La integración de las TIC en la Educación Superior. Retos y perspectivas
The integration of ICT in Higher
Education. Challenges and perspectives
Recibido: 05/08 /2023 | Aceptado: 31/10/2023 | Publicado: 07/11/2023
Qinghua Qiu 1*
Meivys Páez Paredes 2
Leonardo Pérez
Lemus 3
1* Universidad de Linyi. Provincia
de Shandong, China, 276000. qqhls0539@163.com.
ID ORCID: https://orcid.org/0000-0003-3219-6389
2 Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”. Provincia de Pinar del Río, Cuba,
20100. meivys1984@gmail.com. ID
ORCID: http://orcid.org/0000-0001-5325-1004
3 Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”. Provincia de Pinar del Río, Cuba,
20100. leplemus@yahoo.es. ID ORCID: http://orcid.org/0000-0002-6590-7186
Resumen:
Las tecnologías de la
información y la comunicación, en su avance arrollador, han impactado en los
diferentes ámbitos sociales, de esta incidencia no escapa la educación que ha
sido impactada a partir de la existencia no solo de nuevas formas de
comunicarse, sino de nuevas formas de enseñar y aprender a través de espacios
virtuales. El desarrollo continuo y vigoroso de las tecnologías de la
información y la comunicación lleva a una comprensión diversificada de su
esencia y su valor educativo. Integrar estas tecnologías a la educación, si
bien pudiera parecer una tarea fácil, se ha convertido en uno de los mayores
retos que enfrenta hoy la educación y en particular la educación superior, debido
a coexistir diferentes generaciones de los avances tecnológicos de las últimas
décadas y las intenciones expresadas en políticas educativas que han potenciado
o no su integración. Aumentar la complejidad tecnológica no necesariamente
promoverá el desarrollo de la educación superior, las competencias y
habilidades digitales de los profesores y estudiantes son esenciales para
integrar eficazmente las tecnologías emergentes en la educación superior y el
entorno de aprendizaje. Desde esta perspectiva y teniendo en consideración los
principales retos que enfrenta la educación superior y cómo se ve en
perspectiva este proceso, se presenta un análisis sobre la integración de las
tecnologías de la información y las comunicaciones en la educación, de manera
particular en la educación superior.
Palabras clave: tecnologías
de la información y la comunicación; educación superior; entornos virtuales;
competencia digital
Abstract:
Information and
communication technologies, in their overwhelming advance, have impacted
different social spheres. Education, which has been impacted by the existence
not only by new forms of communication, but also by new forms of teaching and
learning through virtual spaces, does not escape this incidence. The continuous
and vigorous development of information and communication technologies leads to
a diversified understanding of their essence and educational value. Integrating
these technologies into education, while it may seem like an easy task, has
become one of the biggest challenges facing education today, particularly
higher education, due to the coexistence of different generations of
technological advances from recent decades and the intentions expressed in
educational policies that have either promoted or hindered their integration. Increasing
technological complexity will not necessarily promote the development of higher
education, the digital competencies and skills of teachers and students are essential
to effectively integrate emerging technologies into higher education and the
learning environment. From this perspective and taking into consideration the
main challenges facing higher education and how this process is seen in
perspective, an analysis is presented on the integration of information and
communication technologies in education, particularly in the field of
education. higher education.
Keywords: information and
communication technologies; higher education; virtual environments;
digital competence
Introducción
Las
últimas décadas del siglo XX y lo que va del XXI se han caracterizado por un
arrollador avance científico y tecnológico que ha promovido el desarrollo de
todos los sectores sociales. Pero, con la integración más estrecha y diversa de
la ciencia y la tecnología en los diferentes ámbitos de la sociedad han surgido
problemáticas que, cada vez más, ocupan a académicos en la atención a los
beneficios, riesgos y necesidades detrás de la aplicación de la tecnología. La
educación, como una acción social, no ha quedado exenta de ello y se ha visto
beneficiada y a la vez afectada por ellas.
Aun
cuando las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) forman parte
de la vida cotidiana desde hace algún tiempo, ha sido el fenómeno de la
convergencia tecnológica el que ha abierto una nueva dimensión y ha supuesto un
auténtico cambio proporcionando en los procesos de enseñanza-aprendizaje el
fortalecimiento de nuevas modalidades de estudio. La educación superior, de
manera particular, se ha convertido en el espacio no solo donde se usan las
tecnologías de la información y la comunicación, sino, además, el generador de
nuevas formas de hacer a partir de la experiencia de docentes y estudiantes y
de las investigaciones.
Casi
todos los países, regiones, organizaciones e instituciones han respondido
positivamente, formulando sus propias políticas, estrategias o directrices para
promover el desarrollo de la educación superior a través de la integración de
las tecnologías de la información y la comunicación.
Muchos
profesores las seleccionan como herramientas didácticas tomando en cuenta su
soporte material de nuevos paradigmas educativos y sus beneficios de favorecer
“la motivación, atención a las diferencias individuales, el trabajo cooperativo
y colaborativo, el aprendizaje autónomo y continuo; la autoevaluación,
evaluación y control de los procesos instructivos y educativos” (Granda Asencio
et al., 2019).
Justo
como lo que dijo Cabero Almenara (2015, p. 20) “(…) nunca el docente ha contado
con tantas tecnologías de la información y la comunicación, y además
invisibles, como en la actualidad para realizar su actividad profesional de la
enseñanza, la gestión y administración educativa, así como la investigación.”
