Formación profesional del trabajador social de nivel
medio superior. Una necesidad en la actualidad
Professional training of social workers at the upper secondary level. A
need today
Recibido: 06/01/2025 | Aceptado: 05/03/2025 | Publicado: 19/03/2025
Lic. Jesús Otamendiz Campos 1⃰
Dr. C. Leonardo Pérez Lemus 2
Dr. C. María de la Caridad González Martínez 3
1* Vice gobernador de La
Habana, Cuba jotamendiz88@gmail.com ID ORCID http://orcid.org/0000-0002-4322-4915
1* Coordinador formación
doctoral en La Habana. Dirección Municipal de Educación. Playa. La Habana, Cuba. leplemus@yahoo.es ID ORCID http://orcid.org/0000-0002-6590-7186
1* Coordinadora de la formación doctoral en La Habana.
Metodóloga de la Dirección General de Educación, La Habana, Cuba bedmary92@yahoo.com ID ORCID http://orcid.org/0000-0002-7016-1403
Resumen:
La educación es una necesidad
social, pero al mismo tiempo, es reflejo de las condicionantes sociales en que
se vive y condicionante de las proyecciones futuras. En este sentido, la profesión de
Trabajo Social está anclada a la responsabilidad social del Estado en el
desarrollo de sus políticas sociales. En el caso cubano los profundos cambios
estructurales devenidos a partir del triunfo de la Revolución hicieron suponer
que eran suficientes para lograr los niveles de igualdad, justicia y desarrollo
social a los que aspiraba el proyecto revolucionario. Sin embargo, a pesar de
los incuestionables resultados de las políticas sociales de la Revolución,
persisten problemáticas que demandan el perfeccionamiento del ejercicio
profesional del Trabajo Social, para el cumplimiento de su “doble objetivo” de
“desarrollar tanto a las personas como a las sociedades". El
presente artículo tiene el objetivo de reflejar los resultados
alcanzados en la sistematización de los
sustentos y referentes teóricos de la dirección del proceso de formación profesional en la
carrera de Técnico de Nivel Medio en Trabajo Social para dar respuesta
a las exigencias sociales que se plantean, y permitió identificar el objeto de
estudio, a través de métodos teóricos y empíricos de investigación, que se
reconocen desde las Ciencias de la Educación, para incidir en los procesos de
implementación de las políticas sociales y la consecución de la equidad, justicia social y desarrollo humano, que a la
vez contribuya a transformar situaciones de vulnerabilidad de individuos,
familias (hogares), grupos y comunidades y sus entornos.
Palabras clave: formación, calidad, trabajador social.
Abstract:
Education
is a social need, but at the same time, it is a reflection of the social
conditions in which one lives and a determining factor for future projections.
In this sense, the profession of Social Work is anchored to the social
responsibility of the State in the development of its social policies. In the
Cuban case, the profound structural changes that arose from the triumph of the
Revolution led to the assumption that they were sufficient to achieve the levels
of equality, justice and social development to which the revolutionary project
aspired. However, despite the unquestionable results of the social policies of
the Revolution, problems persist that demand the improvement of the
professional practice of Social Work, to fulfill its "double
objective" of "developing both people and societies." "This
article has the objective of reflecting the results achieved in the
systematization of the theoretical foundations and references of the direction
of the professional training process in the career of Mid-Level Technician in
Social Work to respond to the demands social issues that arise, and allowed the
object of study to be identified, through theoretical and empirical research
methods, which are recognized by Educational Sciences, to influence the
processes of implementation of social policies and the achievement of equity. ,
social justice and human development, which at the same time contributes to
transforming situations of vulnerability of individuals, families (households),
groups and communities and their environments.
Keywords: training, quality, social worker.
Introducción
La humanidad históricamente ha mostrado
preocupación por el desarrollo de la educación y en especial, por la escuela
como institución social. Grandes personalidades como el destacado pedagogo
checo Comenio, J. (1998), en su obra cumbre Didáctica Magna, afirma: “Sabiamente
habló el que dijo que las escuelas eran Talleres de la Humanidad, laborando
para que los hombres se hagan verdaderamente hombres” (p.24).
En el contexto actual de globalización
neoliberal, acentuado por la crisis financiera internacional y particularmente
en el caso cubano arreciado por el bloqueo económico y financiero impuesto por
el gobierno de los Estados Unidos, entre otros factores, impactan
desfavorablemente en el bienestar de la sociedad, condicionando el ansiado
logro de una sociedad con equidad y con capacidad de mantener y perfeccionar
los métodos para el logro de la justicia social de manera constante y sostenible,
tan necesaria para lograr una vida digna.
La formación profesional del trabajador social
de nivel medio superior es un tema crucial en la actualidad, ya que responde a
las crecientes demandas sociales y a la necesidad de contar con profesionales
capacitados para abordar problemáticas complejas.
En el panorama actual, en que existe un mundo
cada vez más interconectado y diverso, las problemáticas sociales han adquirido
mayor complejidad. La violencia, la inequidad, las migraciones, y las necesidades
de salud mental son desafíos que requieren la intervención de profesionales
especializados. Este nivel de formación es clave para preparar a individuos con
conocimientos prácticos y habilidades esenciales para actuar de manera efectiva
en comunidades y organizaciones locales.
Las crecientes y complejas demandas sociales
requieren soluciones que no solo sean inmediatas, sino también sostenibles a
largo plazo. Trabajadores sociales con formación profesional sólida pueden
promover cambios significativos en su comunidad, mejorar la calidad de vida de
los ciudadanos y fomentar la cohesión social.
