Editorial

Autores/as

  • Leonardo Pérez Lemus Proyecto institucional: “Gestión científica en el desarrollo educativo local y comunitario” DME La Lisa

Resumen

Estimados lectores.

La conciencia produce saberes educacionales, al reflexionar sobre la práctica educativa;  lo que le confiere unidad a las Ciencias de la Educación es la práctica educativa, de esta se derivan reflexiones, saberes, teorías que han ido conformando las llamadas Ciencias de la Educación.

La praxis educativa- el hecho educativo-, que es uno y específico, viene a darle a las ciencias la coherencia, la unidad y la emancipación a los múltiples saberes sobre la educación, estas tienen un desigual desarrollo histórico. La más antigua es la Pedagogía y por supuesto, su acompañante inseparable: la Didáctica, que desde el siglo XVII comenzaron su arduo desarrollo científico y que aún no han terminado.

Durante ese tiempo acontecieron diversas transformaciones con las Ciencias de la Educación: se hipertrofió la Didáctica, a la cual se le atribuyeron, varios fines y aparecieron otros movimientos de ideas que han ido penetrando en la educación sin llegar, hasta el momento a constituir tendencias: el constructivismo, el pensamiento complejo, el holístico ambientalista, la teoría de la diferenciación y el pensamiento crítico muy de moda en la actualidad.

En verdad, se hace necesario enfrentar una reforma del pensamiento, que conserve lo más importante de las tendencias de la Pedagogía que se ha heredado, que se atempere a los tiempos. Comprender el gran rol que juega la educación en la condición humana, que se valore plenamente como dijeron algunos filósofos, que pretendían iluminar a la educación de su época: el ser hombre es tener que educarse desde la cuna hasta la tumba.

La Pedagogía es una teoría, para aplicarse a la práctica tiene que valerse de la Didáctica, que contiene las técnicas y las estrategias para enseñar y aprender. Se necesita del arte para enseñar, del tacto y de la fineza pedagógica del maestro o profesor, que es su manera peculiar de desarrollar la teoría y la técnica, de comprender y de aplicar la ciencia. La Pedagogía se ha recuperado, es cierto, del golpe que determinados intereses le asestaron, pero aún queda mucho por hacer, solo tiene cierta mejoría, y aún no goza de buena y absoluta salud.

Los procesos educativos están ahí. Son acontecimientos individuales o colectivos, que constituyen una unidad funcional y diferente a otros procesos. Se está haciendo referencia al hecho educativo, o a lo que algunos autores llaman la praxis educativa.

Las Ciencias de la Educación tratan el fenómeno educacional tal y como estos pueden ser abordados en su complejidad,  una sola ciencia no puede hacerse cargo de la educación, se requiere del debate, del diálogo de saberes para reconquistar y favorecer desde la investigación pedagógica, lo que se le exige a la formación integral del hombre del siglo XXI.

Nos encontramos ante una revolución de las tecnologías de la información, que tienen que ser utilizadas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Es necesario establecer una transición entre las formas de enseñar y de aprender actuales y las que pueden ofrecer los diferentes espacios virtuales. Por ello, es necesario poseer una cultura para enseñar y una cultura para aprender. La introducción abrupta de la tecnología, como un medio de enseñanza, sin modificar el resto de las categorías didácticas puede resultar un contrasentido.

La Pedagogía y la Didáctica se tienen que poner a la altura de los tiempos, y en definitiva, contribuir a la formación del hombre a que aspira América Latina y Cuba en la actualidad: solidario, humanista, que ame a su tierra y a su cultura, por encima de todo, que los pueblos se unan en un objetivo común. Ese poder lo tiene la educación y hay que concebir sus ciencias para ese fin, para lograr estos preceptos la investigación es la clave y el docente se convierte en investigador de su práctica educativa.

Para comenzar a investigar hay que haber consultado las obras, por lo menos, las clásicas de la investigación en la esfera educativa y haber realizado diálogos con otros especialistas, escuchar lo que resulta difícil a la ciencia, lo que otros dicen y leer o conocer a viva voz sus experiencias. Nada de esto implica ortodoxia ni detectivismo, pues cada investigador debe encontrar su camino, por supuesto dentro de determinados límites. ¿Cuáles son estos? Es preciso ganar en claridad en lo que a cultura y reflexión científica respecta, tenemos que potenciar, desde la gestión del conocimiento que los docentes en sus publicaciones den reconocimiento, socialización y generalización a sus resultados científicos, estos se necesitan para los procesos de reformas y perfeccionamiento de la educación de estos tiempos.

En este reconocimiento dentro de la jornada por el día del educador se presentan en este número de la revista Horizonte Pedagógico a la polémica introducida, los siguientes contenidos conceptuales, procedimentales y actitudinales a tratar en los resultados- productos:

La cultura científica; en el artículo presentado se valora su significación e impacto en la comunidad; se ofrecieron definiciones de promoción de cultura científica en el contexto universitario. La extensión se analiza cómo proceso y función, crítica y creativa, parte del concepto de la democratización del saber y asume la función social de contribuir a la mayor y mejor calidad de vida de los ciudadanos en su esfuerzo por desarrollarse plenamente.

De los contenidos educativos digitales; la metodología propuesta integra elementos educativos y pedagógicos al proceso de desarrollo de software que está estructurado en cinco fases donde cada una depende de los resultados obtenidos en la fase anterior.

De la atención educativa integral; se aborda la problemática de las escuelas especiales respecto a cómo brindar una atención educativa de calidad a los escolares con retraso mental, y la necesidad de profundizaciones y especificaciones respecto a los métodos, procedimientos y técnicas que garanticen una atención integral y de calidad dirigida a todos los escolares con necesidades educativas especiales más complejas.

Del trabajo con la familia, la comunidad y las redes socioeducativas en el III perfeccionamiento educacional; expone un sistema de acciones para la transformación en los pilares de cambio; trabajo con la familia, la comunidad y las redes socioeducativas de algunas instituciones educativas inmersas en el Perfeccionamiento en La Lisa, durante el curso 2018-2019, desde una metodología participativa.

En este número además se tratan otros temas relacionados con: orientaciones a familias con estudiantes de la primera infancia y la atención educativa en la República de Angola. Acercamiento a su desarrollo histórico, significativas para trasformar la realidad actual, también son muy necesarios las investigaciones doctorales de Historias de Vida, que se explicitan sobre el pensamiento educativo cubano contemporáneo el que distingue, a la educadora social Celia Sánchez Manduley, la Pedagoga y Dra. Lidia Turner Martí.

La lectura detallada de estos artículos, convida a profundizar en los elementos teórico-metodológicos de estas problemáticas, estableciendo la factibilidad de las mismas y concretar su difusión en la escuela.

Muchas gracias colegas.

Biografía del autor/a

Leonardo Pérez Lemus, Proyecto institucional: “Gestión científica en el desarrollo educativo local y comunitario” DME La Lisa

Dr. Ciencias Pedagógicas. Profesor e Investigador Titular

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Publicado

2019-12-19

Cómo citar

Pérez Lemus, L. . (2019). Editorial. Horizonte Pedagógico, 8(4), 2–3. Recuperado a partir de //horizontepedagogico.cu/index.php/hop/article/view/123

Número

Sección

Editorial