Sin
embargo, aunque las tecnologías de la información y la comunicación tienen
muchas ventajas en la educación, también existen algunos desafíos y problemas,
como la brecha tecnológica, la equidad educativa, las dificultades tecnológicas
en la enseñanza, los sentimientos negativos de los profesores por el uso de la
tecnología, tales como la angustia, el estrés, la apatía, la tristeza por la
falta de contacto físico, la inseguridad y la preocupación, etc., y la
disposición de los estudiantes para el trabajo colaborativo (Meléndez Rivera et
al., 2022). Esto requiere una consideración más completa y un manejo adecuado
de las tecnologías de la información y la comunicación al usarlas, para
comprender y aprovechar profundamente el potencial de ellas en la educación.
La
integración de las tecnologías emergentes ya ha surgido como un enfoque
prometedor para superar las limitaciones tecnológicas, por su beneficio de
mejorar la participación y rendimiento de los estudiantes a través de crear un
entorno de aprendizaje más atractivo, interactivo y personalizado (Almenara
et al., 2023, p. 6). Ante este panorama, este artículo tiene como objetivo
realizar una aproximación a la integración de las TIC en el proceso de
enseñanza-aprendizaje en la educación superior.
Materiales y métodos
Para el análisis de la integración
de las TIC en el proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación superior se
utilizó el análisis documental, principalmente, el análisis de contenido para
establecer la estructura interna de la información desde la inferencia, es
decir, la deducción de datos que, en esta investigación, son no cuantificables.
El análisis de contenido implica la utilización de otros métodos
complementarios tales como el análisis, la síntesis, deducción – inducción y la
educación comparada.
El enfoque descriptivo empleado
asumió como tareas investigativas:
- Identificar como datos, textos
relativos a la integración de las tecnologías de la información y la
comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, las competencias digitales
de los docentes y los estudiantes, con énfasis en la educación superior.
- Determinar cómo unidad de
análisis: textos escritos relacionados con las tecnologías de la información y
la comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, las definiciones de las
tecnologías de la información y la comunicación, los modelos competenciales
digitales y la formación del profesorado universitario en las tecnologías de la
información y la comunicación.
- Determinar cómo unidad de
contexto: textos de autores, organizaciones e instituciones sobre la
integración de las tecnologías de la información y la comunicación en el
proceso de enseñanza-aprendizaje en la educación superior y los modelos
competenciales digitales más influyentes.
Resultados y discusión
Desde estos
presupuestos, las presentación y discusión de los resultados se hará en dos
acápites (a) definición de las tecnologías de la información y la comunicación y
(b) la integración de las tecnologías de la información y la comunicación en el
proceso de enseñanza-aprendizaje, con énfasis en la educación superior.
a. Definición de las TIC
Las TIC,
cuyo nombre completo responde a las Tecnologías de la Información y la
Comunicación, en ocasiones aparecen en la literatura científica como las
Tecnologías de la Información, las Modernas Tecnologías de la Información y las
Tecnologías Digitales. Como un tema amplio por la evolución constante de los
conceptos, métodos, herramientas y aplicaciones, no existe una única definición
universalmente aceptada debido a los diferentes propósitos, áreas, alcances y
niveles de uso.
Para
Cardozo Gavilán (2022) las tecnologías de la información y la comunicación consisten
en un recurso de agrupación de las tecnologías que permiten adquirir, producir,
almacenar, tratar, comunicar, registrar y presentar informaciones de manera digital,
en forma de voz, imágenes y datos.
Bailón y
Solórzano (2021) apuntan que son herramientas que permiten realizar trabajos
con mucha más rapidez y eficacia, cuya adecuada aplicación permite innovar
técnicas y destrezas y se pueden aplicar en el ámbito educativo, facilitando
así la adquisición de conocimientos.
Cabero
Almenara (1998) establece las siguientes características de las tecnologías de
la información y la comunicación:
a)
inmaterialidad: realizan el proceso de creación de
información esencialmente inmaterial, que puede trasladarse con transparencia e
instantáneamente a lugares distantes;
b)
interactividad: hacen posible el intercambio de
información entre un usuario y un computador, y esa interacción permite adecuar
los recursos utilizados a los requerimientos y características de dicho
usuario;
c)
interconexión: permite crear nuevas posibilidades,
partiendo del enlace entre dos tecnologías. Un ejemplo es la telemática, que
resulta de la unión entre la informática y las tecnologías de comunicación, y
que ha dado lugar a nuevas herramientas como el correo electrónico;
d)
instantaneidad: es la capacidad de transmitir
información a larga distancia y de una manera veloz;
e)
digitalización: la información es representada en un
formato único universal, que permite que los sonidos, los textos, las imágenes,
etc., sean transmitidos a través de los mismos medios;
f)
amplio alcance que abarca los campos cultural,
económico, educativo, entre otros: han impactado en diversos ámbitos, y se han
expandido y penetrado en áreas como la economía, la educación, la medicina,
entre otras, a nivel global;
g)
mayor influencia sobre los procesos que sobre los
productos: no sólo les brindan a los individuos la posibilidad de acceder a
gran cantidad de información para construir conocimiento a partir de ella, sino
que además les permiten hacerlo mediante la asociación con otros usuarios
conectados a la red. Los individuos tienen un mayor protagonismo en la creación
de conocimiento de forma colectiva;
h)
innovación: el desarrollo de las TIC se ha
caracterizado por generar una necesidad de innovación, sobre todo en lo que
respecta al campo de lo social, dando lugar a la creación de nuevos medios para
potenciar las comunicaciones;
i)
diversidad: no cumplen con un único propósito, por el
contrario, resultan bastante útiles para la ejecución de más de una función. De
tal manera, pueden utilizarse para llevar a cabo la comunicación entre
personas, así como también para la creación de nueva información;
j)
tendencia a la automatización: se habla del desarrollo
de herramientas para el manejo automático de la información en un gran número
de actividades sociales y profesionales.