El Trabajo Social es una profesión con un
carácter práctico que tiene en cuenta los antecedentes y contextos históricos,
socioeconómicos, culturales, políticos, socio comunitarios y educativos que en
su integración se convierten en fortalezas u oportunidades, o de otra manera en
barreras o amenazas para lograr el bienestar, satisfacción, calidad de vida y
desarrollo humano y se desarrolla por personas con elevada vocación para
brindar ayuda a otras más expuestas a situaciones de vulnerabilidad. (Rebollar
y Frómeta Díaz, 2023, p. 1194)
Estos autores coinciden en que el trabajo social
es una profesión en la que el entorno social y cultural en el que se
desenvuelven los individuos desempeña un papel crucial. Por lo tanto, se
considera fundamental abordar las condiciones impuestas por la realidad, ya que
esto constituye un pilar para construir una sociedad más justa y equitativa. De
este modo, los profesionales del área pueden enfrentar las problemáticas
actuales con ética, conocimiento y un compromiso genuino hacia el bienestar
colectivo.
Desde este punto de vista, Claramunt Abbate, et
al, (2023) plantearon que: el trabajo social es comprendido como un producto
sociohistórico – con cambios y continuidades en su desarrollo - signado por
múltiples determinaciones que la configuran y reconfiguran como profesión
social e institucionalmente legitimada. (p. 44)
Córdova Montiel, et al. (2021) explican que el
trabajo social es una disciplina académica que analiza el comportamiento humano
en relación con el entorno, permitiendo al trabajador social abordar
situaciones vulnerables y resolver escenarios sensibles.
Por su parte, Rua Sánchez, et al, (2023)
destacan la importancia de la formación académica del trabajador social,
enfatizando cómo esta influye en la gestión y desarrollo efectivo de las
prácticas profesionales, permitiéndoles abordar de manera adecuada los retos de
su labor.
Es reconocido el hecho de que el principal
objeto de trabajo social está en las manifestaciones históricas concretas y
contextuales de la cuestión social, es decir, las situaciones generadas por el
cambio social en cada época histórica, por lo que los autores concuerdan con lo
planteado por Rebollar y Frómeta (2023) cuando expresaron que:
La formación del trabajador
social exige un programa de estudios superiores que le aporte el dominio de las
herramientas necesarias para su desempeño, lo que debe saber y saber hacer a
partir de los conocimientos teóricos y el ejercicio de la práctica, las
actitudes, valores y disposición para estudiar las necesidades sociales y
proponer soluciones. (p. 1196)
En este sentido la calidad de la formación
profesional para el empleo constituye una prioridad de la Enseñanza Técnico
Profesional (ETP) para dar cumplimiento a su misión de:
Dirigir la formación inicial y
continua de la fuerza de trabajo calificada de nivel medio, así como la
capacitación a la población a través de la integración institución educativa -
entidad laboral, como elemento dinamizador del desarrollo económico y social
del país. (Mined, 2017, p. 9)
El ejercicio profesional se encuentra atravesado
y determinado por las transformaciones societales e institucionales en las que
se inscribe, y es parte de un proceso de elaboración colectiva en el que
participan los y las profesionales (Claramunt Abbate, et al, 2023, p. 45).
En consecuencia, con lo antes
planteado podemos afirmar que: “… formar un profesional de nivel medio
competente, un trabajador productor como lo exige la sociedad y su mercado
laboral, pasa por el aprendizaje de los contenidos profesionales que estos
puedan desarrollar” (Mena y Mena, 2020, p. 7)
Consecuente con estas palabras, la formación en
la Educación Técnica y Profesional (ETP) se entiende como parte tanto del
derecho universal a la educación, como del derecho al trabajo y a un empleo
digno, cumpliendo el doble objetivo de desarrollar tanto a las personas como a
las sociedades, como se estipula en la Convención sobre Educación Técnica y
Profesional de 1989.
La educación es ante todo una necesidad social,
pero, al mismo tiempo es reflejo de las condicionantes sociales en que se vive
y condicionante de las proyecciones futuras. De modo que tenemos que saber
establecer los nexos adecuados y las circunstancias concretas de
institucionalidad y desarrollo social al que aspiramos, acordes a los
propósitos de transformación social integral y de emancipación que exige el
desarrollo socialista en Cuba.
Es imprescindible que la formación inicial de
los técnicos medios en Trabajo Social, satisfaga el alcance de los componentes
del modelo del profesional al que se aspira en las diferentes esferas de la
producción y los servicios - cómo debe "ser" el profesional teniendo
en cuenta que, no sólo se articulan con los niveles de educación precedentes
sino con la labor profesional y desempeño futuro dado por el dominio de los
egresados de esta carrera del saber, el hacer y el ser, expresado en su
actuación que presupone la integración de los conocimientos, habilidades y
valores que aseguran ese desempeño, valiéndose para ello de contenidos fundamentales
de la enseñanza.
