referencia a los objetivos, metas y las actividades que realizan o desean realizar, en menor medida que otras propiedades que dan identidad a un grupo como fenómeno sociopsicológico y, muy puntualmente, en lo que concierne al estudio apenas hicieron referencia, aunque este constituye el principal deber y uno de los motivos por el que se organiza la vida escolar, unido a que el trabajo metodológico que se realiza en la escuela está dirigido a elevar la motivación por el estudio y a que se logre un aprendizaje de calidad.

La situación antes señalada, no revela una falta total de interés por el aprendizaje de los educandos, y las observaciones así lo indica, sino que, los educandos de los grupos del segundo ciclo de la escuela primaria, quinto y sexto grados, comienzan a otorgar una mayor atención al grupo y así lo expresan (Imbert y Gotay, 2017) Además, se comprende que la actividad, aun la de gran importancia social, tiene notable valor en la dinámica del grupo en determinado momento o etapa del desarrollo grupal, pero no es suficiente por si sola para lograr avances notables hacia la integración y cohesión (Fuentes, 2001); otros múltiples factores repercuten en la dinámica interna del grupo y pueden producir efectos no deseables y esto implica la necesidad de estudiar el comportamiento de la efectividad de las tareas que cumple el grupo, el grado de participación  real que tiene cada miembro en su realización y el grado de satisfacción que le produce la actividad.

En este grupo, se observó el aumento de la necesidad de los educandos de hacer concordar con sus compañeros sus intereses y comportamientos en los distintos escenarios en los que realizan las actividades, en particular la actividad de estudio en el proceso de enseñanza aprendizaje; esta particularidad explica, también, el hecho de que en sus expectativas aparezcan más indicadores que muestran el estado de sus relaciones interpersonales, que la manera en que se manifiesta y realizan la actividad de estudio u otras actividades.

El comportamiento de este indicador, lleva a la reflexión acerca de cómo se tiene en cuenta o no, en la modelación de las tareas de estudio las relaciones interpersonales y comunicativas para favorecer el cumplimiento de las tareas, con la percepción de que la intervención pedagógica es una herramienta esencial para promover el desarrollo del grupo y el desarrollo personal y constituye también una vía para “la integración grupo-contexto social  más inmediato” (Fuentes, 2001, p.32). Significa considerar las funciones profesionales de los maestros, como agentes de cambio, capaces de poner la mirada científica en el funcionamiento del grupo y caracterizarlo para advertir cómo repercuten los modos de pensar, sentir y actuar de los educandos de un grupo en la realización eficaz de las actividades y en el desarrollo personal saludable de cada uno y encontrar las alternativas para que el grupo adquiera fuerza transformadora.  Además de la importancia para favorecer la convivencia (Cipriano, Diaz y Maldonado, 2019)

En este estudio se muestra el nexo indisoluble entre las relaciones que establecen los educandos en el grupo y el modo en que comprenden y cumplen las normas, pero estos nexos adquieren múltiples matices, en dependencia, entre otros factores, de las particularidades individuales, de cómo se traducen en el grupo las normas, valores y procesos sociales en un momento histórico dado y cómo se gestionan las normas y valores sociales deseables, a favor de una mayor integración, participación y satisfacción de los educandos con las tareas escolares, con las relaciones que establecen entre sí y con los maestros y el lugar que ocupan en la estructura del grupal. Por tanto, no significa linealmente que, si un educando cumple las normas, ya sean las que establece la institución, como las que impone el propio grupo, logrará relaciones favorecedoras de su desarrollo y la satisfacción de algunas de sus necesidades.

Estos nexos, en ocasiones transitan por caminos con obstáculos. Evidencia de esto se encontró cuando un educando escribió: ¨…me dicen anormal…. y eso me está hartando, por eso a partir de ahora me esforzaré un poco más para ser un niño mejor… a mí me gusta este grupo y nunca lo cambiaré”. Es un estado contradictorio, de inconformidad y de aceptación. Manifestaciones negativas en las relaciones interpersonales, en la autovaloración y la autoestima y en la tendencia a ceder ante la presión grupal, pero en lo que expresa este educando no se expresa una crítica al mal trato, a la violencia y a la exclusión, sino culpa por no ser mejor, ya sea por el modo de comportarse o por el nivel de inteligencia.

Para los adolescentes de los niveles de Educación media y Media Superior en Cuba son muchos los rasgos que les sirven para conformar subgrupos, pero  lo relacionado con el estudio es un factor que está presente, así (Batista y Torralbas, 2019) señalan: En relación con el desempeño académico hay distinciones entre “los/as brutos/as” y “los/as inteligentes” o “los/as estudiosos/as”. Es uno de los criterios que más conflictos genera, y cuyas fronteras están más claras, sobre todo en los grupos “buenos” dentro de cada escuela. (p.11) Este rasgo empieza a identificarse en grados anteriores, la repetición que hacen los educandos de “ser buenos”, revela el contraste que hacen los maestros entre los buenos y los malos niños según su concepción de ser más o menos educado y con frecuencia esto establece diferencia y segregación en contra de los que por razones familiares o personales no se comportan o rinden académicamente como lo que se espera de ellos.