La
tecnología es una categoría histórica, cuya historia de la generación y el
desarrollo es casi tan larga como la historia del desarrollo de los seres
humanos, por lo tanto, su significado y entendimiento se enriquece y desarrolla
constantemente. Esto aumentó la dificultad de confirmar una única opinión, por
eso los expertos de distintos terrenos científicos formaron sus propios
entendimientos deferentes. Tras la revisión de las diversas comprensiones de la
esencia de la tecnología, consideramos que:
Primero, lo
más clave son los seres humanos, porque las tecnologías son inventadas por
ellos para satisfacer sus propias necesidades. Algunos consideran que, por el
desarrollo avanzado, las tecnologías ya pueden evolucionar de manera
automática, o que estarán fuera del control de los seres humanos, pero creemos
que, si no hubiera seres humanos, no existiría la aparición ni el desarrollo de
la llamada tecnología, ni que decir de las disputas sobre su esencia. Aunque no
todos los humanos pueden controlar bien las tecnologías, que también profunda
la diferencia entre las poblaciones y los países, siempre hay gente capaz de
manejarlas bien.
Además, la
invención de las tecnologías es para satisfacer un determinado propósito de los
seres humanos, aunque en el proceso de utilización apareció la alienación, por
ejemplo los seres humanos depende demasiado de la tecnología, y la tecnología
controla y esclaviza a los seres humanos, lo que resulta en una pérdida cada
vez mayor de la subjetividad humana, la causa principal deriva de los seres
humanos propios, es decir, la raíz de la alienación de la tecnología no reside
en sí mismo, sino en su aplicación capitalista, la esclavización de la
tecnología a las personas es, en esencia, la esclavización de las personas a
las personas (Chen & Wang, 2021).
En segundo
lugar, la invención de las tecnologías se basa en la explotación de la
naturaleza, o mejor dicho, su esencia consiste en la
aplicación de los teoremas de los fenómenos capturado y utilizados (Brian
Arthur, 2014). Al principio los fenómenos explotados eran pocos y las
utilizaciones y aplicaciones eran simples, situación que duró hasta las
revoluciones industriales, en tal época las tecnologías tenían características
empíricas. Y después a medida del proceso avanzado de las tecnologías y las
ciencias, la evolución de las tecnologías marcha cada día más rápido, y se
combina más estrechamente con las ciencias, así se destaca la base de
conocimientos, o sea, de ciencias, pero nunca han podido ni podrán superar más
allá de la naturaleza.
En tercer
lugar, las tecnologías no solo se refieren a los métodos, procesos y
conocimientos, ni solo tratan de las herramientas o medios, sino consisten en
el conjunto de ellos ambos. Las ideas de considerar las tecnologías como el
conjunto de los métodos, las actividades, o los conocimientos sobre “qué hacer”
y “cómo hacer” o la aplicación de las ciencias, o como las herramientas,
máquinas o dispositivos, son unilaterales: se han prestado atención solo al
papel fundamental de las herramientas o los medios, solo a la importancia de
las prácticas humanas y los teoremas de los fenómenos naturales. Entonces, preferimos
más que las tecnologías consisten en un sistema complejo compuesto de medios,
métodos y principios científicos.
Desde esta
perspectiva, creemos que la definición sobre la tecnología en la Enciclopedia
de la dialéctica de la naturaleza es más completa y dialéctica:
“Los medios
y métodos de los seres humanos para crear, controlar, aplicar y mejorar los
sistemas naturales artificiales, dependiendo de las leyes naturales y del
material, la energía y la información de la naturaleza, a fin de satisfacer las
necesidades de la sociedad”. (Wu & Cheng, 2017, p. 43)
Basándonos
en ella y resumiendo los análisis de arriba, consideramos que las tecnologías
consisten en el sistema complejo compuesto de medios, métodos y conocimientos
para satisfacer las necesidades humanas, a través de utilizar y transformar el
material, la energía y la información de la naturaleza según los teoremas de
los fenómenos naturales.
De acuerdo
con esta comprensión, las TIC también tratan de un sistema compuesto, mientras
toman la información como el objeto de tratamiento. Y por la diversidad de las
necesidades humanas que las TIC intentan satisfacer, tales como captar,
procesar, reproducir, transmitir y utilizar la información, etc., las
principales formas de las TIC consisten en la tecnología de detección,
tecnología informática e inteligente, tecnología de la comunicación y
tecnología de control. Y los teoremas aplicados se refieren a las reglas del
movimiento de la información, o sea, la conversión de la información.
Sobre esta
base, en este artículo se define las tecnologías de la información y la
comunicación como un sistema compuesto de medios, métodos y conocimientos que
utilizan los seres humanos para captar, procesar, reproducir, transmitir y
utilizar la información basándose en los teoremas de conversión de la
información.
b. La integración de las TIC en el proceso de
enseñanza-aprendizaje, con énfasis en la educación superior
Debido a
las diversas interpretaciones de la esencia de la tecnología, en particular las
tecnologías de la información y la comunicación, la comprensión del valor de
ellas no ha llegado a un consenso. Sobre el enorme impacto a la educación que
traen o traerán las tecnologías de la información y la comunicación, existen
diferentes perspectivas y cogniciones, que lo consideran bueno o malo.