Para Rebollar y Frómeta (2023) plantearon que:
La formación del trabajador
social se ha de actualizar sistemáticamente en los contenidos que le permitan
al egresado comprender, explicar y actuar sobre el contexto de la sociedad cubana, que sufre cambios y se
institucionaliza para poder prestar
atención a las desigualdades e inequidades, sus manifestaciones en los
diferentes grupos sociales y su relación con las diferencias económicas,
sociales y culturales que se convierten en causas o factores de riesgos a estudiar en los
escenarios en que se produce la intervención social con personas, familias y
comunidades. (p. 1192)
Es así que, bajo esta visión, el rol formador de
la profesión del trabajador social supera el límite de la formación académica o
del aprendizaje práctico basado solo en los conocimientos que necesitan para
interpretar y transformar el objeto de trabajo; aportado por el
"saber" o por el dominio de las habilidades básicas y hábitos que
posibilitan un modo de actuar sobre el objeto: el "saber hacer". Su
esencia consistirá en poder integrarlos en un todo, de lo cual se deriva como
producto un determinado proyecto profesional orientado a priorizar cualidades
que desarrollan sentimientos como ser humano, capacidades e intereses
relacionados con su futura profesión: el "saber ser" y "poder
hacer con eficiencia", lo cual le permitirá la transformación
revolucionaria de la esfera social como garantía del desarrollo social
sostenido y sostenible de la nación y a la vez contribuir a la configuración de
una identidad profesional con la consecuente equidad, justicia social y
desarrollo humano, que de ello se deriva.
En este sentido la actualidad y pertinencia del
tema se justifica por lo que tributa su contenido a los Lineamientos de la
Política Económica y Social del Partido y la Revolución, particularmente los
números 116, 117, 119 y 141, a los objetivos de la I Conferencia del Partido
Comunista de Cuba, al Plan Nacional de Desarrollo Económico Social y su eje
estratégico Desarrollo humano, equidad y justicia social del Programa para la
atención a la Dinámica Demográfica, a el Programa Nacional para el Adelanto de
las Mujeres, el Programa de Prevención Social y la Política para el
Perfeccionamiento de la Atención y los Servicios que se prestan a las Personas
con Discapacidad. Todo ello expresado en las formas de sentir, pensar y actuar,
del futuro graduado en correlación con las necesidades sociales actuales.
De este modo se pretende establecer los nexos
adecuados y necesarios entre nuestros ideales educativos y las circunstancias
concretas de institucionalidad y desarrollo social al que aspiramos, acordes a
los propósitos de transformación social integral y de emancipación que exige el
desarrollo socialista en Cuba.
Para avanzar en estas ideas, comprender sus
implicancias y establecer sus relaciones con el bienestar de nuestra sociedad, el
presente artículo tiene como objetivo presentar los resultados obtenidos en la
sistematización de los fundamentos y referentes teóricos que sustentan la
dirección del proceso de formación profesional en la carrera de Técnico de
Nivel Medio en Trabajo Social, con el propósito de responder a las exigencias
sociales actuales.
Esto permitió identificar la variable en
estudio, relacionada con la calidad de la formación de un profesional preparado
desde las Ciencias de la Educación para incidir en los procesos de
implementación de las políticas sociales y la consecución de la equidad,
justicia social, desarrollo humano y, que a la vez atienda y contribuya a
transformar situaciones de vulnerabilidad de individuos, familias (hogares),
grupos y comunidad.es y sus entornos.
Materiales y métodos
La lógica de la investigación se basa en
el enfoque dialéctico materialista, el que permitió utilizar los métodos
teóricos, empíricos desde una posición científica y objetiva, para penetrar en
el objeto de estudio, lo que posibilitó un conocimiento científico de la
realidad y apreciar el fenómeno en toda su dimensión y dinámica, revelar sus
causas, contextualizar el problema, considerar sus antecedentes históricos,
valorar las tendencias seguidas por diferentes investigadores en su concepción
y perfeccionamiento, así como las transformaciones que se producen para
determinar el proceso y el estado del campo de acción en el momento de la aplicación
del diagnóstico.
El enfoque de sistema facilitó establecer
la relación estructural entre los componentes de la investigación y determinar
la lógica de los elementos que la conforman, el análisis del contexto de la
dirección de la formación de técnicos medios en la especialidad Trabajador Social
y resultados de la práctica- el
estudio referencial realizado incluye el análisis de los documentos rectores
que rigen el trabajo curricular desde las entrevistas y encuestas realizadas a
profesores y especialistas, el
análisis porcentual como método
estadístico – matemático, facilitó la valoración de los resultados de la
aplicación de los instrumentos utilizados en el diagnóstico y la triangulación
permitió la recogida y el procesamiento de los datos, desde distintos ángulos
para compararlos y contrastarlos entre sí, es decir, realizar un control
cruzado entre diferentes fuentes de datos: entre personas, entre instrumentos y
entre documentos, lo que contribuyó a elevar la objetividad del análisis
realizado.
Resultados y discusión
En la sistematización realizada,
relacionados con la formación profesional, respaldados por las entrevistas y
encuestas, así como por la experiencia de sus autores, permitieron identificar un
grupo de limitaciones e insuficiencias en los servicios
sociales que se brindan por el egresado del Técnico de Nivel Medio en la
especialidad de Trabajo Social, que le impiden atender emergencias y
situaciones de vulnerabilidad social de forma proactiva, derivadas de un grupo
de problemáticas en la dirección del proceso de formación profesional y que
posteriormente repercuten en su desempeño profesional, las principales
problemáticas están dadas por:
El análisis de tales
realidades revela que existe una dicotomía que se expresa entre las carencias existentes en la
dirección del proceso de formación profesional en la carrera de
Técnico de Nivel Medio en Trabajo Social y la necesidad de dar respuestas a las situaciones
de vulnerabilidad social exigencias sociales que se plantean.
De este análisis los autores se plantearon: ¿Cómo potenciar la dirección del proceso de formación
profesional en la carrera de Técnico de Nivel Medio en Trabajo Social para dar respuesta a las exigencias sociales que se plantean?
