Editorial

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Resumen

Estimados lectores.

Lo que distingue a la investigación educativa es su utilidad y relevancia para los educadores.  Estas dos condiciones no son tan simples como determinar el impacto y la influencia, sino que lo que exige es una reconceptualización de lo que debe entenderse como lo educativamente importante, ya que la investigación educativa no es solo investigación sobre educación, sino una investigación con un propósito educativo, por lo que debe proveer de información útil y relevante para la educación y requiere ser comprendida en su conjunto como una acción que da cuenta del por qué se hace lo que se hace y de qué manera se hace. Esta es una guía, de hecho, para presentar el resultado científico. La investigación no solo provee de evidencia a los prácticos y a los diseñadores de políticas, sino además, es una fuente pública de interpretaciones de las evidencias de temas específicos; debe comprometer al público a un debate reflexivo acerca de los fines y propósitos de la educación. Tiene el compromiso social de producir una práctica reflexiva que necesariamente busca mejorar la educación y la sociedad. De acuerdo con esto, el investigador no puede sustraerse de su compromiso para mejorar la educación y, si es el práctico, el educador, quien investiga su práctica cotidiana, la mejora, es inherente al proceso mismo de investigar. Quizás, con estas sencillas explicaciones, se entenderá mejor que hemos discutido mucho acerca de los paradigmas cuantitativos y cualitativos en la investigación científico-educativa, pero se han quedado fuera del alcance de la discusión, otros que  existen, como es el  criterio de pensar que la investigación científica es siempre sobre la educación, que es como situarse de una manera externa a ella misma para conocer su estado, lo que conlleva que los resultados obtenidos sean reflexionados solo por el grupo de especialistas que lo realizó, y que a veces, sean despreciados o disminuidos por aquellos que se consideran  usuarios del  resultado, y que en la mayoría  de las veces no los tienen en cuenta en sus decisiones cuando van a actuar. El resultado científico-educativo es para la sociedad, para la comunidad de educadores, y no para un grupo determinado de intereses, que muchas veces se sienten más atacados que favorecidos por los resultados de la investigación. Se considera, por tanto, que una estrategia muy buena para evitarse los intermediarios es hacer que los maestros investiguen su propia realidad y actúen consecuentemente con  eso, lo que no quiere decir que no puedan ni deban existir las investigaciones colectivas realizadas por los especialistas de una institución, pero hay que cambiar de paradigma, no de los que existen, como ya se dijo, para concebir la investigación, sino para darle a la investigación y su resultado un sentido ético más marcado. Es apreciar el resultado científico como un valor. En este número tres de la Revista las publicaciones desarrolladas  favorecen sus  resultados educativos desde esta gran polémica, ellos son: retos de la superación para el docente de informática; evaluación de traducciones en contextos académicos; asistentes matemáticos e interdisciplinaridad: particularidades en la carrera Ingeniería Informática; el arte de ser un tutor de excelencia; "Corazón Adentro", una Misión de Cultura en la República Bolivariana de Venezuela. Estudio Comparado; preparación de los profesores para la interrelación con familias de asentamientos de migrantes; el movimiento corporal: un aliado del aprendizaje; tecnología, desarrollo y educación musical; la formación en jardinería para la inserción sociolaboral de jóvenes con discapacidad; la educomunicación en función de la formación profesional de los gestores socioculturales para el desarrollo. Una propuesta pedagógica;  el arte de ser un tutor de excelencia y la preparación de los cadetes para la prevención educativa del consumo de sustancias psicotrópicas.

En este número de la revista sus autores intentan un acercamiento al debate científico sobre esta realidad, para enfrentar los desafíos y retos de esta Ciencia. Esperamos que estas reflexiones en torno a la investigación educativa les resulten útil y los convidamos a que escriban desde su práctica educativa sus propias experiencias. Para finalizar quisiera compartir con ustedes estas sabias palabras de uno de nuestros ilustres pedagogos el Dr. C. Justo A. Chávez Rodríguez, considerado por muchos, un maestro de maestros.

Todo buen educador posee la ciencia, en sus múltiples manifestaciones, tanto, la que pretende enseñar, como la teoría pedagógica adecuada, así como las técnicas y estrategias para enseñar, pero tiene que distinguirse, en primer orden, por el Arte de enseñar. (tomado de Pérez, L. 2021, 19 (1), p, 334)

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Biografía del autor/a

Dr. C. Leonardo Pérez Lemus, Dirección Municipal de Educación, Playa

Doctor en Ciencia Pedagógicas. Profesor e investigador Titular

Publicado

2021-09-19

Cómo citar

Pérez Lemus, D. C. L. (2021). Editorial. Horizonte Pedagógico, 10(3), 2–3. Recuperado a partir de //horizontepedagogico.cu/index.php/hop/article/view/200

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