Los
optimistas consideran que las tecnologías de la información y la comunicación hacen
que la información sea ubicua, amplían los espacios para la enseñanza y el
aprendizaje, y brindan infinitas posibilidades para la reforma educativa. Por
ejemplo, Gao et al., (2023) consideran que la Realidad Virtual no solo puede
respaldar el aprendizaje contextualizado y promover la cognición incorporada,
sino que también puede ayudar significativamente a mejorar el efecto de
transferencia del conocimiento conceptual, el efecto y la eficiencia de
transferencia del conocimiento procedimental, así como mejorar la experiencia
emocional. El Informe Horizon 2023 (Pelletier et al.,
2023) indica que el desarrollo de la Inteligencia Artificial ha mejorado el
acceso a la información, ha permitido una interacción flexible y ha aumentado
la capacidad de adaptar las experiencias educativas a los estudiantes individuales,
proporcionan la fuerza para cambios fundamentales en la enseñanza y el
aprendizaje.
No
obstante, los opositores creen que las tecnologías de la información y la
comunicación solo facilitan la manera de obtener la información, pero no
necesariamente puede causar nuevos cambios del proceso y los resultados de
aprendizaje de los estudiantes. Algunos incluso piensan que las tecnologías de
la información y la comunicación solo cambian la forma de presentación de la
información, fortalecen la experiencia sensorial, mejoran la eficiencia y la
cantidad de contenido impartido por los profesores, pero mientras tanto,
aumenta la carga cognitiva de los estudiantes y reduce el efecto y beneficio de
aprendizaje de los estudiantes en cierto nivel (Gao & Peng,
2023). También se señala que el progreso de la Inteligencia Artificial ha
desencadenado debates sobre la integridad académica, la precisión, la justicia
y la equidad, y la dependencia de los estudiantes ha llevado a la pérdida de
habilidades importantes, además, el desarrollo de las tecnologías de la
información y la comunicación hace que los límites entre la enseñanza en línea
y la presencial sean cada vez más confundidos, los estudiantes ahora prefieren
más flexibilidad y opciones, que deja para los docentes más demandas de
informaciones, conocimientos, capacitaciones y habilidades relacionadas con las
mejores prácticas de enseñanza y aprendizaje (Pelletier et al., 2023).
Consideramos
que este tema se puede comprender desde el punto de vista filosófica. La
filosofía marxista cree que el núcleo de la dialéctica es la unidad de opuestos
de sujeto-objeto en la práctica, que es una crítica y superación del
pensamiento de la oposición binaria de sujeto-objeto de la filosofía
tradicional, revelando la relación de la interacción y generación mutua entre
sujeto y objeto en la actividad práctica (Su, 2023).
Desde esta
perspectiva, el valor trata de una relación de utilidad entre el sujeto y el
objeto, en la cual el posterior refleja y satisface las necesidades del
anterior y propicia la supervivencia y el desarrollo del anterior. Por lo
tanto, en el tema del valor educativo de las tecnologías de la información y la
comunicación, el valor se refleja en el proceso práctico de interconexión e
interacción entre los seres humanos y las tecnologías de la información y la
comunicación.
Detalladamente,
en primer lugar, el valor proviene del objeto. Las tecnologías de la
información y la comunicación, como objeto, tiene el atributo de satisfacer las
necesidades educativas de los sujetos, o sea los actores en la educación
superior, implicando la utilidad de las tecnologías de la información y la
comunicación en sí misma, lo que refleja la objetividad del valor.
En segundo
lugar, la existencia de relaciones de valor depende del sujeto de valor. Es
decir, la utilidad objetiva de las tecnologías de la información y la
comunicación no es el valor, solo cuando la necesita el sujeto, o sea los
actores educativos, se formará una relación de valor, que elabora una base para
la generación del valor, esto refleja la subjetividad del valor de las
tecnologías de la información y la comunicación.
Finalmente,
el valor se genera en la práctica social. La utilidad objetiva de las
tecnologías de la información y la comunicación y la relación de valor no
necesariamente pueden transformarse en valor real, cuyo nacimiento solo puede
realizarse mediante la práctica humana, que refleja la practicidad del valor
educativo de las tecnologías de la información y la comunicación.
Por lo
tanto, el valor educativo de las tecnologías de la información y la
comunicación se basa en la objetividad de sí misma y la subjetividad de las
necesidades de los actores en la educación, pero no está determinado ni por el
sujeto ni el objeto de manera unilateral, sino consiste en el estado y
resultado de la conexión, interacción y construcción mutua entre ambos dos en
la práctica, o sea el proceso de integrar las tecnologías de la información y
la comunicación a la educación superior.
En la
realidad actual, las tecnologías de la información y la comunicación siempre
están en un desarrollo continuo, los actores educativos también tienen
distintas capacidades y personalidades, por ello la relación de valor
sujeto-objeto en la práctica también es diversificada, individualizada y
dinámica. Además, el proceso práctico de la integración de las tecnologías de
la información y la comunicación a la educación superior también es dinámico e
incierto.