Para abordar esta interrogante,
se desarrolló una concepción teórico-metodológica destinada a potenciar la
dirección del proceso de formación profesional en la carrera de Técnico de
Nivel Medio en Trabajo Social. Esta concepción busca responder a las exigencias
sociales planteadas, para lo cual se implementaron las siguientes tareas
científicas.
Concepciones que fundamentan la dirección del proceso de formación
profesional en la carrera de Técnico de Nivel Medio en
Trabajo Social para dar respuesta a las
exigencias sociales que se plantean.
¿Qué es la formación profesional
para el empleo?
En el escenario económico
internacional, la formación profesional para el empleo constituye un elemento
estratégico clave para reforzar el bienestar de cualquier sociedad ante los
continuos cambios y amenazas externas que se producen. Sin embargo estos
modelos de formación profesional para el empleo basada solamente en
competencias laborales, a nuestro juicio, requieren de un profundo estudio
crítico que conlleve a una reconceptualización en la que se conciba la
formación para un futuro empleo o para lo que defendemos en la formación de un
profesional, para la empleabilidad en la cual el estudiante no se prepara solo
para un empleo, sino para enfrentar varios desde la concepción de su perfil
profesional, como una cualidad humana y no como la simple ejecución eficiente
de una actuación profesional, de forma tal que se convierta en un instrumento esencial
para garantizar la formación a lo largo de la vida y para la vida, con valores
asociados.
Tal es el caso de la formación de
un trabajador integral y más comprometido con su perfil profesional, la cual
transita necesariamente por su propia visión humanista, en el sentido de una dinámica
conformadora e integradora de los diversos factores que intervienen en el
Trabajo Social.
En esencia, en Cuba, cuando se
diseña la formación para el empleo se ha tratado de lograr la capacidad de
adaptación y flexibilidad mental del trabajador a tareas diferentes que surjan.
De lo que se trata es de no formar para un puesto de trabajo que, en las
condiciones actuales, se vuelve obsoleto en poco tiempo, sino formar para la
sociedad con los conceptos de capacidad amplia, perfil amplio, y flexibilidad
que les permitan adaptarse a los cambios tecnológicos y laborales que se
producirán, con responsabilidad, laboriosidad e incondicionalidad a los
principios del socialismo es decir para la empleabilidad.
En Cuba la formación para el
empleo, está muy relacionada con el proceso de educación técnica y profesional
concebido como:
El proceso de formación y
desarrollo flexible, multifuncional y continuo del estudiante, concebido como
una inversión en desarrollo, necesario para llevar a cabo, con competencia,
actividades profesionales que impliquen un producto legal y socialmente
admitido, bien sea dentro de una entidad laboral o por cuenta propia, en estrecha
interconexión con el contexto socioeconómico y la dinámica del mundo del trabajo,
las profesiones y los empleos. (Abreu, 2015, p.11).
Como se puede apreciar esta definición
explicita la necesidad de la integración del trabajo de la escuela politécnica
y de oficios con la entidad laboral, concebida esta última en su más amplia acepción,
de ahí que se asuma esta integración como:
“Proceso armónico que tiene lugar
entre la escuela politécnica y de oficios y la entidad laboral, a partir del
accionar coherente y mediador de los profesores y los especialistas de la
producción, que posibilita la apropiación por los estudiantes de los contenidos
y métodos profesionales necesarios para su futuro desempeño profesional”. (Mined,
2016)
Para sustentar la investigación,
resulta necesario tener en cuenta los fundamentos filosóficos, sociológicos,
psicológicos, jurídicos y pedagógicos sobre los que se erige, los cuales
resultan trascendentales para su proyecto, al sostener postulados en los que se
precisan enfoques comunes, asumidos como marco referencial de su objeto.
Sobre esta base y desde una
posición dialéctico – materialista, se toman de lo general todos aquellos
elementos teóricos y metodológicos considerados pertinentes, para explicitar el
carácter social y pedagógico de la investigación y fundamentar su sustento
psicológico, que le permite abordar un problema social como es la dirección de
la formación de trabajadores sociales, insertados en la sociedad desde el
desempeño de su profesión, que al mismo tiempo que se desarrollan, aprenden, se
transforman y trasmiten conocimientos, habilidades, valores y rasgos de la
actividad creadora.
Al asumir como base metodológica
de esta investigación el método dialéctico materialista como método general de
la ciencia, un punto de vista de referencia en el estudio para su
fundamentación filosófica lo constituye, lo expresado por Carlos Marx en El
Capital, al referir:
Todo trabajo directamente social
o colectivo en gran escala, requiere en mayor o menor medida una dirección que
establezca un enlace armónico entre las diversas actividades individuales y ejecute
las funciones generales que brotan de los movimientos del organismo productivo
total, a diferencia de los que realizan los órganos individuales. Un violinista
solo se dirige a sí mismo, pero una orquesta necesita un director. (Marx, 1990,
p. 308)
De lo que se infiere en primer
lugar que la dirección en la sociedad es un fenómeno objetivo, consubstancial
al proceso de producción social. Resalta, además, la necesidad de la existencia
de una guía o conducción en la colectividad, lo cual fundamenta el carácter que
asume la dirección, como actividad social, consciente y orientada a un fin
(instrumento de las clases dominantes para imponer sus intereses), de acuerdo
con el momento y el lugar concreto donde se ejecute.