Las expectativas que tienen los educandos de este grupo de quinto grado, tanto en lo que esperan del grupo y como en lo que el grupo puede esperar de ellos, coinciden en lo relacionado con las normas y valores que deben regular las relaciones interpersonales, no obstante, no es suficiente que repitan lo que dicen los maestros acerca de cómo deben ser y comportarse, es imprescindible que se ajusten conscientemente a ellas y las cumpla.

La violación de algunas normas en este grupo y su repercusión en estado emocional de algunos estudiantes, por mínimo que pueda resultar impacta  las relaciones interpersonales y demuestra la importancia de conocer el funcionamiento del grupo y de hacer su caracterización oportunamente para atender, desde el punto de vista educativo la formación de normas, no como una declaración formal de lo que aparece en el reglamento disciplinario de una escuela, sino para conducir a los educandos como afirma (Rodríguez, 2018) a la construcción de normas, desde la participación, en función de que se involucren en su cumplimiento. La comprensión de la norma, en qué consiste y el daño que produce su incumplimiento es una de las condiciones para que se cree un clima sociopsicológico caracterizado por la disciplina consciente y el comportamiento autorregulado de los miembros del grupo.

Los que dicen sentirse bien en el grupo, centran sus argumentos en ellos mismos y, de igual modo, hay que atender esta particularidad, pues  sin sobredimensionarla, teniendo  en cuenta el período del desarrollo en este grado deben ser capaces de hacer valoraciones de las manifestaciones negativas que afectan a otros integrantes y expresar en lo que dicen y hacen desacuerdo con el comportamiento negativo, por eso hay que formar valores de justicia y solidaridad, es decir educar en que no pueden ser indiferentes ante el dolor o lo que afecta otros compañeros, aunque sean pocos o no sean los más simpáticos. Sobre este asunto de los valores grupales en numerosas investigaciones se ha llamado a la necesidad de que se preste atención por diferentes vías. (Mendoza, Blanco y Movilla, 2018);  (Bonozo, Merchán, Guapi y Toala 2023).

Esta manifestación que expresa el mal funcionamiento del grupo es, a nuestro modo de ver, el inicio de la instauración del mecanismo de la normalización expresado, que indica que no ayudar, no hacer la tarea, el mal trato, la burla, la exclusión, son comportamientos normales, es juego, lo cual se trasmite y se fortalece, si el maestro no lo identifica, o no lo visibiliza como insuficiencias que deben ser prevenidas y eliminadas si ya han aparecido. Los criterios contradictorios entre los miembros del grupo, apreciados en las respuestas a algunas preguntas en ambos cuestionarios, relacionadas con algunas manifestaciones negativas e insuficiencias en las relaciones interpersonales, en el estado de cumplimiento de las tareas escolares, en la estructura del grupo, expresan baja cohesión  grupal, lo cual significa, que el espacio grupal apenas ha emergido y la grupalidad no se constituye como construcción de este proceso, lo cual se confirma con la idea de que la grupalidad está dada, donde el otro existe para todos y cada uno en su connotación más universal: el ser humano diverso, semejante y diferente  a la vez (Fuentes  2001,p.31)  Esta, como característica integrativa del nivel de desarrollo de un grupo, no puede explicarse únicamente por las particularidades del período del desarrollo por el que transitan los educandos, sino también, porque no son identificadas, ni consideradas  en el tipo de caracterización que hace el maestro de su grupo. En este sentido, se realza la necesidad de contar con “una noción de grupo para trabajar con una perspectiva más social de la educación y sus ventajas en el proceso de formación”, (Batista y Torralbas, 2019, p.2).

Conclusiones

La caracterización del grupo de quinto grado de la Educación Primaria, se realizó tomando en consideración los objetivos, metas y actividades, relaciones interpersonales, estructura sociopsicológica, las normas y valores y la cohesión grupal, lo cual permitió hacer una mirada al funcionamiento del grupo e identificar algunos indicadores que caracterizan el estado de cada una de las propiedades las propiedades que lo identifican y distinguen de otros grupos,

En el  funcionamiento del grupo  objeto de estudio se identificaron insuficiencias en cada una de las propiedades  de este como fenómenos sociopsicológico, evidenciándose baja cohesión grupal, como característica integrativa de su nivel de desarrollo, lo cual no puede explicarse únicamente por las particularidades del período etario por el que transitan los educandos, sino también, por cómo se traducen en el grupo las circunstancias sociales más inmediatas que les llegan mediante el trabajo educativo que se realiza en la institución educativa y en el proceso de enseñanza aprendizaje.