Entonces
para analizar y juzgar dialécticamente si las tecnologías de la información y
la comunicación tienen el valor educativo o cuánto valor educativo tienen, es
necesario realizar un análisis específico vinculando estos tres elementos. La
relación sujeto-objeto apropiada y el proceso de práctica adecuado producen un
valor positivo, mientras que la relación sujeto-objeto inapropiada y el proceso
de práctica inadecuado conducen un valor negativo.
Justamente
por esto, algunas personas piensan que las tecnologías de la información y la
comunicación puede promover el desarrollo de la educación superior, la razón es
que existe una relación sujeto-objeto apropiada y un proceso de práctica
adecuado; y otras personas piensan que las tecnologías de la información y la
comunicación no promueve o incluso estorba el desarrollo de la educación
superior, la razón es que existe una relación sujeto-objeto inapropiada y un
proceso de práctica inadecuado.
Esto
coincide con lo que planteó Cabero Almenara (2005), que las tecnologías no son
una panacea para resolver los problemas de la educación, e incluso en algunos
casos, puede aumentar los problemas. Hay que reconocer que, independientemente
del potencial instrumental de las tecnologías de la información y la
comunicación, son solo medios y recursos didácticos que los profesores utilizan
para resolver problemas de comunicación o crear diferentes entornos de
aprendizaje, y como herramienta curricular, para lograr una posible eficacia, también
son importantes las asignaturas donde se introduzcan y los roles de los
profesores y estudiantes en el proceso de enseñanza y aprendizaje (Cabero
Almenara, 2005).
Sin
embargo, muchas veces las personas no integran las tecnologías de la
información y la comunicación por su efectividad y necesidad educativas, sino
que las incorporan exclusivamente por seguir la moda, lo que comete un error,
creyendo que estar equipado de los recursos o herramientas tecnológicos ya es
suficiente para considerar que las TIC se incorporarán en la práctica
educativa, porque esto no solo depende de los factores económicos y
tecnológicos, sino también de otras variables tales como la formación y capacitación
de los profesores, los metodologías aplicadas, y la transformación de las
estructuras organizativas (Cabero Almenara, 2005).
Todo esto
implican la importancia de la integración adecuada de las tecnologías de la
información y la comunicación a las asignaturas de la educación superior, para realizar
el valor educativo de las TIC, promoviendo el logro de una educación superior
de alta calidad. Para esto, es indispensable y significativo destacar entre
todas las variables la formación de competencias digitales de los docentes y
estudiantes frente a la situación actual y futura, por que
sin ellos no se realizará el valor de otras variables.
Además, durante
la pandemia de COVID-19, muchas instituciones y universidades tuvieron que
recurrir a la educación en línea, lo que puso en contexto las características
futuras de la educación que Cabero Almenara (2005) consideró, que la educación
se llevaría a cabo en cualquier momento y en cualquier lugar, sería
personalizada y respetaría el ritmo de aprendizaje, el estilo de aprendizaje y
las inteligencias múltiples de cada individuo; lo que, de forma expedita,
inesperada y global, también aceleró la demanda y necesidad de desarrollar
competencias y habilidades relativas a las tecnologías de la información y la
comunicación en los estudiantes y en los docentes.
Al
respecto, Salinas-Ibáñez (2003) plantea una serie de destrezas que deben tener
los estudiantes respecto a las tecnologías de la información y la comunicación y
que ofrecen ideas para los docentes:
(a)
destrezas y conocimientos específicos destinados a las tecnologías de la
información y la comunicación: gestión de la información; comunicación; uso
efectivo de la interfaz hombre-máquina; comprensión de trabajar de manera
autónoma; comprensión de utilizar aplicaciones de software profesionales;
(b)
destrezas y conocimientos relacionados con las tecnologías de la información y
la comunicación como medios de información: capaces de leer, producir y
procesar documentos, incluyendo multimedia; aprendizaje de selección o comunicación
de la información; buscar, organizar y criticar la información; estructuración
de la realidad verdadera frente a la realidad virtual, etcétera;
(c)
destrezas y conocimientos relacionados con las tecnologías de la información y
la comunicación como temas de estudio en la escuela: utilización de nuevas
representaciones de conocimiento para estudiar un tema dado; utilización de
simulaciones y modalidades; procesamiento de información de diversas fuentes y
orígenes; desarrollo de procedimientos operativos relacionados con dominios
específicos de conocimiento; construcción de habilidades y conocimientos
básicos; refuerzo de las habilidades de comunicación y la promoción de la
creatividad, entre otras cosas;
(d)
destrezas y conocimientos relacionados con las tecnologías de la información y
la comunicación, como el status del conocimiento: predicción de los cambios en
este; fortalecimiento del potencial interdisciplinario de las tecnologías de la
información y la comunicación; ayudar a crear y organizar proyectos de
enseñanza para todos los niveles educativos; soporte a crear y montar proyectos
pedagógicos para todos los niveles educativos entre estudiantes y profesores;
ayuda para el trabajo colaborativo/cooperativo.