En el estudio de la concepción
dialéctico-materialista, se encuentra otro sustento para la investigación, al
considerar al hombre portador del
conocimiento y transformador de sí mismo y de la sociedad. Resulta importante
lo expresado por V. I. Lenin: “Todo arte de gestión y de la política
consiste en tener en cuenta y saber a tiempo dónde hay que concentrar las
fuerzas y las atenciones principales” (Lenin, 1964, p. 170). Este postulado
revela la necesidad de partir de la determinación del estado actual del
problema, sus aciertos y deficiencias, como referentes para su futura
transformación. Estas ideas llevadas al contexto de la investigación que se
desarrolla se concretan en el papel que debe otorgársele a la constatación o
validación del modelo actuante, para dirigir las acciones que conforman la
estrategia investigativa asumida, sobre la base del conocimiento más objetivo
de la realidad educativa de la escuela convertida en su diagnóstico científico.
En este orden de análisis, se
tiene en cuenta la interrelación dialéctica que se da entre los métodos
teóricos y empíricos, sin que existan esquemas fijos ni preestablecidos, por lo
que es necesario, partir de la dialéctica para asumir la transformación de
todas las figuras que intervienen en los diferentes espacios de actuación y de
los niveles de dirección del proceso.
Desde el punto de vista
gnoseológico, se asume la teoría del conocimiento planteada por V. I. Lenin, la
cual coloca a la práctica en primer lugar, comprendiendo que el conocimiento
comienza con la práctica, a través de la práctica se llega al conocimiento
teórico que después retorna a la práctica. Al definir el camino del
conocimiento Vladimir Ilich Lenin expresó “de la percepción viva al pensamiento
abstracto y de este a la práctica: tal es el camino dialéctico del conocimiento
de la verdad, del conocimiento de la realidad objetiva” (Lenin, 1964, p. 92).
Tal análisis, revela el alto valor que Lenin le confiere al conocimiento
proveniente del exterior para el sujeto, a la labor de analizar y sistematizar
la experiencia y las costumbres de forma racional, más no se detiene ahí; el
papel activo del sujeto en la creación de un nuevo conocimiento se asocia al
descubrimiento de las raíces teóricas del objeto, reflejada en un conocimiento
de la realidad objetiva que le permite transformarla, para lo cual se vale de
la lógica dialéctica. Esta realidad constituye un fundamento esencial para la
presente investigación, a la hora de asumir la teoría del conocimiento planteada
por Lenin, sustentado en que concibe la dirección del proceso de formación del
docente, en un camino que va de la contemplación viva de los eventos y procesos
en su desarrollo, al pensamiento abstracto en un análisis desde lo racional, y
de aquí a un regreso transformador en la práctica pedagógica contextualizada,
que implica la formación desde el desempeño de la profesión, lo que pone de
relieve el papel preponderante que tiene la práctica en el proceso formativo,
tal como lo concibe la concepción materialista dialéctica.
La sociología marxista de la
educación sirve de sustento a la propuesta, al concebir que "La dirección
como actividad social siempre significa la relación entre dirigentes y
dirigidos y la recíproca subordinación entre ellos en cuanto a la realización
de las metas establecidas”
(Assmán, 1977, p. 2009).
Al respecto, Alonso Rodríguez, S. (2012),
precisa que:
La actividad social, por tanto, es la forma superior
de actividad humana, determinada por las condiciones sociales de vida, proyectada
en función de los intereses sociales y desarrollada directa o indirectamente de
forma colectiva. Su forma básica e históricamente primaria es el trabajo.
Refleja el sistema de relaciones de producción que sustentan el orden social
imperante. (p. 3)
Desde esta idea, se manifiesta el carácter activo que en la
investigación asume el trabajador social, al transformar la realidad y
transformarse a sí mismo. Además, ella fundamenta las posiciones adoptadas en
relación con la concepción de hombre a formar como ser social, sus relaciones,
la educación y el trabajo; contextualizada en la presente investigación en la
posición del trabajador social y su interrelación con los intereses de la
sociedad socialista cubana, donde todos los ciudadanos tienen el mismo derecho
a vivir en equidad, justicia social y desarrollo humano sostenible.
Unido a lo social en el orden
psicológico, se asume el enfoque histórico-cultural como fundamento teórico de la
investigación, por ser consecuente con la comprensión Marxista de la Dirección
Educacional. El proceso investigativo está concebido como proceso y resultado
del aprendizaje (a partir del papel activo del hombre), el cual Lev S. Vigotsky
lo define como un
“proceso de asimilación de la experiencia histórico-social, proceso que tiene como resultado la
reproducción de las propiedades, capacidades y formas de conducta que se han
formado históricamente en el desarrollo de la especie humana”. (Vigotsky, 1987,
p. 170).
El
autor antes señalado demostró que el desarrollo psíquico humano tiene lugar en
una línea que va de lo intersubjetivo (lo social) hacia lo intrasubjetivo (lo
psíquico individual), considerando la participación activa y consciente de los
sujetos en los procesos de actividad y comunicación como premisas para el desarrollo
y transformación de los sujetos involucrados en el proceso de cambio, lo que es
importante entrar a considerar en la estructuración y funcionamiento de una
concepción teórico - metodológica para la dirección del proceso de formación
del Técnico Medio en Trabajo Social.
La
investigación promueve que la dirección de dicho proceso formativo asegure, que
este se desarrolle de
forma autodirigida y proactiva, lo cual constituye una condición para el
desarrollo del pensamiento humano, al
propiciar que el sujeto- trabajador social- logre su socialización a través de
la apropiación de la experiencia histórica social – que en este caso le
proporciona – en buena medida - el contexto social en que se desenvuelve, todo
lo cual se tuvo en cuenta al estructurar el proceso investigativo. Al
respecto, se partió
de que, en la interacción del sujeto con los objetos, Actividad y con los otros
Comunicación, ocurre la apropiación de la experiencia histórica social.