La caracterización del grupo escolar ha de constituir una herramienta insoslayable para que los maestros identifiquen las manifestaciones que dan identidad al grupo e implementen la alternativa pedagógica más factible para favorecer el cumplimiento de los objetivos socioeducativos previstos y elevar la potencialidad transformadora de este, en especial en lo que concierne a las actitudes prosociales de los educandos que favorece su convivencia en inserción en nuevos grupos.

 

Referencias Bibliográficas

Batista, P. y Torralbas, O. (2019) Construyendo mejores sociedades: los grupos escolares y el proceso de inclusión-exclusión educativa. Actualidades Investigativas en Educación, vol. 19, núm. 1, pp. 1-18, DOI: 10.15517/aie.v19i1.35471.

Bonozo, D.C, Merchán, J.A., Guapi, F.J. y Toala, I.P. (2023) Relaciones interpersonales en la convivencia escolar. RECIAMUC 7. (1), enero, 163-169. https://doi.org/10.26820/reciamuc/7.(1).enero.2023.163-169

Cedeño, W. A., Ibarra, L.M., Galarza, F.A., del Rocío, J. y Gómez D.A. (2022). Habilidades socioemocionales y su influencia en las relaciones entre estudiantes. Universidad y Sociedad, 14(4), 466-274. https://rus,ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/3068

Cipriano, T.; Diaz, M T. y Maldonado, P. (2019). Caracterización del clima escolar de los estudiantes de 5°de la Institución Educativa. Técnica Microempresarial desde la perspectiva de la comunidad educativa. [Tesis de maestría] Universidad de la Costa, Barranquilla.   repositorio.cuc.edu.co > bitstream > handle > Caracterización del clima…

Fuentes, M. (2001). ¿Por qué el grupo en la Psicología social? Revista Cubana de Psicología, 18(1), 28-33. Disponible en: Pepsic.bvsalud.org pdf rcp

Imbert, N. y Gotay, J.L.  (2017). Particularidades sociopsicológicas de los grupos educandos. En: Fundamentos de Psicología para escuelas pedagógicas. La Habana, Cuba: Pueblo y Educación. www.libreriavitualcuba.com>fundamentos-de-psicologia-para escuelas-p

Mendoza, A., Blanco, I. y Movilla, D. (2018) Formación de valores y convivencia escolar mediante la investigación como estrategia pedagógica apoyada en TIC. Cultura, Educación y Sociedad. 9 (1), 181-193. http://dx.doi.org/10.17981/cultedusoc.9.1.2018.14

Menéndez, D.; Imbert, N. y Serra, A. (2016) Autovaloración e inserción grupal: una experiencia con estudiantes de la carrera Pedagogía Psicología. Varona, (63), julio-diciembre, pp. 1-10 http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=360657459012

Rodríguez, A. G. (2018). Construcción de normas: una experiencia desde el clima de aula. Revista Eleuthera, 18, 13-30. DOI: 10.17151/eleu.2018.18.2.

Sierra, R.A. e Imbert, N. (2022) La alternativa y su conceptualización en el contexto pedagógico. Transformación,may-agos,16(2),210-220. https://revistas.reduc.edu.cu>index.php>transformación>article>dow

Torres, Y., Medina, E. y Carralero, L. (2019). El clima sociopsicológico en el proceso de enseñanza-aprendizaje, Revista Atlante: Cuadernos de Educación y Desarrollo. https://www.eumed.net/rev/atlante/2019/06/sociopsicologico-ensenanza aprendizaje.  


Taxonomía de contribución de roles

No.

Roles de la contribución

Autor 1

Autor 2

1.        

Conceptualización

50%

50

2.        

Curación de datos

100%

 

3.        

Análisis formal

100%

 

4.        

Investigación

100%

 

5.        

Metodología

50%

50%

6.        

Administración del proyecto

100%

 

7.        

Supervisión

50%

50%

8.        

Validación

50%

50%

9.        

Visualización

50%

50%

10.    

Redacción – borrador original

50%

50%

11.    

Redacción – revisión y edición

50%

50%

 

 

Declaración de originalidad y conflictos de interés

El/los autor/es declara/n que el artículo: Mirada al funcionamiento de un grupo de quinto grado, su caracterización

   Que el artículo es inédito, derivado de investigaciones y no está postulando para su publicación en ninguna otra revista simulneamente.

   Que se acepta tanto la revisión por pares ciegos como las posibles correcciones del artículo que deban hacerse tras comunicarle/s la oportuna disconformidad con ciertos aspectos pertinentes en su artículo.

   Que en el caso de ser aceptado el artículo, hará/n las oportunas correcciones en el tiempo que se estipule.

   No existen compromisos ni obligaciones financieras con organismos estatales ni privados que puedan afectar el contenido, resultados o conclusiones de la presente publicación.

A continuación, presento los nombres y firmas de los autores, que certifican la aprobación y conformidad con el artículo enviado.

Autores

Yoan Grass Arzola

Neris Imbert Stable