Para
enfrentar desafíos en los entornos del futuro, Cabero Almenara (2005) también destaca
algunas competencias de los estudiantes:
(a)
competencia de adaptarse a un ambiente que se modifica rápidamente: trata de la
capacidad de adaptación a nuevos entornos. Se requiere que, en esta era de
explosión de información y desarrollo tecnológico exponencial, se pueda ajustar
rápidamente la forma de pensar y las estrategias, entender y enfrentar las
nuevas situaciones, tecnologías y desafíos;
(b)
competencia de trabajar en equipo de forma colaborativa: trata de la capacidad
de compartir tareas en un equipo para lograr un objetivo común. Se requiere que
se utilice sus propios conocimientos y habilidades, se aporte puntos de vista e
ideas únicas, se llegue a un consenso a través de la comunicación y discusión,
se promueva la innovación y la resolución de problemas;
(c)
competencia de aplicar la creatividad a la resolución de problemas: trata de la
capacidad de aplicar el pensamiento innovador en el proceso de resolución de
problemas. Se requiere que se salga de lo convencional, se mire el problema
desde diferentes perspectivas, se busque soluciones novedosas y se tenga el
valor de probar métodos no tradicionales;
(d)
competencia de aprender nuevos conocimientos y asimilar nuevas ideas
rápidamente: trata de la capacidad de adquirir y entender rápidamente nueva
información de manera rápida y efectiva. Se requiere que se utilice diversas
técnicas y estrategias para mejorar la eficiencia de la adquisición y
comprensión de la información, y que se desarrolle el hábito de aprender
durante toda la vida;
(e)
competencia de tomar nuevas iniciativas y ser independiente: trata de la
capacidad de completar tareas de manera activa e independiente. Se requiere que
se estimule a buscar y explorar nuevas oportunidades de aprendizaje, y que
participe activamente en el proceso de aprendizaje en lugar de recibir
pasivamente conocimientos; analicen y evalúen la información de manera
independiente, y piensen en soluciones de los problemas en lugar de depender
completamente de otros o de las herramientas, y tengan responsabilidad de su
propio aprendizaje y acciones;
(f)
competencia de identificar problemas y desarrollar soluciones: trata de la
capacidad de analizar y tomar decisiones frente a problemas. Se requiere que, a
través de la recopilación, observación y análisis de información, se aclare la
naturaleza, manifestación y posibles causas del problema; y que, a través de la
generación, evaluación, selección e implementación de diferentes estrategias o
métodos, se obtenga una solución efectiva.
De todas
formas, se puede confirmar que los estudiantes tienen que aprender a modificar
su actitud y transformar el rol que ha desarrollado hasta ahora, adoptando un
papel activo, convirtiéndose en el protagonista real del proceso de aprendizaje
con el apoyo de las tecnologías de la información y la comunicación y la
orientación de los docentes, para adaptarse a las demandas del estudio en el
siglo XXI y prepararse a los trabajos del futuro.
En cuanto a
los docentes, diversos autores han abordado las competencias profesionales
necesarias para integrar las tecnologías de la información y la comunicación al
proceso de enseñanza-aprendizaje.
Fernández
et al. (2019) apuntan que la importancia de las competencias digitales radica
en la potencialidad para establecer una interrelación directa entre los
aspectos pedagógico-didácticos de la enseñanza en el nivel superior y la
utilización efectiva en entornos laborales multidisciplinarios en contextos
aceleradamente cambiantes y complejos.
Al tiempo
que agrega que, “las competencias digitales implican el desarrollo de un bagaje
de conocimientos, habilidades y valoraciones que operan directamente sobre las
innovaciones tecnológicas y sus diferentes adopciones por parte de las
distintas disciplinas” (Fernández et al., 2019, p. 12).
El Parlamento
Europeo y el Consejo de la Unión Europea refiere la siguiente definición de
competencias digitales (CD): trata del uso seguro y crítico de las tecnologías
de la sociedad de la información (TSI) para el trabajo, el tiempo libre y la
comunicación; apoyándose en habilidades fundamentales sobre las tecnologías de
la información y la comunicación, tales como utilizar ordenadores para realizar
la obtención, evaluación, almacenamiento, producción, presentación e
intercambio de la información, y para comunicarse y participar en redes de
colaboración por Internet. (DO L394, 2006, p. 15)
Las
capacidades específicas relativas consisten en la “capacidad de buscar, obtener
y tratar información, así como de utilizarla de manera crítica y sistemática,
evaluando su pertinencia y diferenciando entre información real y virtual, pero
reconociendo al mismo tiempo los vínculos” (DO L394, 2006, p. 15). Esto destaca
la importancia del pensamiento crítico, la creatividad y la innovación en el
proceso de utilizar las tecnologías de la información y la comunicación.
La UNESCO ha
ofrecido varias versiones de un marco de competencias docentes para el empleo
de las tecnologías de la información y la comunicación, recogidas en el Marco
de competencias de los docentes en materia de TIC. La versión tres del marco
elaborado por la UNESCO (2019) actualiza las competencias TIC que los docentes
deben poseer para su integración en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en
seis áreas de competencias por tres niveles sucesivamente:
(a) Adquisición
de conocimientos:
- determinación
de cómo y en qué aspectos sus prácticas didácticas cumplen y apoyan las
políticas de la institución y/o del país;
- análisis
de los estándares curriculares para buscar métodos de usar las TIC en la
enseñanza y aprendizaje para ayudar a los estudiantes a alcanzar sus objetivos;
- selección
de las TIC adecuadas para apoyar métodos específicos de enseñanza y aprendizaje;
- comprensión
de las funciones de los equipos informáticos y las aplicaciones de
productividad más comunes, y puede utilizarlos;
- organización
del entorno físico para que la tecnología apoye distintos métodos de
aprendizaje de forma inclusiva;
- utilización
de las TIC para su propio desarrollo profesional.