Lo expuesto hasta aquí
fundamenta, tal y como lo plantea el principio del determinismo, que las
condiciones externas (puntualmente en la investigación, las formas de relación
que establecen los directivos encargados de la dirección del proceso formativo,
cómo planifican, organizan, ejecutan y evalúan en sus respectivos niveles de
dirección y espacios de actuación), en coordinación con las condiciones
internas (el educando en formación), den lugar al desarrollo de la personalidad
a través de la actividad y la comunicación que despliega el mismo en la práctica
social.
El
papel de cada uno de ellos a través de la orientación, constituye un elemento
insustituible por la relación de ayuda que pueden establecer con el trabajador
social en formación, considerando que el desarrollo alcanzado no es un punto estable, sino un amplio y
flexible intervalo que enmarca un área denominada, zona de desarrollo próximo,
definida porVigotsky
como:
La distancia entre el nivel real de desarrollo
determinado por la capacidad de resolver independientemente un problema, y el
nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un
problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más
capaz. (Vigotsky, 1987, p. 170)
Consecuentemente, Leontiev, uno de los seguidores de Vigotsky,
al estudiar la actividad social expresa,“la actividad como el proceso de interacción
sujeto-objeto, dirigido a la satisfacción de las necesidades del sujeto, como
resultado del cual se produce una transformación del objeto y del propio
sujeto” (Leontiev, 1981, p33).Por lo que
la actividad y la comunicación grupal que se promueve en las formas
organizativas en que se desarrolla la capacitación como una acción de la
estrategia, adquiere un alto valor formativo para cada figura, en un proceso
consciente y responsable, que le otorga un rol protagónico como sujeto.
En congruencia con las ideas
antes expresadas, durante la investigación se tuvo en cuenta el hecho de que ni el nivel de ayuda ni la
capacitación, pueden concebirse como un acto espontáneo, sino que deben ser
planificadas teniendo en cuenta la complejidad e integralidad del proceso de
educación de la personalidad, lo cual posibilita que el sujeto llegue a niveles
superiores de autonomía funcional, es decir, a la autodeterminación, a partir
de facilitar situaciones que propicien la estimulación de una actuación
independiente y autónoma, toda vez que esta se forma en la actividad, y esto
solo es posible lograrlo cuando la dirección del proceso formativo cumple de
forma eficiente su labor orientadora, teniendo en cuenta los aspectos
siguientes:
Estas ideas infieren que los
fundamentos psicológicos asumidos, han sido consecuentes con la
comprensión marxista de la actividad humana y conforman un sustento, sobre el cual se erige la
investigación, al abogar por la solución de problemas sociales desde la interacción
del hombre insertado en la sociedad.
Teniendo en cuenta estos
fundamentos, desde lo pedagógico
también se encuentra un invaluable sustento para el proceso investigativo. Al
respecto la investigadora Josefina López expresó; “... la Pedagogía se ocupa de
un problema cardinal de la sociedad como es la formación del hombre, se hace
necesario destacar lo que pudiera considerarse como sus características
esenciales: su proyección social, su orientación humanista y su carácter
transformador.” (Hurtado, 1996. p. 36)
Los fundamentos pedagógicos como
sustento del proceso investigativo se han tenido en cuenta en la misma medida
que la concepción teórico-metodológica que se presenta, parte del presupuesto
de comprender la pedagogía como la ciencia, que desde el hecho educativo busca
una visión electiva de los saberes de las demás ciencias que pueden intervenir
en la solución de una problemática educativa y los aportes de estas al abordar
la complejidad de su objeto de estudio, la educación.
Es así, que se fundamenta
pedagógicamente la dirección del proceso de formación del Trabajador Social, en
su articulación con la solución
de un problema cardinal de la sociedad como es la formación del hombre, por ello se erige sobre los
principios de la unidad de lo cognitivo y lo afectivo y de la actividad y la
comunicación, así como el vínculo de teoría con la práctica para provocar el
flujo y reflujo del contenido objeto de nuevos aprendizajes.
Del mismo modo, se consideran en
la investigación, las categorías enseñanza-aprendizaje, instrucción - educación
y formación – desarrollo, aportadas por la Pedagogía. Todo lo cual se integra
en las definiciones realizadas acerca de la dirección de los principales
eventos que conforman la dirección del proceso de formación del Trabajador
Social.
En correspondencia con la necesidad de una
pedagogía que estimule la actualización de cada sujeto en su contexto, se parte
de los problemas profesionales que se presentan en su práctica laboral. Un
fundamento para el proceso investigativo, lo constituye el dominio de los
principales conceptos, regularidades y principios de la Pedagogía Profesional
al tener como punto de partida, el vínculo estudio-trabajo, que sirve de base a la actualización de cada sujeto en su
contexto, a partir de los problemas profesionales que se presentan en el proceso pedagógico
profesional entendido como: “proceso de educación, como respuesta a una demanda
social, que tiene lugar bajo las condiciones de la escuela politécnica y de la
entidad productiva o de servicios para la formación y superación de un
trabajador competente” (Rodríguez Milán, 2007, p. 37). Lo cual prepara al
futuro egresado para enfrentar el trabajo social con un enfoque profesionalizado
y humanista, es decir, cumplir el encargo social de incidir en los procesos de
implementación de las políticas sociales y la consecución de la equidad,
justicia social y desarrollo humano y que a la vez atienda y contribuya a
transformar situaciones de vulnerabilidad de individuos, familias (hogares),
grupos y comunidades y sus entornos.