(b) Profundización
de conocimientos:
- formulación,
modificación e implementación de prácticas didácticas que respalden las
políticas institucionales y/o nacionales, compromisos internacionales y
prioridades sociales;
- integración
de las TIC en los contenidos curriculares, los procesos de enseñanza y
evaluación, y niveles de grado de manera transversal, creando un entorno de
aprendizaje potenciado por las TIC, para que los estudiantes en este entorno
puedan dominar las normas y niveles curriculares con la ayuda de las TIC;
- diseño de
actividades de aprendizaje basadas en proyectos y asistidas por las TIC,
utilizando las TIC para promover la planificación, implementación y monitoreo
de los planes de proyecto de los estudiantes, y resolver problemas complejos;
- combinación
de diversos recursos y herramientas digitales para crear un entorno de
aprendizaje digital de forma integrada, para ayudar a los alumnos a adquirir
habilidades de pensamiento de nivel superior y capacidades de resolver
problemas;
- uso de
herramientas digitales de forma flexible, para promover el aprendizaje
colaborativo, gestionar a los alumnos y otras personas involucradas en el
aprendizaje, y administrar el proceso de aprendizaje;
- uso de la
tecnología para interactuar con redes profesionales a fin de potenciar su
propio desarrollo profesional.
(c) Creación
de conocimientos:
- realización
de una reflexión crítica para ofrecer sugerencias de modificación sobre las
políticas educativas de las instituciones y el país, formulación de planes de
mejoras, previsión de los posibles impactos de dichos cambios;
- determinación
de las modalidades óptimas de un aprendizaje colaborativo centrando en el
estudiante, a fin de alcanzar los niveles curriculares requeridos por múltiples
disciplinas;
- promoción
de la autogestión de los alumnos en el aprendizaje colaborativo centrado en el
estudiante, cuando se determinen los parámetros del aprendizaje;
- construcción
de comunidades del conocimiento, utilizando herramientas digitales para
favorecer el aprendizaje permanente;
- orientación
en la elaboración de estrategias tecnológicas de la escuela, para convertirla
en una organización de aprendizaje;
- desarrollo,
experimentación, orientación, innovación y compartimiento de las practicas
óptimas de manera continua, determinando la mejor manera de hacer que la
tecnología sirva a la escuela.
Por otra
parte, el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea publica el Marco
Europeo de Competencia Digital Docente (DigCompEdu) (Redecker, 2020), validado por Cabero-Almenara et al.
(2022). DigCompEdu propone 22 competencias
elementales organizadas en seis áreas de desarrollo y tres tipos de
competencias:
Competencias
profesionales de los educadores. Compromiso profesional: se refiere al entorno profesional más amplio, o sea,
al uso de las tecnologías digitales en las interacciones profesionales con
compañeros, estudiantes, padres y otras personas relevantes, para su propio
desarrollo profesional y por el bien colectivo de la organización.
Competencias
pedagógicas de los educadores. Contenidos digitales: se examinan las competencias necesarias para usar,
crear y compartir recursos digitales relacionados con el aprendizaje de manera
eficaz y responsable. Pedagogía digital: se centra en la gestión y
coordinación del uso de las herramientas y tecnologías digitales en el proceso
de enseñanza y aprendizaje. Evaluación y retroalimentación digital: trata
del uso de estrategias digitales para mejorar la evaluación. Empoderamiento
de los estudiantes: dedicada al potencial de las tecnologías digitales para
desarrollar estrategias de enseñanza y aprendizaje centradas en el alumno.
Competencias
de los estudiantes. Desarrollo de la competencia digital de los estudiantes: se discuten las competencias pedagógicas específicas
requeridas para promover la adquisición y desarrollo de la competencia digital
de los estudiantes, para que puedan utilizarlas de forma creativa y responsable.
Los
resultados de la validación realizada por Cabero et al. (2022) ofrecen
elementos a considerar en la integración de las TIC al proceso de
enseñanza-aprendizaje: (a) las competencias más significativas son las
pedagógicas, seguidas de la competencia para desarrollar la CD en los
estudiantes y la competencia profesional TIC; (b) la capacitación pedagógica
del docente para usar las tecnologías de la información y la comunicación influye
significativamente sobre las otras dos áreas de competencias.
Esto se
interpreta como el carácter determinante de las competencias pedagógicas,
relativas a los docentes y los estudiantes, en la integración de las tecnologías
de la información y la comunicación al proceso de enseñanza-aprendizaje. De
modo similar, Fernández-Márquez et al. (2018) consideran que desarrollar
competencias digitales docentes es imprescindible y que la adquisición de estas
es de gran importancia para los estudiantes, tanto para los estudios, como para
el futuro desempeño laboral.
En cuanto a
la capacitación pedagógica del docente en las tecnologías de la información y
la comunicación, García Vélez et al. (2021) refieren que el afianzamiento de
las competencias digitales, por parte de los docentes de la educación superior,
debe asegurar la gestación de nuevos conocimientos.
La
integración de las tecnologías de la información y la comunicación al proceso
de enseñanza-aprendizaje implica, también, cambios en las perspectivas
pedagógicas y en los roles que tradicionalmente han desempeñado los estudiantes
y los docentes. Los estudiantes son investigadores, usuarios de la tecnología y
expertos, pensadores y creadores de sentido, agentes para cambiar el mundo,
profesores de ellos mismos, personalizan su proceso de aprendizaje, aprenden a
su ritmo y adquieren la información necesaria a través de los recursos
tecnológicos de que disponen. Los docentes son identificadores y motivadores
del interés, acompañadores y orientadores del aprendizaje, ampliadores y
transformadores de los contenidos curriculares, seleccionadores y facilitadores
de conceptos valiosos, promotores del desarrollo cognitivo y sicomotriz, garantes
de actividades controladas, incorporadores de las tecnologías, así como mediadores
del aprendizaje significativo y permanente (Gómez Vahos et al., 2019).