Precisamente, el hecho de
alcanzar la calidad aspirada en el proceso de ETP, requiere comprender que, si
bien este trabajador social ha de poseer características comunes a los
trabajadores de cualquier especialidad relacionado con el “saber hacer”, en
tanto debe dominar los contenidos de su profesión, también debe tener una alta
preparación en relación con “el ser” y “el deber ser” de su profesión con la
consecuente solidaridad, humanidad y altruismo, que de ello se deriva.
De acuerdo con los elementos
expuestos, la concepción teórica - metodológica para la dirección del proceso
de formación de los trabajadores sociales de la ETP, se fundamenta en los principios
de la pedagogía de la ETP propuestos por Abreu, (2004); por considerar que los principios
sirven de base para expresar las ideas esenciales en las que se apoya la
concepción teórica-metodológica, fungirán como líneas directrices al abordar
cualquier acción de dirección de la misma. Para ello, se tendrá en cuenta el principio rector de la vinculación
estudio-trabajo. Su interpretación en la propuesta está dada, en integrar el
proceso docente de formación con el trabajo social, convirtiéndolo en proceso
eminentemente socio-productivo, avalado por los convenios firmados con las
entidades laborales, cuestión indispensable para alcanzar los mejores
resultados de esta concepción.
Lo expuesto hasta aquí fundamenta
que, en proceso formativo de la ETP, no
puede verse solo el cumplimiento de dicho principio en recibir teóricamente los
contenidos psicopedagógicos, metodológicos y técnicos del currículo de la
carrera, y verse en la práctica laboral. El cumplimiento del principio de la
vinculación estudio-trabajo en la ETP significa, además, la adquisición de las
habilidades básicas de la profesión en las condiciones del contexto social, en
función de la solución de los problemas sociales que allí se presenten.
Desde esta óptica se retoma, el
principio del carácter integrador de la relación escuela politécnica– entidad
laboral – comunidad en el proceso de ETP continua del obrero, el cual exige que
la dirección de la formación profesional responda a las necesidades socio -laborales
y tener en cuenta además el contexto en que esta se desarrolla. De esta forma,
será esencia en la dirección del proceso de formación del trabajador social, el
desarrollo de formaciones psicológicas
importantes que deberá primeramente poseer él, para poder formar después en el
futuro profesional como son: la precisión de sus intereses individuales y su
relación con los de la sociedad, el desarrollo de motivaciones intrínsecas
hacia la profesión que desempeña y hacia la especialidad, para contribuir así a
conformar el modo de actuación profesional del obrero que forma.
En resumen, el trabajador social
se forma para servir a la sociedad y a su sector más vulnerable a partir de
resolver problemas profesionales y transformar el entorno. De esta manera, las
influencias entre la sociedad y la educación y sobre todo las exigencias de la
primera, sólo pueden entenderse como una interacción recíproca, una
interdependencia que se manifiesta compleja y diversa.
Ello le asigna un carácter
integrador a la dirección del proceso, por lo que será vital que se propicie el
carácter protagónico del educando, en el propio proceso de su formación, en
función de su propio desarrollo, materializado en la posibilidad de solucionar
problemas y transformar su realidad.
La dirección del proceso que se
desarrolle deberá concebir al trabajador social en formación como un ser único,
irrepetible, con sus particularidades y diferencias individuales, y sobre esta
base, dirigir las influencias educativas hacia ellos, alejado del academicismo
estrecho del aula, requisito imprescindible para consolidar una preparación que
le permita transitar por el cambio, adaptarse a él y generarlo.
Para una mayor complementariedad
del estudio del objeto de la investigación, unido a los fundamentos que desde
lo filosófico, sociológico, psicológico y pedagógico la sustentan, se hace
necesario sistematizar aquellos referentes teóricos que, desde la dirección
como actividad consciente, se han abordado en toda una trayectoria histórica
desde diferentes posiciones autorales, los que serán abordados en otro momento.
Conclusiones
La sistematización
realizada en torno al objeto de la investigación, reveló las disímiles
posiciones con que ha sido asumido su estudio, las cuales, vistas en la
dinámica de la situación actual de Cuba, corroboran la necesidad de abordar la
dirección del proceso formativo del Técnico Medio en Trabajador Social de la
ETP, desde una posición que propicie la solución científica del problema que
dio origen a la investigación.
La dirección ha existido
históricamente vinculada a las aspiraciones y exigencias de la sociedad en sus
diferentes etapas del desarrollo. La esencia de la dirección educacional en la
ETP, lo constituye el hecho de que sus funciones generales, a partir de formas
novedosas de planificación, organización, ejecución y control, logren un
proceso de profesionalización que le permita al egresado en el contexto social,
integrar lo académico, lo laboral lo
investigativo y lo extensionista, mediante la dirección de un proceso de
formación profesional, como expresión genuina de la dar respuestas eficaces a
las exigencias sociales y el logro de la misión de la ETP.
Estas reflexiones resultantes de
la sistematización teórica realizada, propiciaron un acercamiento a la
variable: dirección del proceso de formación del Trabajador Social que tiene
lugar en la escuela politécnica. Una mirada desde esta perspectiva conduce a
precisar sus dimensiones y sus respectivos indicadores, lo que conducirá
directamente a la exploración del estado inicial del problema que da origen a
la investigación..
Referencias Bibliográficas
Abreu, R. (2015). Proyecto de investigación “Didáctica de
las especialidades de la ETP” UCP “Héctor A. Pineda Zaldívar” La Habana. (En
soporte digital)
Alonso
Rodríguez, S. (2012). Fundamentos de la actividad de dirección en las
condiciones actuales Facultad de superación de cuadros “Fulgencio Oroz” Edición
Digital Pág. 3
Amos Comenio, J. (1998). Didáctica Magna. Editorial
Porrúa AV. República Argentina, 15México, 1998.
Octava edición https://ia600408.us.archive.org/8/items/DidacticaMagna/Didactica_Magna.pdf
Claramunt Abbate, A., Leopold Costábile, S., Zorrilla de
San Martín Cerutti, S., & Incerti Somalo, C. (2023). Articulación del campo
profesional y el campo académico en trabajo social: Tensiones y desafíos de egresados
y egresadas recientes en Uruguay. Voces desde el Trabajo Social, 11(1), 40-67. https://revistavocests.org/index.php/voces/article/view/295
Córdova Montiel, F. N., Silva Hernández, F. y Martínez
Prats, G. (2021). El rol del trabajador social en procesos de solución de
conflictos en institución del sector salud. Revista Investigación y Negocios,
14(24), 101-109. https://doi.org/10.38147/invneg.v14i24.151
Assmán,
G. (1977). Fundamentos de Sociología Marxista-Leninista,
Editorial Dietz, Berlín.https://www.eumed.net/libros-gratis/2013a/1306/bibliografia.html
Lenin, V. (1964). Cuadernos Filosóficos. https://proletarios.org/books/LENIN-Cuadernos_filosoficos.pdf
Leontiev,
A. (1981). Actividad, Conciencia y Personalidad. Editorial
Pueblo y Educación, La Habana.cielo.sld.cu/scieloOrg/php/reflinks.php?refpid=S1561-194201600050001200003&lng=en&pid=S1561-31942016000500012
López, J. (1996). El carácter científico de la
Pedagogía, Editorial Pueblo y Educación, La Habana Cuba,
Marx,
C., (1990). El Capital, Tomo1, Editorial Progreso, Impreso en la URSS, https://proletarios.org/books/El-Capital-Vol-1-Libro-I-Karl-Marx.pdf
Mena, J. A. y Mena, J. A. (2020). La educación superior
cubana desde un enfoque de formación profesional compartida
Universidad-institución productiva. La Habana: Editorial Universitaria (Cuba),
1a. edición, 2020. 92 pp.: bibliografía. (14 x 21 cm.). ISBN
978-959-16-4389-6 (PDF). BN978-24. https://books.google.com.cu/books/about/La_educaci%C3%B3n_superior_cubana_desde_un_e.html?id=zzX8DwAAQBAJ&redir_esc=y
Ministerio
de Educación (2016). Dirección Nacional Educación Técnica Profesional DNETP.
MINED. La Habana.
Ministerio
de Educación. (2017). Concepción Curricular
de la ETP. La Habana
Rebollar Ferrer, M. y Frómeta Díaz, L. L. (2023). El
trabajo social en el contexto cubano actual, pautas para la formación del
profesional. Maestro y Sociedad, 20(4), 1192-1198. https://maestroysociedad.uo.edu.cu
Rodríguez
Milán, I. (2007). Metodología de la enseñanza para las áreas técnicas y básicas
profesionales, Módulo III Mención en Educación Técnica y Profesional, Maestría
en Ciencias de la Educación, Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana.
Rua Sánchez, L. E., Briones Ponce, M. E., Sánchez Azúa,
I. M., & García Mera, S. M. (2023). La formación del Trabajador Social y su
gestión en las prácticas profesionales. Socialium, 7(2), e1780. https://doi.org/10.26490/uncp.sl.2023.7.2.1780
Unesco.
(1989). Convención sobre Educación Técnica y Profesional. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000152697_spa
Vigotsky,
L. (1987). Historia del desarrollo de las funciones Psíquicas superiores,
Editorial Científico-Técnica, La Habana Cuba.
Contribución de
los autores
No. |
Roles de la contribución |
Autor 1 |
Autor 2 |
Autor 3 |
1. |
Conceptualización: |
40% |
30% |
30% |
2. |
Curación
de datos: |
|
100% |
|
3. |
Análisis formal: |
100% |
|
|
4. |
Investigación: |
50% |
|
50% |
5. |
Metodología: |
50% |
50% |
|
6. |
Administración del proyecto: |
|
100% |
|
7. |
Recursos: |
|
|
100% |
8. |
Supervisión: |
|
100% |
|
9. |
Validación: |
100% |
|
|
10. |
Visualización: |
100% |
|
|
11. |
Redacción – borrador original: |
40% |
30% |
30% |
Declaración de originalidad y conflictos de interés
El/los autor/es declara/n que el artículo: Formación
profesional del trabajador social de nivel medio superior. Una necesidad en la
actualidad
Que
el artículo es inédito, derivado de investigaciones y no está postulando para
su publicación en ninguna otra revista simultáneamente.
A
continuación, presento los nombres y firmas de los autores, que certifican la
aprobación y conformidad con el artículo enviado.
Autor
principal
Lic.
Jesús Otamendiz Campos
Dr.
C. Leonardo Pérez Lemus
Dr.
C. María de la Caridad González Martínez
Revista Científica Pedagógica “Horizonte Pedagógico”. Vol. 14. Artículo de investigación |