Sin
embargo, la educación mediada por las TIC, precisa de retos no sólo en los
estudiantes y docentes, sino en otros elementos didácticos, tal como la
pedagogía.
Esta
posición es reiterada por Cabero Almenara (2015) al plantear que no se debe
cambiar solo la tecnología, sino también la pedagogía, las concepciones sobre
las tecnologías de la información y la comunicación, los modos de utilizarlas y
empoderar a los alumnos como prosumidores. La integración de las tecnologías de
la información y la comunicación en el proceso de enseñanza-aprendizaje depende
de las competencias de estudiantes y docentes y requiere un cambio de actuación
pedagógica, a tono con los nuevos escenarios, que no es, únicamente, que
permitan hacer las cosas de forma más rápida, automática y fiable.
En este
contexto, es importante qué enseñar, cómo enseñar, así como que los estudiantes
aprendan a evaluar la información disponible y la utilización de los medios
para lograr un aprendizaje óptimo, efectivo y significativo. Sin embargo, la
integración de las tecnologías de la información y la comunicación en el
proceso de enseñanza-aprendizaje no está produciendo los resultados esperados.
Así lo manifiesta Cabero Almenara (2015):
(…) altos
niveles de presencia y uso de las TIC no han repercutido en el aumento de los
niveles de aprendizaje de los estudiantes, llevándonos a decir que los efectos
de las TIC en el rendimiento de los alumnos son inocuos o desconocidos; es
decir, que no siempre están sirviendo para transformar la práctica educativa y
crear nuevas escenografías de comunicación para los participantes en el acto
sémico-didáctico de la enseñanza. (p. 21)
Por su
parte, García Vélez et al. (2021) apuntan que no todos los docentes explotan al
máximo los beneficios, posibilidades y potencialidades de las nuevas
tecnologías, lo cual evidencia la necesidad de promover la alfabetización
digital en la actualidad.
Las causas
de esta problemática, en opinión de Cabero Almenara (2015) están en su
incorporación en el proceso de enseñanza-aprendizaje como elementos aislados,
independientes, empleados para la simple transmisión de información, bajo la
perspectiva centrada en el docente, más que como elementos integrados al
currículo, desde modelos centrados en el alumno y en la conectividad.
Conclusiones
Las tecnologías de la información y la comunicación,
como un sistema compuesto de medios, métodos y conocimientos que utilizan los
seres humanos en casi todos los entornos en la actualidad, tienen potencial
para promover el desarrollo de la educación superior. No obstante, por el
incierto y diversificado proceso de práctica, también pueden causar desafíos y problemas
para la educación superior.
Esto implican la importancia de la integración
adecuada de las tecnologías de la información y la comunicación al proceso de
enseñanza-aprendizaje en la educación superior, que se aprecia imprescindible
para la formación de los futuros profesionales.
La integración de las TIC en la formación
profesional garantiza la inter, multi y transversalidad curricular, a partir
del desarrollo de las competencias digitales relativas a los docentes y los
estudiantes, proceso que está determinado por las competencias pedagógicas, la
preparación de los docentes y los enfoques pedagógico-didácticos que permitan
transformar los modos de enseñar y aprender y, consecuentemente, los roles de
estudiantes y docentes, en el empleo efectivo de las TIC.
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Taxonomía de contribución de
roles
No. |
Roles de la contribución |
Autor 1 |
Autor 2 |
Autor 3 |
1. |
Conceptualización: |
70% |
15% |
15% |
2. |
Investigación: |
60% |
20% |
20% |
3. |
Metodología: |
50% |
30% |
20% |
4. |
Supervisión: |
20% |
55% |
25% |
5. |
Redacción – borrador original: |
70% |
10% |
20% |
6. |
Redacción – revisión y edición: |
35% |
65% |
|
Declaración de originalidad y conflictos de interés
El/los autor/es declara/n que el artículo: La integración
de las TIC en la Educación Superior. Retos y perspectivas
Ø Que el artículo es inédito, derivado de investigaciones y no está postulando para su publicación
en ninguna otra revista simultáneamente.
Ø Que se acepta tanto la revisión por pares ciegos como las posibles correcciones del
artículo que deban hacerse tras comunicarle/s la oportuna
disconformidad con
ciertos
aspectos
pertinentes
en su
artículo.
Ø Que, en el caso de ser aceptado el artículo, hará/n las oportunas correcciones en el
tiempo que se
estipule.
Ø No existen compromisos ni obligaciones financieras con organismos estatales ni privados que puedan afectar el contenido, resultados o conclusiones de la presente publicación.
Ø A continuación, presento los nombres y firmas de los autores, que certifican la aprobación y conformidad con el artículo
enviado.
Autor principal: Qinghua,
Qiu,
Coautor: Meivys, Páez Paredes,
Coautor: Leonardo, Pérez Lemus,
Revista Científica Pedagógica “Horizonte Pedagógico”. Vol. 12. No. 4. 2023 octubre - diciembreArtículo de investigación |